Mario Burgos: el poderoso fiscal contra Nicolás Petro y Day Vásquez

Mario Andrés Burgos es un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá, adscrito a Seguridad Ciudadana y de la entraña de la vicefiscal Martha Mancera. Es el funcionario más destacado de esta administración y en su despacho están algunos de los casos más mediáticos como el de la poderosa exdirectora de Finanzas Criminales de la Fiscalía, Ana Catalina Noguera, investigada por conexiones con un narcotraficante acusado de vender pausas en procesos de extinción de dominio; el de los homicidios del estilista Mauricio Leal, el fiscal paraguayo Marcelo Pecci y el de María Mercedes Gnecco, y finalmente, tiene la papa caliente de demostrar la presunta responsabilidad de Nicolás Petro en los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.

Lo que pocos saben de Burgos es cómo pasó de ser un juez en Tumaco a un fiscal delegado ante Tribunal, uno de los cargos más codiciados en la entidad.

Según fuentes de CAMBIO el próspero recorrido que ha tenido Burgos en la Fiscalía es por cuenta de su cercanía con dos poderosos. En pasadas administraciones, con el entonces director nacional de Seccionales y de Seguridad Ciudadana Luis González y en la actualidad, con la vicefiscal general de la nación, Martha Mancera. Mancera es quien lo ha llevado a la cúspide de su carrera por cuenta de los encargos que le ha hecho. 

Burgos llegó a la Fiscalía en el año 2014 gracias a que Luis González le ofreció una oportunidad como fiscal seccional en Pasto. En esa seccional conoció a su hoy jefa, Luisa Obando, delegada para la Seguridad Ciudadana, quien cumplía funciones de asistente de González. Después de unos meses, fue nombrado fiscal especializado en organizaciones criminales.

Pero su camino empezó a ser realmente próspero en el 2017 cuando se fue a trabajar con la hoy vicefiscal Martha Mancera en la Unidad Especial de Investigación, en la que tenían como prioridad el esclarecimiento de crímenes contra excombatientes y contra defensores de derechos humanos. En esa unidad, también trabajaron con Obando. 

Fue en la administración del actual fiscal general, Francisco Barbosa, que Burgos, Mancera y Obando llegaron a la cúspide de su carrera. Cuando Mancera fue nombrada como vicefiscal, por recomendación de la entonces directora ejecutiva de la Fiscalía, Marcela Yepes, Obando subió como directora para la Seguridad Territorial y Burgos, pasó a trabajar en esa misma unidad como fiscal delegado ante el tribunal. Hoy en día los tres son inseparables.

El poder de Burgos quedó expuesto públicamente al iniciar el mes de julio cuando se conoció que usó el avión del fiscal general francisco Barbosa para trasladar a San Andrés al abogado José Manuel Gnecco, miembro de una prominente familia, acusado de matar a su esposa María Mercedes Gnecco, quien además era su prima. Según fuentes del Inpec y del Gobierno, el envío no era necesario porque la diligencia en San Andrés se había podido adelantar de manera virtual. Cada hora de vuelo en un avión como el del fiscal cuesta 20 millones de pesos. Así es que el viaje de ida y vuelta al archipiélago se estima en cerca de 100 millones de pesos, sin contar el costo de la espera. El uso de ese avión por otro funcionario que no sea el fiscal es un mensaje de poder.

Hoy ellos son los que mandan en la Fiscalía. Francisco Barbosa en muchas ocasiones parece un subalterno de la vicefiscal Mancera.