Juan Camilo Restrepo
27 Junio 2024

Juan Camilo Restrepo

Es hora de revisitar el dogma del no fracking

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Hace algunos días tuve una charla con uno de los miembros de la junta directiva de Ecopetrol que lucía muy satisfecho.

Le pregunté: ¿de qué viene tanta satisfacción? Y me respondió: después de una lucha muy larga en el seno de la junta, en especial con el ala ambientalista de la empresa, logramos que se autorizara una ampliación a Ecopetrol para invertir en los campos de fracking de Estados Unidos, donde la petrolera colombiana tiene participación en una asociación con la Oxi.

No le faltaba razón a mi amigo. Una buena parte de las utilidades de Ecopetrol proviene hoy en día de su participación en los yacimientos de los Estados Unidos donde se maneja la tecnología del fracking. Y lo que es más interesante aún: las perspectivas de estas exploraciones –que convirtieron a los Estados Unidos (sea dicho de paso) en el mayor exportador de hidrocarburos del mundo- son cada vez más halagüeñas.

También se conoció esta semana que terminó que, quizás por inadvertencia de los fanáticos petristas del Congreso, la ley que prohibía el fracking en Colombia no alcanzó a recoger el número de votos requeridos para ser aprobada. Es decir, hoy no está prohibido el fracking en nuestro país.

Acaso esta inadvertencia legislativa de los fanáticos petristas sea una buena ocasión para revisar el dogma que nunca debió entronizarse en Colombia, a saber, que el fracking es algo vituperable en el que jamás debe pensarse.

Recuerdo, por ejemplo, las conclusiones a las que llegó una importante comisión de científicos de las técnicas de exploración y explotación de hidrocarburos que convocó el gobierno anterior, y cuyo informe final demuestra contundentemente que muchas de las malas creencias sobre el fracking son infundadas. Valdría la pena sacar de los anaqueles en los que debe reposar este informe- como tantos otros- para revisitar sus conclusiones con ánimo desprevenido, ausente de fanatismos.

En una interesante entrevista que le concedió el expresidente de Ecopetrol Felipe Bayón a la revista Semana, cuenta un dato que pocos conocen. Dice textualmente: “Le voy a contar lo siguiente. Primero, el promedio de huella de carbono de un barril a nivel mundial está entre 50 y 51 kilogramos de CO2 por barril. El fracking en Estados Unidos que hace Ecopetrol con Oxi, tiene 7,8 kilogramos de CO2 por barril. Es una fracción de las emisiones que tiene cualquier otro barril en promedio a nivel mundial”.

O sea, es el momento de revisar la postura un poco hipócrita de que mientras es plausible invertir en fracking en Estados Unidos es inconveniente hacerlo en Colombia. Y que mientras la mayor fracción de las utilidades de Ecopetrol provienen de las inversiones que tiene en compañía de Oxi en territorio de los Estados Unidos, en nuestro país las utilidades de la empresa se están desplomando en buena parte por negarse a explorar más y a explorar en territorios fracking.

Esta revisión del dogma anti fracking se hace más necesaria todavía cuando se repara en las cifras recientemente divulgadas, según las cuales las reservas de hidrocarburos siguen para abajo mientras que el consumo continúa aumentando. De seguir las cosas como van (sin nuevas exploraciones y sin fracking) podríamos llegar a un punto de muy difícil retorno en el que la capacidad de carga de nuestras refinerías con producto nacional y la autonomía energética del país se podrían ver seriamente comprometidas.

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