
“Si gano la presidencia, cierro el Congreso y convoco a una constituyente”: Daniel Quintero
Daniel Quintero, aspirante presidencial.
Crédito: Colprensa
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El exalcalde de Medellín, imputado por la Fiscalía por peculado por apropiación y prevaricato por acción, afirma que nada detendrá su candidatura a la presidencia. “Va a haber petrismo durante los próximos cien años”, dice. También lanza críticas contra Gustavo Bolívar y Carlos Carrillo, a quienes define como miembros del ‘soviet del Park Way’ bogotano. Entrevista.
Por: Armando Neira

El pasado martes, la Fiscalía imputó cargos al exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación y prevaricato por acción. Esto, en el marco del caso conocido como Aguas Vivas, un predio en el que se planeaba construir un ecoparque, pero que terminó en un conflicto judicial. Según Quintero, se trata de un nuevo obstáculo en su aspiración presidencial.

CAMBIO: ¿Cómo recibe la decisión de la Fiscalía?
DANIEL QUINTERO: Hace parte de una persecución política muy evidente: es un proceso politizado. El contrato no lo firmó nuestra administración, sino el gobierno del alcalde Federico Gutiérrez. A los políticos siempre los acusan de firmar contratos, a nosotros de terminarlo y de no pagarlo. Por eso, la fiscal se metió una enredada tremenda. En lugar de imputar al gobierno de Fico, vienen por nosotros.
CAMBIO: Pero, ¿por qué señala al actual alcalde Gutiérrez?
D.Q.: Porque él fue quien firmó el contrato. Y no solo el de Aguas Vivas, sino que hizo lo mismo con otros lotes, denuncia que hicimos en 2022: el gobierno de Federico Gutiérrez cogía lotes, los sobrevaloraba, y luego los recibía la alcaldía de Medellín como obligaciones urbanísticas enriqueciendo a los privados. Eso es lo que llamamos el “cartel de los lotes”. Por si fuera poco, en 2024 Gutiérrez contrató a la fiscal que llevaba el caso, la trasladó a su despacho, y la Fiscalía de Medellín decidió desviar la investigación. Eso es lo que está quedando en evidencia.
CAMBIO: Según usted, ¿con qué objeto?
D. Q.: En un intento por sacarnos de la candidatura presidencial, porque saben que si llegamos a la presidencia, vamos a meterlos a la cárcel. No solo por Aguas Vivas, sino por Hidroituango, por sus alianzas con la Oficina de Envigado y por los otros escándalos de corrupción que este país ya conoce.
CAMBIO: Pero, de todas maneras, la Fiscalía le imputa dos delitos a usted. ¿Cómo impacta su campaña?
D. Q.: Como una gran oportunidad. A nosotros nos tiran piedras, las recogemos, las levantamos y sobre ellas armamos la plataforma para transformar el país y resetear la política. Vamos a transformar la política y la justicia en Colombia.
CAMBIO: Usted menciona que tiene el apoyo de la gente de Medellín, pero en las elecciones, su candidato, Juan Carlos Upegui, quien se enfrentó a Gutiérrez, obtuvo solo el 10 por ciento de los votos. ¿Cómo interpreta ese resultado?
D. Q.: Lo primero es ver la última encuesta de Invamer, que justamente salió cuando nos iban a imputar. Subimos en apoyo popular. Más gente nos respalda porque saben lo que está pasando. ¿De dónde vienen nuestros votos hoy? Somos el segundo mayor electorado de Antioquia, e incluso diría que somos el primero, especialmente entre los jóvenes. Estamos recuperando el apoyo en Medellín y, poco a poco, ganando terreno a nivel nacional.
CAMBIO: También, según las encuestas, la gestión de Gutiérrez es muy bien valorada por los ciudadanos de Medellín. ¿Cómo explica eso?
D. Q.: Aunque las encuestas, como la de Guarumo, una encuestadora muy de derecha, le den un 54 por ciento, en realidad ha caído drásticamente desde el 89 por ciento que tenía hace un año y medio. Esa caída en picada es producto del descontento ciudadano. Él, como alcalde, en lugar de gobernar, se dedicó a pelear. Nunca un alcalde ha tenido tanta plata. Pero no ha hecho nada. Es un alcalde incapaz de gestionar. Ni siquiera un concierto de Shakira pudo organizar bien.
