
Así se vivieron las marchas en Bogotá: apoyo a una reforma que se hundió y el inicio de la campaña
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Como antesala del hundimiento de la reforma laboral en el Congreso, el presidente agitó a sus bases sociales, que salieron a marchar. Muchos dicen estar dispuestos a votar la consulta popular que abre la puerta a la campaña para las elecciones presidenciales y del Congreso. ¿Qué sienten quienes salieron a manifestarse?
Por: Claudia M. Quintero

Eran las 8:30 de la mañana y en el Parque Nacional de Bogotá ya estaban cientos de integrantes de la minga indígena preparados para marchar hasta la Plaza de Bolívar en “defensa del pueblo”, como decían entre ellos. Casi todos llevaban sus pañoletas rojas con verde y algunos también tenían el tradicional bastón de mando, un símbolo de autoridad.
Mientras unos hacían filas para reclamar su desayuno, otros sostenían banderas y pancartas con el mensaje “Las reformas se aprueban en la calle”.
Esa era su consigna y la de casi todos los que le hicieron caso al presidente y salieron a manifestarse este martes, 18 de marzo, para invitar al Congreso a aprobar la reforma laboral que unas horas después terminó hundida. Pero, como bien lo dijo el ministro del Interior, Armando Benedetti, con ese hundimiento, les dieron “la papaya” para sacar adelante la consulta popular y arrancar la campaña de cara a 2026. Eso quedó demostrado en las marchas.

“La consulta hasta ahora va”: el llamado del ministro de Trabajo
Uno de los primeros políticos en llegar al Parque Nacional fue el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino. En medio de saludos y abrazos a los manifestantes que, a esa hora, empezaban a llegar, aseguró que son justo quienes se oponen a la reforma los que llevaron al Gobierno a convocar a sus bases a las calles para impulsar la consulta y, en el fondo, la campaña.
“La consulta hasta ahora va. Nosotros estamos elaborando las preguntas […] Pero quienes nos han puesto en esta circunstancia de convocar al ciudadano, al constituyente primario, son quienes han pretendido poner en marcha un bloque institucional a las reformas sociales”, enfatizó el jefe de la cartera de Trabajo, que en tono con asistentes a la marcha, tenía una pañoleta de la minga indígena que le puso uno de los manifestantes.
Sanguino también aseguró que incluso si el Congreso cedía, ellos no iban a eliminar ningún punto central de esa reforma y con eso demostró que, tal como dijo Benedetti, ya la pelota estaba en las calles. El Congreso, entonces, solo estaría para ratificar el hundimiento de la reforma, pero no para detener el impulso que aún tiene Petro en las calles.

Los alfiles del petrismo se consolidan en campaña para 2026
Por la carrera Séptima en Bogotá desfilaron varios de los alfiles del progresismo que quieren ganarse el visto bueno entre electores y directivos de los partidos para ser el candidato del Pacto Histórico o de la izquierda a la Presidencia.
Y si ya se venían moviendo, las marchas de este martes se convirtieron casi que en el banderazo público inicial para esa competencia. ¿Qué podría ser mejor para un sector que defiende las causas sociales que comenzar campaña en la calle? Seguramente nada, porque quizá es ahí donde se sienten más cómodos.
Por eso, este martes vimos en las marchas a la exministra de Ambiente Susana Muhamad defendiendo las reformas, impulsando la consulta y diciendo que si el Congreso no quiere, pues será el pueblo el que decidirá el futuro de las normas laborales de este país. Pero, en el fondo, también impulsando una eventual candidatura suya a la Presidencia.
“Por eso entramos en una campaña para lograr esa consulta popular ya y el Congreso tendrá que reflexionar si va a escuchar las calles, si va a escuchar al pueblo o le va a negar el derecho a la consulta”, enfatizó.
También estuvo marchando Carolina Corcho, exministra de Salud, y una de las voces que suena en los sectores más radicales de la izquierda para ser candidata presidencial. Ella, por ejemplo, se manifestó junto a integrantes del magisterio con la bandera de defender la reforma a la salud que sigue en la Comisión Séptima del Senado y que, si nada extraordinario ocurre, correría la misma suerte de la laboral. Es decir, podría terminar hundida.
Otro de los alfiles que estuvo en las marchas fue Gustavo Bolívar, actual director del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y quien también suena entre congresistas y políticos del Pacto como uno de los posibles candidatos para 2026. Se trata de una de las figuras de la izquierda que puntea en las encuestas, pero los 570.000 votos que obtuvo cuando se lanzó a la Alcaldía de Bogotá podrían poner en juego que el Pacto se decida por él. Además, no ha renunciado a su cargo y no ha confirmado su candidatura. Habrá que esperar qué ocurre de aquí al 30 de mayo, la fecha límite que tendría para renunciar al puesto y no quedar inhabilitado.

