Qué ha pasado con la Ley cripto en Colombia

Hace unos días Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, volvió a poner el tema de la regulación de criptoactivos sobre la mesa y aseguró que el país avanza en la elaboración de un marco de regulación para las operaciones con criptomonedas, el cual se sumaría a algunas normas secundarias que ya existen para los proveedores de servicios con activos virtuales y sus operaciones, las cuales generan obligaciones de reporte y cumplimiento para estas actividades.
Entre las normas secundarias que rigen los criptoactivos en Colombia se encuentra la circular 022 de 2022 de la Superintendencia Financiera de Colombia, la circular 024 de 2022 de la Superintendencia de Sociedades y la circular 026 de 2022 de la Superintendencia de Industria y Comercio. Es importante recordar que el proyecto de ley más cercano fue aprobado por el Congreso de la República en mayo de 2023 pero se hundió en el Senado, dejando la cuestión nuevamente sin resolver.
CAMBIO habló con Alejandro Beltrán, country manager de Buda Colombia, sobre este tema. Entre otras cosas nos comentó que desde Buda.com han identificado la necesidad apremiante de dar claridad jurídica a la industria cripto, y más importante, asegurar la libertad y derecho de las personas que libre y autónomamente decidan adelantar actividades relacionadas con criptomonedas, además de brindar garantías a todos los usuarios y personas que quieren entrar al mundo de las criptomonedas en el país.
“Es clara la dirección en la que se mueve el mundo por la regulación de las actividades relacionadas con criptomonedas, con expectativa esperamos conocer el nuevo proyecto de ley, que a la fecha no ha sido socializado con el sector privado, el cual permita amplios debates constructivos y abiertos con las entidades pertinentes, así como recoger lecciones aprendidas de iniciativas como el proyecto piloto de operaciones de Cash in Cash Out de la Superintendencia Financiera, que incluyó a entidades financieras vigiladas, plataformas de intercambio de criptomonedas como Buda.com, además de garantizar y proteger estas libertades y derechos referidos, como ocurre en la mayoría de los países”, declaró Beltrán.

CAMBIO: ¿Qué significa para un país como Colombia tener una ley cripto?
Alejandro Beltrán: En Colombia el uso y los distintos actos y acuerdos respecto de las criptomonedas es legal. Sin embargo, mensajes divergentes o contradictorios que han sido transmitidos por privados y ciertas autoridades, han generado barreras de acceso en el intercambio a través de los servicios financieros tradicionales. Vemos con preocupación que los usuarios y empresas se han visto afectados con bloqueos de cuentas bancarias, invitando a la informalidad, la clandestinidad y otros efectos negativos, que por demás, desconocen una realidad global. Si bien en nuestro país contamos con unos principios de regulación que legitiman el uso e intercambio de criptomonedas, incluyendo el ordenamiento jurídico que aplica a cualquier actividad, y entre otros, la circular básica jurídica de la Superintendencia de Sociedades, la resolución 314 de 2021 de la UIAF y el concepto unificado por parte de la Dian y múltiples conceptos de distintas autoridades, se torna fundamental tener una claridad jurídica, sobre todo para desarrollar con fluidez la relación entre las entidades financieras, los usuarios y la industria cripto. Más allá de una iniciativa legislativa, consideramos importante establecer mecanismos normativos que mantengan el equilibrio del desarrollo tecnológico y las garantías a usuarios y empresas cripto en Colombia.
CAMBIO: ¿Cuáles son los puntos claves que debe regular esa ley?
A.B.: Para Buda.com, un marco normativo en materia cripto debe contemplar tres aspectos fundamentales: el primero, que la regulación recaiga sobre las actividades derivadas del uso de la tecnología y no regular una tecnología como tal, que es agnóstica; el segundo es la eficiencia e innovación jurídica de la ley que mantenga el equilibrio entre la potencialización y desarrollo de los usos de la tecnología en nuestro país y los requerimientos en materia de prevención de riesgos, seguridad de la información y protección al usuario; y tercero trazar la línea clara de los mínimos regulatorios a las personas y empresas de esta industria de criptomonedas, el libre desarrollo de operaciones con criptomonedas, sin restricciones discrecionales y causales subjetivas . Es importante realizar un ejercicio técnico y objetivo de identificación y clasificación de activos digitales existentes que operan en el país y saber diferenciar los distintos activos, como sus tipos de uso.
CAMBIO: ¿Esto aumentaría la iniciativa de los colombianos a tener billeteras digitales y con ello la compra y uso de criptos?
A.B.: Más allá del marco normativo, creemos que la claridad jurídica incentiva a un segmento considerable de personas que no han accedido a Bitcoin y otras criptomonedas así como a un desarrollo sostenible del ecosistema. Son evidentes los atributos y potencial de la tecnología, además de las problemáticas que podría resolver, no solo en materia de inversiones y ahorro donde Colombia es protagonista mundial en volumen de transacciones con criptomonedas (Top 20 a nivel global), sino también en materia de optimización de servicios financieros tradicionales, como por ejemplo las remesas, acceso a medios de pago internacionales y potencialización de la oferta exportable de productos locales, donde encontramos una gran intermediación y barreras en la cadena transaccional, lo cual afecta la llegada de recursos a pequeños productores. Adicionalmente, y de eso no hemos sido tan conscientes, las criptos permiten una cantidad de desarrollos y actividades, a modo de ejemplo, contratos inteligentes, defi, y registros.

CAMBIO: Sabemos que la confianza es uno de los principales apalancadores del sistema bancario actual ¿Cómo afectaría una ley cripto esa confianza?
A.B.; Una regulación eficiente y adecuada mejora la confianza y potencialmente facilita el acceso y uso de las criptomonedas. Los casos de, solo para citar algunos, Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Brasil y la mayoría de los países de Asia y la Unión Europea, evidencian que precisamente el respeto y garantía de la libertad de las personas para adelantar operaciones con criptomonedas bajo el sector financiero, ha sido beneficioso para todos los actores. Ya hay un gran número de personas en Colombia que confían y usan las criptomonedas diariamente. Organizaciones intergubernamentales como las Naciones Unidas y el Banco de Pagos Internacionales han insistido en que los gobiernos deben establecer mecanismos normativos, de gestión y prevención de riesgos para el desarrollo y uso de las criptomonedas. Hemos evidenciado que en los países donde existe una normativa clara, pero sobre todo abierta a la evolución tecnológica, tienen una mayor adopción institucional y, por ende, procesos de gestión del riesgo activos.