La ciencia y la tecnología, un asunto importante que también debería ser urgente

Por María Fernanda Gutiérrez (*)

Continúan pasando los días y seguimos intentando luchar contra esta situación política que parece no darse cuenta que el desarrollo de la ciencia en un país es una de sus mejores estrategias para salir de la pobreza, educar a nuestros hijos, fortalecer la industria y la tecnología y lograr “pisar fuerte” ante una comunidad internacional que no piensa que Colombia sea un país de científicos serios, conscientes de que vivimos en un territorio con una magnífica biodiversidad que lo convierte en uno de los laboratorios más importantes del mundo.

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En este momento de nuestro país parecería que ni la ciencia, ni la tecnología, ni la innovación son urgentes, inclusive, no alcanzan a ser importantes a la luz de los presupuestos que tienen y de la importancia que se les da.

Es que conocer a nuestros científicos y evidenciar su potencial, sus conocimientos y su gran preparación para trabajar en temas de ciencia, tecnología e innovación a lo largo del país le abriría al Gobierno los ojos y lo haría aprovechar este inmenso potencial que también lucha por la paz de Colombia. Es en la ciencia donde está la paz. Fortaleciéndola aprendemos a usar nuestros campos haciéndolos más productivos, mejoramos nuestra producción de carnes, leche, huevos, aves y pescados, fuente primaria de proteínas y mejoraríamos nuestros vegetales explotando su diversidad, aprenderíamos a manejar nuestros desechos evitando la contaminación ambiental, en fin, es imposible que a este pequeño párrafo le quepan las bondades de la ciencia y los beneficios que esta le daría a nuestro país si la dejamos, la apoyamos y creemos en ella.
En estos últimos meses he trabajado por estimular la divulgación de la ciencia con el propósito de sacarla de los anaqueles de las universidades y de los lugares donde ella se está llevando a cabo. Todos sabemos la importancia que tiene para los científicos el publicar los resultados de las investigaciones en revistas de impacto internacional, escritos para pares expertos en un idioma muy lejano a lo que la gente entendería. Por eso, me he propuesto que estas instituciones conviertan esos importantes “papers” en documentos hablados, impresos o digitales que lleguen a la sociedad para que esta no solo se entere, sino que se interese, aprenda y ojalá, algún día, pueda llegar a usar estos conocimientos en beneficio propio y de la comunidad. Pero esta propuesta, al igual que fortalecer la ciencia en el país es una propuesta importante pero no urgente.

Y ni hablemos de la tecnología. Esa también esta lejos de llegar a ser importante. No sé a qué horas la convertimos en una actividad de segundo nivel cuando es la herramienta más importante que tiene la ciencia para ser productiva. Hace uno años entendí el significado de una súper palabra: escalar. Es convertir un producto que la ciencia desarrolló en un producto que toda la sociedad pueda utilizar debido a que, gracias al proceso de escalamiento, ahora hay mucha producción. Eso lo hace la tecnología que facilita los quehaceres y nos genera mucho bienestar. Además, tiene algo que le debemos agradecer inmensamente y es que no tenemos que ser expertos en ella para usarla bien y sacarle mucho provecho.

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Los científicos debemos aprender a compartir nuestros hallazgos. Incluyamos a la ciencia en la agenda mediática y vivamos orgullosos de ser lo que somos.

Tenemos que aceptar que, gracias a la tecnología, las cosas han cambiado. Todo el desarrollo de las conocidas TIC ha llevado hasta que tengamos un ministerio, al que le va algo mejor que al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. ¿Será que la ciencia es importante pero las tecnologías son urgentes? No creo. En este momento de nuestro país parecería que ni la ciencia, ni la tecnología, ni la innovación son urgentes, inclusive no alcanzan a ser importantes a la luz de los presupuestos que tienen y de la importancia que se les da.
Como dice el adagio popular, “no hay mal que dure cien años” así que mientras esta época termina propongo seguir trabajando por fortalecer en nuestro país la cultura científica. A los no científicos les corresponde escuchar, leer, encarretarse con la ciencia y apropiarse de ella, tomarla como propia y usarla para entrar en el debate público, tomando decisiones de la mano del conocimiento y no solo de la intuición. Los científicos debemos aprender a compartir nuestros hallazgos, incluyamos a la ciencia en la agenda mediática y vivamos orgullosos de ser lo que somos. Continuemos la lucha por convertir lo importante en urgente y lo urgente en trascendental para llegar a tener un país donde la ciencia sea nuestro motor de crecimiento.

(*) María Fernanda Gutiérrez Fernández es bacterióloga con maestría en Biología, maestría en Comunicación y Doctorado en Ciencias Biológicas. Divulgadora científica, conductora del programa Bitácora de la emisora Javeriana Estéreo.