El episodio del Palacio no terminó el 7 de noviembre de 1985: Hannah Meszaros Martin
27 Febrero 2022

El episodio del Palacio no terminó el 7 de noviembre de 1985: Hannah Meszaros Martin

Crédito: Archivo Particular

* Tras la decisión de Helena Urán y sus hermanas de demandar al coronel Plazas Vega en Estados Unidos por la desaparición de su padre, el magistrado Carlos Horacio Urán, en la retoma del Palacio de Justicia, 'Cambio' habló con la investigadora Hannah Meszaros Martin, miembro de Forensic Architecture, agencia inglesa encargada de reconstruir con la Comisión de la Verdad los sucesos del Palacio y que hoy hacen parte de la exposición Huellas de Desaparición, realizada con el apoyo del Banco de la República.

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*Hannah Meszaros Martin es artista, cineasta y escritora. Es doctora por el Centre for Research Architecture, Goldsmiths, University of London y desde 2012 es investigadora de Forensic Architecture, una agencia de investigación con sede en Goldsmiths, de la Universidad de Londres, que investiga violaciones de derechos humanos en el mundo, incluyendo las que promueven estados, fuerzas policiales, militares y entes públicos y privados. Sobre estos temas ha publicado en revistas relevantes en el ámbito mundial como Journal of Political Ecology, Journal of Visual Cultures, Open Democracy, Third Text y Different Skies.

Uno de los proyectos más recientes de Meszaros Martin es la investigación realizada con la Comisión de la Verdad, en torno a la toma y retoma del Palacio de Justicia, el despojo de tierras en el Urabá Antioqueño y la usurpación en el territorio Nukak. 

En el caso del Palacio, la investigación realizada por la Comisión y Forensic Architecture se centró en lo que ocurrió con muchos de los rehenes una vez que salieron del mismo tras la retoma del ejército.

En el caso del Palacio, la investigación realizada por la Comisión y Forensic Architecture se centró en lo que ocurrió con muchos de los rehenes una vez que salieron del mismo tras la retoma del ejército. Para hacer el trabajo forense se acudió a los archivos de la Fiscalía General de Colombia y los de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así a más de 100 horas de vídeo algunas de las cuales no se habían visto nunca grabaciones de los noticieros de la época y cientos de testimonios, algunos de los cuales se han obtenido por primera vez.  La investigación hace legible el proceso de desaparición forzada, y reconstruye detalles acerca de cómo las Fuerzas Militares utilizaron la Casa del Florero, museo de la época colonial, y la base militar del Cantón Norte, situada en el norte de Bogotá.

Sobre los temas investigados por Forensic y la Comisión de la Verdad, actualmente se encuentra abierta en el Museo Miguel Urrutia, del Banco de la República en Bogotá, la exposición Huellas de Desaparición. 

Cambio: Tras publicar la investigación en la que participó Fornesic en Colombia, Helena Urán demandó al coronel Plazas Vega en Estados Unidos por la tortura y desaparición de su padre. ¿Qué hallazgos forenses llevan a la conclusión de que el magistrado Urán fue desaparecido por el ejército? ¿Qué decir de la forma en que lo sacaron de Palacio?

 Hannah Meszaros Martin: Carlos Horacio Urán fue visto salir vivo del Palacio de Justicia por familiares y amigos en los noticieros que cubrieron la retoma en 1985. Sin embargo, su cuerpo apareció dentro del Palacio y meses después su familia tuvo que salir del país. De ahí que entre 1985 y 2007, quienes conocieron a Urán no aceptaron sin cuestionamientos la idea de que simplemente cayó durante los combates en 1985. No  es nuestra investigación la que lleva a la demanda en Estados Unidos, sino la hecha por la fiscal Ángela María Buitrago, desde 2005, la que llevan a encontrar objetos personales de Urán, así como a la recuperación y análisis de los videos en los que se observa a Urán salir con vida. 

