Los otros procesos que se vienen contra Nicolás Petro

Haber desistido de su compromiso de colaborar con la justicia le va a salir caro a Nicolás Petro. Los investigadores del despacho del fiscal Mario Burgos trabajan con pasos de gigante para llamarlo a responder próximamente ante un juez de garantías por otros delitos que habría cometido y que fueron expuestos en las conversaciones y chats entre él y su expareja Day Vásquez, los cuales reposan en los archivos del ente acusador.

CAMBIO tuvo acceso a las indagaciones más avanzadas que están relacionadas con delitos como falsedad en documento privado, fraude procesal y delitos asociados con la corrupción electoral y corrupción en la contratación. Así van los procesos en su contra.

La primera indagación a la que CAMBIO tuvo acceso es la que se originó en mayo del 2022, por información que dio una fuente en la Fiscalía en la que hablaba de que el entonces diputado Nicolás Petro estaba tratando de justificar los dineros que habrían entrado a sus arcas provenientes del exnarcotraficante Samuel Santander Lópesierra, conocido como el Hombre Marlboro; de Gabriel Hilsaca, hijo del 'Turco' Hilsaca y de Óscar Camacho, empresario poderoso de Cúcuta. 

La fuente dijo a la justicia que Nicolás Petro estaba tratando de justificar su patrimonio a través de documentos falsos que saldrían, supuestamente, de Seguridad Privada Lost Prevention, una empresa de seguridad que presta servicios de escoltas y carros blindados en Barranquilla y que pertenece a Lilian Dolores López Romano. Para los investigadores, el joven político pudo haber incurrido en el delito de fraude procesal, pues quiso engañar a las autoridades para que no descubrieran el enriquecimiento ilícito y el lavado de activos por el que ya fue imputado.

“A través de esa empresa están creando documentos falsos, letras, registros y todo lo que se pueda para que Nicolas pueda justificar el ingreso y la procedencia del dinero que la ex esposa dijo que recibió, sé que están firmando pagarés y que ese dinero se registraría en la empresa como préstamos y aportes a campañas. Ellos están hundiendo esa investigación protegiendo a esta gente, ya que son sus aliados políticos y ellos prometieron que, si salía bien esa situación, les iban a dar un contrato grandísimo con el Gobierno Nacional, porque, si Nicolás Petro se salvaba de ese tema y alcanzaban la alcaldía de Barranquilla o la gobernación del Atlántico, con ellos harían la contratación en caso de ganar”, dijo la fuente en la Fiscalía.

El segundo proceso tiene que ver con falsedades en documentos públicos y privados. CAMBIO tuvo acceso a algunas de las pruebas que tienen los investigadores en las que se puede ver cómo el exdiputado habría puesto en su hoja de vida experiencia laboral falsa. En la siguiente foto se ve cómo – de puño y letra– Nicolás Petro puso en la hoja de vida que entregó a la Asamblea que, de mayo de 2013 a agosto de 2018, trabajó como asesor en el Grupo Energía Delta LTDA.

Sin embargo, en una inspección realizada a esa empresa, el señor Henry Antonio Patiño Poveda, como representante legal, certificó que Nicolás no ha tenido ningún vínculo laboral, contractual o de asesoría con esta compañía, así como tampoco se le habían realizado pagos por ningún concepto, en el periodo comprendido entre enero de 1998, fecha de creación de la empresa, y la fecha de expedición de dicha certificación. Así consta en la siguiente foto de la certificación.

Pero no es todo lo que hay en la indagación por falsedades. Fuentes del proceso aseguraron a CAMBIO que Nicolás Petro y su exesposa Day, quien ahora es la testigo principal en el caso, “habrían obtenido certificaciones falsas para justificar su patrimonio en la declaración de renta de los años 2020 y 2021”. 

Al haber presentado los documentos falsos ante cualquier autoridad, no sólo habrían cometido el delito de falsedad ideológica en documento público y privado, sino que también podría configurarse el delito de fraude procesal.

