Tráfico de imprudencias: los errores que hicieron a Irene Vélez insostenible en su cargo

Irene Vélez se convertirá en el décimo nombre del gabinete inicial de Gustavo Petro que no llegará al primer año. El presidente Petro le pidió su renuncia, que será entregada inmediatamente llegue el mandatario de su viaje a Bruselas, Bélgica. 

Los últimos días de la ministra saliente han sido turbulentos por cuenta de dos controversias recientes que involucran a su familia. Primero fue el contrato por más de 100 millones de pesos que firmó su esposo, Sjoerd Van Grootheest, con el Fondo Colombia en Paz para liderar la estrategia de comunicación sobre sustitución de cultivos ilícitos en el país.

Luego, se conoció que Vélez aparentemente habría llamado a un funcionario de Migración Colombia para darle la instrucción de permitir la salida del país de su hijo hacia España para encontrarse con ella, a pesar de no contar con el permiso firmado por ambos padres como exige la ley. Por este hecho, la sala de Instrucción Disciplinaria de la Procuraduría está indagando si efectivamente Irene Vélez persuadió al servidor para que facilitara la salida del país de su hijo y abusó de su posición de poder.

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Irene Vélez: del entusiasmo a los errores

Pero las dos polémicas recientes que precipitaron su salida del gabinete no han sido las únicas que ha tenido la ministra Irene Vélez, tanto que se había ganado la fama de ser intocable después de ver a nueve de sus colegas salir de sus funciones en medio de crisis y remodelaciones ministeriales.

La emoción que generó su nombramiento, debido a su liderazgo ambiental, se fue desmoronando por cuenta de sus declaraciones públicas infortunadas. Tan solo días después de haberse posesionado, la ministra señaló que el país no firmaría nuevos contratos de exploración de gas y que, en caso de que no se pudiera abastecer a la población, la solución sería comprárselo a Venezuela. Ante las recriminaciones de expertos del sector, a quienes les parecía absurdo comprar caro el gas a Venezuela en vez de producirlo barato en Colombia, no tardó en echarse para atrás en su afirmación. Aún así, el fantasma de frenar contratos a futuro de exploración de hidrocarburos sigue rondando constantemente al Gobierno y ha sido aprovechado por sectores de oposición para acusarlo de irresponsable con la finanzas públicas.

En el Congreso Nacional de Minería de 2022, la ministra Irene Vélez volvió a causar controversia por sus declaraciones sobre la teoría del decrecimiento:

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“Nosotros necesitamos exigirles también en el marco de esta geopolítica global a los otros países que comiencen a decrecer en sus modelos económicos, porque de ese decrecimiento depende también que nosotros logremos un equilibrio mayor y que los impactos del cambio climático nos afecten menos”, fueron las palabras de Vélez en el evento. 

A pesar del soporte académico de la teoría con la que comulga, las declaraciones de Vélez se viralizaron en redes sociales y sirvieron para graduarla de idealista e ingenua. Esa misma tarde vino su desplante a los periodistas, cuando se negó a responder las preguntas que le formulaban a la salida del Congreso en el primer debate de moción de censura que tuvo que enfrentar.

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Una semana después, Irene Vélez se equivocó en el monto del déficit que existe en el Fondo de Estabilización de la Gasolina, cuando lo ubicó en unos 10.000 billones de pesos, aunque fue evidente que lo que quiso decir fue 10 billones.

El 12 de septiembre de 2022, su inexperiencia le pasó factura en medio de una intervención en el Congreso. La funcionaria fue advertida por el senador Inti Asprilla de no poder leer lo que iba a decir frente a la plenaria y el episodio nuevamente fue capitalizado en redes sociales por la oposición al Gobierno de Petro. Incluso, el presidente salió a defender a su funcionaria a través de su cuenta de Twitter, en donde hizo un hilo en el que involuntariamente terminó haciendo un recopilado de los desatinos de Vélez.

La llegada de 2023 tampoco fue amable con la ministra Irene Vélez, en especial por sus diferencias con sus subordinados en el Ministerio de Minas y Energía, tanto es así que fue la primera ministra del Gobierno de Petro a quien le renunciaron todos sus viceministros. Entre enero y marzo de este año, Vélez tuvo que buscarle reemplazo al viceministro de Minas, Giovanny Franco, y a la viceministra de Energía Belizza Ruiz, quien salió con profundas diferencias con Irene Vélez, las cuales dejó al descubierto en una entrevista en primicia con CAMBIO.

En esa conversación del 29 de enero pasado, Ruiz acusó a Irene Vélez de mentir, presentar informes falsos y poner funcionarios a dedo en juntas directivas que no cumplen con los requisitos técnicos que exige la ley. 

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"Lo primero que quiero decir es que soy profesora de ingeniería eléctrica en la Universidad Nacional y para mí los principios y la moral son fundamentales en la educación. Realmente sentí que en el despacho del Viceministerio se estaban violando esos principios en el hacer profesional y eso fue lo que en definitiva me motivó a entregar esa carta", dijo Belizza Ruiz.

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La académica y exfuncionaria agregó que “Irene Vélez le mintió al país y al presidente Petro”, en referencia a la controversia que suscitó el llamado informe de balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la transición energética justa, presentado por su despacho. Con ese documento Vélez quiso sustentar, entre otras cosas, que Colombia no necesita nuevas exploraciones de gas porque las reservas para consumo interno podrían alcanzar hasta 2042. Varios funcionarios expresaron su inconformidad por la aparición de sus firmas en el informe a pesar de no estar de acuerdo con lo allí expuesto.

El dossier de errores e imprudencias de Irene Vélez le pasaron factura definitivamente, tanto que su salida parece dar síntomas de confianza y no de crisis principalmente en los mercados y el precio del dólar, ese mismo que hizo subir varias veces con sus declaraciones y salidas en falso.