Laura Sarabia: a la diestra del presidente Gustavo Petro
21 Febrero 2024 10:02 am

Laura Sarabia: a la diestra del presidente Gustavo Petro

Después de un breve paso por el Departamento de Prosperidad Social, Laura Sarabia regresa a la Casa de Nariño, un lugar del que en realidad nunca se fue. Esta es la cronología de la partida y el retorno de la funcionaria en la que más confía el presidente Petro.

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Ningún funcionario actual del gabinete del presidente Gustavo Petro ha alcanzado la hazaña de tener cuatro cargos distintos en apenas un año y medio de Gobierno. Ninguno, excepto Laura Sarabia, la próxima directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Desde el 7 de agosto de 2022 hasta hoy, Sarabia ha sido jefa de gabinete, jefa de despacho presidencial, directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y próximamente se posesionará como la mandamás en el Dapre.

La movida de Petro en su tablero de ajedrez de fichas cercanas, fue, por decirlo menos, predecible. A pesar de que su oficina como directora del DPS estaba muy lejos de la Casa de Nariño, Sarabia se mantuvo cerca del jefe de Estado, aún más en sus viajes internacionales. No hubo comitiva en la que faltara, asumiendo sus funciones como directora pero también como mano derecha del presidente en la práctica. 

El retorno de Sarabia a la diestra del presidente se da en medio de una urgente necesidad de aumentar la ejecución en los ministerios, las negociaciones con sectores políticos y el diálogo con los empresarios. Todas tareas que, para Petro, solo pueden realizarse de buena manera si tienen la impronta de la funcionaria de 28 años que debutó en el Gobierno apenas hace un año y medio.

Laura sí está y nunca se fue

Seis días antes de conocerse el retorno de Sarabia al Palacio, la Presidencia de la República emitió un decreto devolviendo al cargo de director del Dapre las funciones de coordinar con Casa Militar, la Unidad Nacional de Protección y la Dirección Nacional de Inteligencia, los protocolos de seguridad para salvaguardar la integridad del presidente Petro en los eventos públicos y sus viajes.

Decreto Dapre
Decreto de la Presidencia sobre nuevas funciones del director del Dapre.

Esas responsabilidades se habían quitado de la dirección del Dapre desde la llegada de González y existieron solo en la época en la que Sarabia tenía su oficina al lado de la del presidente. Incluso, Laura Sarabia ya había probado su eficiencia en la coordinación logística de los desplazamientos de Gustavo Petro desde la época de campaña, en la que estuvo al lado del entonces candidato en todos los eventos a los que asistió y coordinó su caótica agenda.

Y mientras Petro recorrió el país buscando votos para llegar a la Casa de Nariño, Sarabia fue construyendo poco a poco el voto de confianza del hoy presidente por el coctel de eficiencia, eficacia, lealtad y pragmatismo que supo preparar.

Su protagonismo silencioso empezó a disiparse rápidamente a partir del 7 de agosto de 2022, cuando al presidente Petro le impusieron la banda presidencial. Laura Sarabia pasó de ser una enigmática sombra del jefe de Estado a convertirse en el puente entre Petro y la realidad. Relacionamiento con los ministros, con los partidos políticos, con sectores empresariales y sociales, todo se concentró en el papel de Laura Sarabia como jefa de gabinete y posteriormente del despacho presidencial.

La fortaleza de Sarabia en la Casa de Nariño no solo se cimentó en su eficiencia sino también en estar por fuera de la trinchera ideológica en la que otros cercanos al presidente parecen estar. Laura Sarabia no ha sido militante del petrismo, no ha sido parte de la izquierda y tampoco ha hecho política electoral. Su experiencia previa a ser la poderosa mano derecha del presidente fue desempeñar el mismo rol pero con Armando Benedetti, el camaelónico y hábil político barranquillero que hoy es embajador.