CAMBIO: El alcalde Gutiérrez ha dicho que la gestión de él, entre otras cosas, se ve obstaculizada por el Gobierno nacional, específicamente por el presidente Petro. ¿Qué opina usted sobre esto?
D. Q.: Un alcalde tiene que saber para quién trabaja. El alcalde trabaja para la gente. Yo, por ejemplo, podía tener muchas diferencias con Duque, pero no me puse a pelear con él. Al contrario, durante la pandemia, trabajamos juntos porque lo que estaba en juego era la vida de las personas. El problema con Fico es que se ha empeñado en hacer oposición al gobierno nacional, buscando atención a nivel nacional. Puede que le sirva electoralmente, pero no le sirve a la ciudad.
CAMBIO: Pero el alcalde Gutiérrez, como otros mandatarios de grandes capitales, dice que necesita herramientas para combatir la inseguridad provocada por la organización criminal del Tren de Aragua, mientras el presidente Petro pide “comprensión” y “amor” para esos jóvenes...
D. Q.: La memoria a veces es corta. Si alguien ha tratado con “amor” a los grupos criminales ha sido Fico. No olvide que su secretario de Seguridad fue condenado por tener una alianza con la Oficina de Envigado, montando operativos falsos para dar la impresión de que combatían la delincuencia. Él ha sido muy indulgente con los criminales.
CAMBIO: En su caso, ¿cuál sería su estrategia para enfrentar la inseguridad?
D. Q.: Enfrentar a la criminalidad con firmeza. Y no negociar con ellos. Se debe luchar por el bienestar de la gente, no por intereses personales ni políticos. Este país lleva décadas siendo gobernado por mafias corruptas. ¿Quiénes han sido más cercanos a los grupos criminales que esas mafias? ¿Qué hice yo cuando llegué a Medellín? Dije: “Se acaban las alianzas criminales”. Acabamos con la “donbernabilidad” que venía desde Sergio Fajardo, que resultó en la captura de Villegas durante el gobierno de Federico Gutiérrez. Así era esa “donbernabilidad”.
CAMBIO: ¿Usted señala de responsables de eso a Fajardo y a Gutiérrez?
D. Q.: Todos saben de ese proceso en Medellín, lamentable, que mató a miles de jóvenes. Con el apoyo de los gobernantes, jóvenes fueron asesinados. Mi gobierno dijo: “Eso se acaba”. Creamos la Secretaría de la No Violencia, nombré a un general de la República como secretario de Seguridad. Pusimos tecnología como nunca antes, y los resultados son indiscutibles. ¿Quién me puede decir que no bajamos un 42 por ciento los homicidios? Los datos están ahí.

CAMBIO: Usted alaba su gestión, pero al final quienes dictan sentencia son los electores, y ellos le dieron escasamente el 10 por ciento de los votos al candidato que usted apoyó. ¿Qué piensa de eso?
D. Q.: La elección fue particular, llena de engaños y mentiras. Hoy, la gente en Medellín reconoce que los engañaron. Dijeron que había un déficit económico en la ciudad, pero eso era falso. Afirmaron que había muchas irregularidades en nuestra alcaldía. Al final, se inventaron la imputación que ahora se les está cayendo. Y confieso también que no le pagué a los medios. Fico y otros son expertos financiando medios. Yo no. Esa plata me la gastaba en la gente. Por eso los resultados fueron tan buenos, pero también por eso los ataques mediáticos fueron tan fuertes.
CAMBIO: ¿Por qué?
D. Q.: Los dueños de Hidroituango compraron El Colombiano. Eso debería ser un escándalo.
CAMBIO: El Colombiano es propiedad de varios empresarios que quisieron invertir en un medio referente del departamento.
D. Q.: Entre ellos está el presidente de la junta directiva de Hidroituango, que acaba de ser imputado por corrupción. Colombia no quiere más esta 'guachafita' donde hacen lo que les da la gana. Eso es lo que vamos a transformar.
CAMBIO: Pero El Colombiano es un periódico de mucho prestigio, y que hace un periodismo muy serio.
D. Q.: Permítanme reírme un momento. Qué pena. Me río, pero me río mucho.
CAMBIO: Usted ha dicho que en Medellín y en Antioquia no aceptan la diferencia, el debate. ¿Usted cree que allá eso es lo que se hizo con usted?