Cambio: Pero Helena Urán asegura que esta investigación fue reveladora, ¿Cómo fue el trabajo de reconstrucción de esas imágenes?

H.M.M.: Dividimos este proyecto en diferentes fases con base en las fuentes disponibles. La primera fase se realizó en torno a las imágenes del evento grabadas por los medios de comunicación. Aquí concentramos el análisis en la creación del cordón de seguridad entre el Palacio de Justicia y la Casa del Florero.  En la segunda fase, que relata lo que ocurre dentro de la Casa del Florero y las instalaciones militares, no teníamos imágenes o videos disponibles. Por lo tanto utilizamos testimonios orales para reconstruir los eventos. 

Las grabaciones han sido encubiertas, aisladas del público, regrabadas o cortadas y no es fácil conseguir el material crudo y continuo de estos dos días. 

En la fase de reconstrucción con imágenes, el primer paso fue la recopilación del material grabado durante el evento. Para esto contactamos con archivos, instituciones estatales como, la Fiscalía General, periodistas, abogados e investigadores. Sabíamos que sería un proceso complejo, ya que las imágenes han tenido su propio proceso de silenciamiento a lo largo de las décadas. Las grabaciones han sido encubiertas, aisladas del público, regrabadas o cortadas y no es fácil conseguir el material crudo y continuo de estos dos días. 

 Una vez que tuvimos las imágenes, empezamos a catalogarlas y a analizarlas en busca de indicadores de tiempo, para poder sincronizarlas en una línea de tiempo de los dos días de la toma. Pusimos cada cámara en nuestro modelo 3D, que construimos utilizando fotografías familiares, planos del Palacio y la Plaza de Bolívar. Con esto categorizamos en las imágenes a los agentes del Estado y seguimos la formación de una red encargada del manejo de rehenes y su clasificación entre civiles y sospechosos, nombrados como especiales. 

Además, trazamos la fuente original de cada cámara, para entender la trayectoria de cada trozo de metraje después de salir de las manos de los camarógrafos. Es decir, estudiamos cómo fue escondido, editado, enterrado y olvidado, copiado, o robado. Entender este aspecto de las filmaciones era crucial para dar cuenta de cómo los crímenes operan a dos niveles: la violencia contra los cuerpos y la violencia contra la evidencia. 

Archivo Particular
Archivo particular 

Cambio: En el caso del magistrado Urán, la posterior aparición de su billetera y las imágenes de salir con vida demuestran que desapareció. ¿Qué hay de nuevo en las revelaciones de Forensic Architecture y la Comisión de la. Verdad?

H.M.M.: Primero, mostramos las prácticas de encubrimiento y negación de lo que pasó desde 1985 hasta hoy. Eso significa que nuestra investigación parte de la premisa de que la retoma no terminó el 7 de noviembre, sino que se ha extendido hasta el presente, sosteniendo la impunidad de los crímenes cometidos. Segundo, mostramos que aunque el Palacio de Justicia se ha señalado como un evento caótico en el que las Fuerzas Armadas no supieron cómo actuar, realmente hubo una extensa red de coordinación logística, incluso anterior a la toma misma. Tercero, utilizando el material audiovisual, pudimos rastrear, más allá de hasta dónde se conocía, la trayectoria de Urán entre el Palacio y la entrada de la Casa del Florero, donde sale del marco de la cámara.

Eso nos llevó a dos hipótesis en relación con el lugar al que fue llevado antes de que fuera ejecutado. Una, que Urán fue llevado a la Casa del Florero. Otra, que haya sido subido a una ambulancia que estaba aparcada fuera de la Casa, ejecutado, y trasladado de nuevo al Palacio.

No podemos decir con certeza cuál fue la ruta que tomó, pero lo importante en esta investigación fue mostrar, cómo lo hicimos con el grupo que fue desaparecido y que también fue captado por las cámaras, cómo operaban los militares en el cordón de seguridad, quiénes estaban presentes, cuál era su papel, cómo trabajaban juntos los militares y otras instituciones en este momento. Esto es muy claro en la investigación, al descubrir la ruta de los médicos que llevaban a Urán. 