“Trabajé con él seis años con lealtad y compromiso y él lo sabe. Pero es un capítulo que concluí con un costo demasiado alto”, le dijo Sarabia a CAMBIO en enero de 2024.

El costo alto al que se refiere Sarabia fue el terremoto profesional y personal que empezó en mayo de 2023 con las acusaciones de su exniñera Marelbys Meza de haber sido sometida al polígrafo en el sótano del Palacio por la pérdida de alrededor de 7.000 dólares que había en una maleta de uso personal de la entonces jefa de despacho de Petro.

Luego, y como un golpe demoledor, aparecieron los audios filtrados de Armando Benedetti, y su entrevista con CAMBIO. El hoy embajador dejó al descubierto una cruda pelea de poder con quien fuera su aprendiz en el pasado.

“Ella puede reclamar que no es cuota mía, de acuerdo. Pero si yo me hubiera ido con Rodolfo Hernández ella no estaría ahí. Todo dependió de mí”, le dijo Benedetti a CAMBIO en junio de 2023.

El 2 de junio de 2023 y con el escándalo ocupando los titulares de medios nacionales e internacionales, el presidente Gustavo Petro anunció que Armando Benedetti y Laura Sarabia, sus antiguos escuderos de campaña, se iban del Gobierno. 

“Yo presenté mi carta de renuncia. Uno como funcionario tiene que entender cuándo dar un paso al costado. Yo renuncié y el presidente lo aceptó”, le dijo Sarabia a CAMBIO.

Durante los cinco meses posteriores a su salida de la Casa de Nariño, Laura Sarabia se dedicó a atender los problemas legales que le trajo el caso de Marelbys Meza y el polígrafo. Y aunque se pensó que su tránsito al olvido era inevitable, su nombre y no muy extensa hoja de vida aparecieron postulados para llegar a la dirección del Departamento de Prosperidad Social, una entidad que maneja recursos por encima de los 10 billones de pesos. 

Ese primer retorno de Sarabia al Gobierno representó un enroque fallido del presidente Petro, pues si bien el DPS estrenó directora, Cielo Rusinque, que se venía desempeñando en ese cargo, no pudo aterrizar como jefa del despacho presidencial. Su imprudencia al confirmar a medios su nombramiento provocó que el jefe de Estado diera marcha atrás a su decisión. 

Aún así, Petro terminó repartiendo el tiempo de Sarabia entre administrar la chequera de inversión social del país y administrar parte de su agenda como en los viejos tiempos. Sarabia se encargó en el segundo semestre del año pasado, de reuniones claves del mandatario con actores políticos y empresariales.

Memorable fue su aparición en la icónica foto de la reunión entre el presidente Petro y los cacaos empresariales: Luis Carlos Sarmiento, Alejandro Santo Domingo, Carlos Ardila, entre otros. Laura Sarabia se encargó, junto con el consejero presidencial Juan Fernández, de propiciar el histórico encuentro en la casa de huéspedes ilustres de Cartagena.

Reunión Petro con empresarios en Cartagena

La próxima directora del Dapre también apareció para tratar de apagar el incendio por la pérdida de los Juegos Panamericanos. Sarabia fue una de las interlocutoras con el alcalde Alejandro Char, y él mismo se encargó de agradecerle al mandatario y a su mano derecha:

“Agradecemos al presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia y a todo su equipo de Gobierno por acogernos en Casa de Nariño y mostrarle al mundo todo su compromiso con los Juegos Panamericanos Barranquilla 2027”, dijo Char el 9 de enero de 2024.

El regreso de Laura Sarabia a la diestra del presidente plantea entonces el interrogante de cuál será el rumbo del Gobierno, por lo menos durante 2024. Si el de un diálogo pragmático que le permita a Petro abrir su margen de maniobra, o si la ruta de una radicalización hacia una Casa de Nariño cada vez más cerrada al círculo de confianza del jefe de Estado y creyente en la teoría del golpe blando. Como siempre, Laura Sarabia es la aguja de la brújula presidencial.

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