D. Q.: Sí. Y lo que hicieron conmigo en Medellín, lo están haciendo hoy con el presidente Petro. No se trata solo de vencerlo en 2026, sino de evitar que alguien se atreva jamás a impulsar por una política diferente.
CAMBIO: A propósito del presidente Petro, él decía en campaña, cuando era candidato, que necesitaba más de cuatro años para consolidar su proyecto político, y que en ese camino quien debía recibir la posta era usted. ¿Cómo va eso?
D. Q.: Cuando hago una campaña, pienso en convencer a las mayorías y, ojalá, a todo el mundo. Incluso a lo que yo llamo una derecha sana. No es izquierda ni derecha, lo que realmente importa es que al país le vaya bien. Este país necesita resetear el sistema, con una constituyente. Porque las instituciones que existen hoy fueron creadas para mantener el statu quo, para que todo siga igual: que los pobres sigan igual y los que tienen algo sigan igual. Necesitamos cambiar eso para que a todos nos vaya bien.
CAMBIO: ¿Si usted llega a la Presidencia, llevaría al país a una constituyente?
D. Q.: Sería mi primera acción. Estoy convencido de que este país ya necesita renovar su Constitución. Lo hicimos en 1991 y en su momento fue importante con respecto al país que teníamos. Aunque hay defensores a muerte de la Constitución de 1991, esa Constitución ya murió. No está preparada para enfrentar los retos de hoy, y mucho menos los del futuro. ¿Qué se viene, no solo para Colombia, sino para el mundo? Lo que está pasando en Estados Unidos no es un accidente. Las tarifas o los aranceles que están imponiendo no son un accidente. Estamos entrando en una nueva era.
CAMBIO: ¿Y luego?
D. Q.: La pregunta es: ¿en Colombia estamos dando los pasos para enfrentar lo que se viene? No.
CAMBIO: Pero, ¿cómo se puede transformar y enfrentar esas realidades con una Constitución nueva?
D. Q.: Pues lo primero es que hay que cerrar el Congreso. Este Congreso no cambia ni deja que el país cambie. Es un Congreso que solo se une para lo malo. Cuando hay que aprobar algo malo para la gente, piden 3.000 millones de pesos. Y para algo que es bueno para la gente, piden el doble. Es un Congreso que no representa al país. Gano la Presidencia, cierro el Congreso y convoco a una constituyente para resetear este país, porque, así como está, el país no funciona. No hay que tenerlo miedo a esta generación. Esta generación está lista para plantear una nueva institucionalidad.
CAMBIO: El poder se obtiene con votos. ¿Cómo va a hacer usted para convencer a los electores con este discurso, cuando dentro de la misma izquierda tiene tanta oposición? Carlos Carrillo, director de la UNGRD, dice que no votaría por usted ni para la administración de un conjunto residencial, y que no le da la mano porque teme que le robe el reloj.
D. Q.: Carrillo dice que yo no soy de izquierda. Y la verdad es que nunca he pretendido ser de izquierda. Más que de izquierda o derecha, soy un ingeniero que resuelve problemas. Si un problema necesita una tuerca de izquierda o de derecha, pongo la que funcione. Y así lo he hecho siempre. A mí me atacan desde la izquierda, especialmente desde la izquierda bogotana.
CAMBIO: ¿Por qué?
D. Q.: Yo los llamo el ‘soviet del Park Way’ bogotano. Forman una élite rara que se acostumbró a una vida chévere, tomando vinito en Chapinero, mientras muchos de nosotros, en las regiones, en el marco de fronteras invisibles, donde nos citaban para matarnos, tuvimos que abrirnos camino. Yo me gané la independencia creando empresa, y con esa independencia económica hice política sin pedirle plata a empresarios para financiar mi campaña, ninguna de mis campañas. Esa independencia hace que me vea un poco arrogante porque yo no tengo que pedir permiso, como no le voy a pedir permiso a esa izquierda para llegar a la presidencia.
CAMBIO: Claro, pero en esa dinámica, ¿cuál va a ser su camino? Si lo que usted menciona como el ‘soviet del Park Way’ bogotano no lo quiere, ¿qué rumbo va a tomar? ¿Usted va a participar en la consulta del Pacto Histórico o se va a ir por firmas?