Una de las indagaciones más extensas es la que tiene que ver con corrupción en la contratación. Específicamente cómo, al parecer, a través de contratos habrían salido coimas para Nicolás Petro y su círculo cercano. Esas pesquisas también iniciaron por las conversaciones entre él y su exesposa Day Vásquez.

“Otra discusión que se suscitó entre Nicolás y Daysuris el 18 de junio de 2022, dejó entrever que ellos al parecer se estarían beneficiando de contratos con la Gobernación de Atlántico (como con la Fundación Conciencia Social), ya que Daysuris le reclamó a Nicolás por haber puesto un mensaje en Twitter en contra de los Char; en medio de la discusión, Daysuris le dijo que no podrían ganárselos de enemigos, ya que ellos eran los que los habaían venido ayudando; que de ser así y quedarse sin dinero, no le pidiera a ella que diera la cara para pedir contratos. Nicolás enfatizó en que la que los ayudaba con eso era Elsa (Elsa Noguera - Gobernadora del Atlántico); Daysuris le dice a Nicolás que los Char saben que Elsa los ayuda”, consigna uno de los informes de policía judicial que reposa en el proceso.

Sobre este punto, los investigadores han avanzado mucho más. Según las fuentes, Nicolás Petro logró que a la Fundación Conciencia Social, representada por Gustavo de la Ossa, le dieran 11 contratos por un total de 6.542 millones de pesos. De la Ossa dijo en entrevista con W Radio que no se han pagado coimas y que los contratos se han ejecutado en su totalidad.

Sin embargo, las pruebas de ese proceso, de nuevo, salieron del celular de Day Vásquez. Por ejemplo, hay una conversación del 19 de agosto de 2021 que Day le envía a Nicolás, en la que su contacto Gustavo de la Ossa le asegura que ya le llegó el contrato y que iba a solicitar las pólizas. En esa conversación, según las fuentes, hablaban del contrato que el departamento del Atlántico le dio a la mencionada fundación con el fin de “aunar esfuerzos en la implementación de la modalidad de centros de vida móviles para la atención a las personas mayores mediante acciones de orientación psicosocial”.

Dicen las fuentes judiciales que, de los 400 millones de pesos del valor del contrato, se le dieron 120 millones de pesos a Day Vásquez, y 40 millones de pesos a Gustavo de la Ossa y Pedro Name, para un total de 160 millones de pesos. También hay otros contratos con la gobernación que están siendo objeto de indagación.

Por si fuera poco, la Fiscalía también indaga a Nicolás Petro por la eventual comisión de delitos electorales. 

En varias conversaciones interceptadas con su exesposa Day, hablaron de sacar el efectivo que tenían en su casa porque estaba rotando una información de Whatsapp en la que hablaban de compra de votos. 

Esta indagación se suma a la que abrió la Fiscalía a raíz de lo que se conoció en las audiencias preliminares contra Nicolás Petro y su ex Day por enriquecimiento ilícito y lavado de activos, en las que el joven político habló de que “altas sumas de dinero de grandes empresarios” entraron a la campaña política de su padre, las cuáles no fueron reportadas debidamente ante la autoridad electoral correspondiente. 

En esa arista de la indagación sobre cómo se movieron los dineros de la campaña en la región Caribe, los investigadores tratan de profundizar en la relación entre el empresario Euclides Torres con miembros de la campaña del hoy presidente Gustavo Petro y, específicamente, con Nicolas Petro, el excandidato a la gobernación del Atlántico Máximo Noriega y el exembajador Armando Benedetti.

Dentro de las peticiones de los investigadores en esa indagación está la de escuchar en declaración a “Rodrigo Ramírez, Armando Benedetti, Adelina Guerrero, Máximo Noriega, Nany Pardo, Luis Diaz y Michell Romero”.

Así las cosas, Nicolás Petro no la tiene nada fácil, teniendo en cuenta que parte de las pruebas en su contra son las propias conversaciones que sostuvo con la que hasta hace unos meses era su compañera sentimental. El testimonio de Day Vásquez ha sido clave para que los investigadores le sigan los pasos del pasado al joven político que ahora, con recursos jurídicos, busca que le quiten el proceso al cuestionado pero bastante curtido fiscal Mario Burgos.