Por las calles, pero más cerca de Petro, también estuvo María José Pizarro, quien es una de las figuras del petrismo que ya es casi cantado que será candidata presidencial en la consulta del Pacto Histórico. Ella, por ejemplo, se les adelantó a sus compañeros, porque desde hace unas semanas comenzó una gira por varias regiones y este lunes salió con el presidente Gustavo Petro en la tarima.

Para algunos manifestantes, la marcha de este martes no tenía que ver con las elecciones. “El principal motivo para marchar es que la gente trabajadora tenga derechos. Como ocho senadores no quieren que se apruebe, pues nosotros apoyamos una consulta popular en la que sea el pueblo el que decida los cambios que quiere”, dijo una de las manifestantes. Y, entre gritos, pitos y cánticos, era el mismo reclamo de muchos.
Sin embargo, también es claro que es el arranque oficial de la campaña. Por lado y lado. Primero, porque los posibles candidatos del Pacto están midiendo su capital en las calles y eso los ayudará a consolidarse de cara a la consulta popular que esa colectividad espera hacer entre octubre y noviembre de este año, como le dijo el representante David Racero a este medio. Además, en los primeros tres meses de 2026 esperan sacar adelante la consulta del Frente Amplio del progresismo. Es decir, con los partidos que están lejos de la unidad del Pacto, pero se mantienen en la izquierda y, seguramente, podrían participar en esa segunda consulta.
El Petro cómodo agitando a sus bases en las calles

El presidente Gustavo Petro, visiblemente emocionado, llegó a tiempo a la tarima que estaba en la Plaza de Bolívar para hablarle a sus bases, las que agita con insistencia y frente a quienes se siente más cómodo hablando.
Con un discurso un poco predecible, en el que habló de las luchas sociales, los trabajadores, García Márquez, Jesús, Joe Arroyo, el bloqueo institucional y el pueblo, el jefe de Estado dejó claro que el Congreso ya no les interesa y que su último año de mandato será así: con una consulta popular retadora y en las calles.
“[...] Arranca la consulta popular. La movilización es permanente y creciente y tendrá su máximo el día de la discusión en la plenaria del Senado, donde cada congresista tendrá que recordar que no es más que un simple representante del pueblo y debe obedecerlo. Si no es así, entonces el pueblo lo sacará del Congreso, como tiene que ser”, dijo el jefe de Estado, luego de asegurar que no estaba hablando carreta.
Movilizar las bases de Petro con la excusa de la consulta es una jugada que bien podría salirles mal, porque hay que recordar que la plenaria del Senado debe aprobar el mecanismo, pero que, sin duda, les deja el beneficio de arrancar campaña desde el atril de la Presidencia y eso, en todo caso, es una pequeña victoria. Mucho más en medio de cientos de personas que llenaron la Plaza de Bolívar y que cantaban arengas para mostrar su disposición a la defensa de esa consulta que estará en los titulares de los próximos meses.