D. Q.: Yo siempre me he elegido independiente, sin partido, sin jefes políticos. Así lo hice en Medellín, así ganamos la elección más difícil de ganar en Colombia. Después de haber votado por Petro en 2018, me lancé en Medellín y todo el mundo decía: “Es imposible que gane allá”. ¡Imposible! ¿Cómo va a ganar allá, por Dios? Y ganamos con la mayor votación en la historia y elegimos al alcalde más joven de la historia de Medellín. Y dimos resultados.

CAMBIO: ¿Cómo va a hacer?
D. Q.: Si nos dejan, si nos permiten entrar a las consultas, me enfrentaré contra quienes quieran participar en la consulta de marzo. En marzo habrá una consulta, y los ciudadanos vamos a salir a votar y a escoger a quién queremos que pase a la primera vuelta para unificar fuerzas. Pero, si no me dejan, pues me voy solo.
CAMBIO: ¿En la consulta del Pacto Histórico de octubre usted no va a participar?
D. Q.: No. Esa es la de Carrillo y (Gustavo) Bolívar y otros. A esa no voy, que no es el movimiento que eligió a Petro, hay que decirlo. A Petro lo eligió unos movimientos más abiertos.
CAMBIO: El presidente Petro ha pedido a sus seguidores que se unan para tener un movimiento más cohesionado, más robusto, para poder competir. Y usted dice que se va a ir solo...
D. Q.: En octubre va a haber una consulta, esa es la consulta del Pacto Histórico, pero no del mismo Pacto que eligió a Petro, porque eso ha cambiado mucho. A Petro lo eligieron muchos sectores, no solo ellos.
CAMBIO: ¿Y quién cree que va a ganar en esa elección del Pacto en octubre?
D. Q.: Yo creo que será Gustavo Bolívar. Aunque, para mí, María José Pizarro sería una excelente candidata.
CAMBIO: ¿Mejor que Bolívar? ¿Por qué?
D. Q.: Porque, en política, hay que sumar. El sectarismo puro, ese que ataca a todos sin razón, no ayuda. Aunque también debo decir que él le ha ido bajando.
CAMBIO: Como a Carrillo, ¿usted tampoco quiere a Bolívar?
D. Q.: Pero, ¿cómo voy a odiar a alguien que no conozco?
CAMBIO: ¿Si Bolívar gana la consulta del Pacto Histórico, qué opciones le ve?
D. Q.: En las elecciones no siempre las cosas funcionan como deberían ser. Un ejemplo: una cosa es Bogotá, una ciudad progresistas, y Bolívar perdió. Ni siquiera alcanzó un puesto en el Concejo de la ciudad. Bolívar tiene que trabajar en varios temas, como la división constante, que hace mucho daño. La política es para sumar, no para dividir. Aunque también hay quienes se alimentan de la derrota y creen que, si pierden, están demostrando lo buenos que son. Yo no veo la derrota como una forma de validarse. Cuando uno pierde, debe analizar qué hizo mal.
CAMBIO: ¿Usted lo hizo cuando perdió las elecciones en Medellín?
D. Q.: Sí. Yo hice un análisis profundo cuando no logramos la continuidad en Medellín, a pesar de los buenos resultados en seguridad, empleo y educación. Aprendí mucho de eso. Creo que esa reflexión fue lo que me impidió entrar al gobierno de Petro. El presidente me invitó, pero le dije que aún debía reflexionar sobre Medellín, porque, si entraba al gobierno de inmediato, no habría podido hacer esa reflexión. Mi vida ha sido de retos y de aprender de ellos.
CAMBIO: ¿Usted entonces va a ir hasta marzo, cuando son las consultas interpartidistas?
D. Q.: Yo voy a seguir en mi camino independiente. ¿Por qué? Porque creo que, para ganar la Presidencia no se le puede tener miedo a ninguna elección. Y si Claudia (López) y otros me invitan a una consulta, voy porque no le tengo miedo a una consulta, pues mi ambición no es simplemente ganar, sino transformar. Y como siempre lo he hecho, voy a recorrer el país recogiendo mis firmitas y proponiéndole algo nuevo. Espero que la gente me acompañe para llegar a primera y segunda vuelta y tener la oportunidad de gobernar este país y resetear la política.
CAMBIO: ¿Y si gana, cierra el Congreso?
D. Q.: Este Congreso mezquino ha protegido los intereses que mantienen a los colombianos en la pobreza, y por eso necesitamos cambiarlo. La reforma laboral es una muestra de cómo el Congreso, en lugar de mejorar la vida de los colombianos, ha estado protegiendo los intereses de unos pocos.
CAMBIO: ¿Usted apoya la consulta popular para aprobar parte del articulado de la reforma laboral hundida?
D. Q.: Sí. Millones de colombianos vamos a salir a decirle a ese congreso de sinvergüenzas, parranda de extorsionistas, que los trabajadores merecen ganen lo que se ganaban antes de Uribe que cuando llegó hizo un montón de desastres.
CAMBIO: ¿Y luego, si gana la elecciones en 2026, mete al país en una Asamblea Nacional Constituyente?
D. Q.: Es necesario convocarla para cambiar el sistema que no funciona. El Congreso actual no está cumpliendo su función y, como he dicho antes, si no cambiamos el sistema, ningún presidente podrá cambiar realmente el país. La corrupción está en el sistema, y mientras no lo reformemos, nada va a cambiar.
CAMBIO: Pero el Congreso es una institución democrática que obtuvo casi 20 millones de votos…
D. Q.: Pues la constituyente va a tener más. ¿Cuál es el problema de cerrar un Congreso que no funciona? Hay que cerrarlo. Vaya y pregúntele hoy a los colombianos qué opinan de ese Congreso que obtuvo 20 millones de votos. Es un Congreso corrupto, que funciona como una banda de extorsionistas.
CAMBIO: ¿Cómo evalúa usted la gestión del presidente Petro?
D. Q.: El presidente Petro es un hombre de ideas universales. Yo voté por esas ideas universales. ¿Quién me va a decir a mí que el planeta no se está acabando? Que este planeta se está deteriorando, que el medio ambiente está siendo destruido. ¿Quién me va a decir a mí que hoy no hay un riesgo a la humanidad con la robótica avanzada, la migración, etcétera? Lo humano empieza a ser cuestionado; el significado del ser humano empieza a ser cuestionado. Pues desde mucho antes, Petro reconoció la importancia de la vida y del ser humano. Empezó con Bogotá Humana y luego habló de Colombia Humana, porque la humanidad hoy es un tema muy importante. Por eso, va a haber petrismo durante los próximos cien años.
CAMBIO: ¿Y el Gobierno en general?
D. Q.: Tengo que ser franco. Una cosa es el presidente Petro y otra cosa ha sido su gobierno. En seguridad, por ejemplo, he sido un crítico de lo que está pasado. No haber entrado al gobierno me permitió ser crítico en algunos temas, dar consejos, porque, cuando uno elige a alguien, lo que debe hacer es darle consejos. El problema es que las ideas del presidente Petro no se están ejecutando ese fue el reclamo que él mismo hizo en el consejo de ministros televisado.
CAMBIO: ¿Cree que con el nuevo gabinete las cosas cambiarán?
D. Q.: Ojalá que esos cambios permitan mejorar.
CAMBIO: ¿Usted también cree que al presidente no lo han dejado gobernar? ¿Qué hay un bloqueo institucional?
D. Q.: No lo han dejado gobernar. Este no es un problema de presidente. Este es un problema de sistema. Yo me imagino a Colombia como un carro. Está el conductor en el carro, ¿cierto?, y hay unos pasajeros que somos todos los colombianos. El carro tiene un sonido raro, y los pasajeros empiezan a decir: “Oiga, ¿sabe qué? Cambien al conductor”. Cambian al conductor y ponen otro. Y sigue el mismo sonido. Ahora, en esta elección, la gente está diciendo: “Hay que cambiar al conductor”. Pero, por qué no más bien paramos, abrimos el capó del carro, revisamos el motor, miramos qué es lo que no está funcionando, arreglamos el sistema y entonces reconocemos que ni Petro va a poder ni nadie va a poder si no cambiamos el sistema. Porque el problema está adentro: es ese sonido que todos estamos escuchando y que, si no arreglamos de fondo, si no reiniciamos, si no le hacemos un 'control + alt + suprimir' a Colombia, no vamos a avanzar. Hay que resetear todo, empezar por cerrar el Congreso, convocar una constituyente y construir entre todos nuestro futuro.