Cambio:  Esos resultados forman parte de la exposición, que aún se encuentra en el Banco de la República, denominada 'Huellas de Desaparición'. ¿Por qué hacer una exposición al respecto?

H.M.M.: Las exposiciones tienen un tipo de presencia en el público diferente al de un informe escrito elaborado por una institución. Tienen otro alcance e interacción con el público. Desde el principio, la Comisión de la Verdad quiso que sus resultados fueran accesibles de manera amplia para garantizar el máximo impacto. Nuestra colaboración y la exposición forman parte de esta estrategia. 

Cambio: ¿En qué otros casos emblemáticos que tienen que ver con la represión estatal, ha trabajado Forensic en el mundo?

H.M.M.: Forensic Architecture se encarga de casos de represión estatal en todo el mundo, incluyendo la violencia estatal israelí contra los palestinos, también hemos estudiado el genocidio de los pueblos indígenas inducido por la violencia estatal en Guatemala, la violencia policial en los EE.UU. y en el Reino Unido, y la guerra de drones llevada a cabo por los EE.UU. en Pakistán. Todas nuestras investigaciones están abiertas al público.

Cambio: ¿Cuál es su conclusión, desde Forensic Architecture, del papel de los militares en el Palacio de Justicia?

H.M.M.: En el proyecto no nos enfocamos en la responsabilidad individual, sino en los mecanismos e infraestructuras que permitieron que la desaparición forzada persistiera como delito a lo largo de las décadas. Este mecanismo fue diseñado y sostenido por los militares colombianos y nuestro proyecto busca arrojar luz sobre su funcionamiento interno.  

Estos estudios han mostrado el conocimiento previo de las Fuerzas Armadas de la toma, las orientaciones de retoma a sangre y fuego y el manejo de personas civiles que se consideraban como sospechosas o “especiales”.

En nuestra investigación recogemos análisis y conclusiones realizadas por académicos, periodistas, abogados y cortes en estos 36 años. Estos estudios han mostrado el conocimiento previo de las Fuerzas Armadas de la toma, las orientaciones de retoma a sangre y fuego y el manejo de personas civiles que se consideraban como sospechosas o “especiales”. Nosotros nos enfocamos en la forma en que las fuerzas del estado se desplegaron en el espacio para controlar el movimiento de civiles, periodistas y sospechosos. 

Cambio: En concreto, ¿eso qué significa? 

H.M.M.: Primero, que lo que los medios le mostraron al país estuvo condicionado por el control militar del espacio. Segundo, que existieron filtros de control e identificación desde el edificio del Palacio hasta las instalaciones militares a donde fueron llevadas las personas consideradas especiales. Tercero, que en el espacio urbano se desplegó una máquina de procesamiento de información a través de la que las Fuerzas Armadas iban diferenciando quiénes eran sospechosos y quiénes no. Por último, es importante entender que el evento del Palacio no terminó el 7 de noviembre: se extendió hasta el presente en una red de prácticas de encubrimiento y desinformación en la que no solo participaron militares, instituciones del gobierno y medios de comunicación.

Cambio: La verdad es la condición para no repetir el futuro. A partir del trabajo de la Comisión y Forensic Architecture, ¿cómo lograr ese propósito?

H.M.M.: La exposición quiere abrir discusiones, quiere ser mediadora entre las prácticas de violencia, la impunidad, los actores responsables y el ámbito público. Pero ni la exposición, ni Forensic ni la Comisión pueden por sí solas realizar las discusiones que el país requiere. Nosotros construimos una plataforma para hacer preguntas, confrontar historia y pararnos de frente a la historia. La exposición es una invitación, pero la decisión de aceptarla es del país en su conjunto.


*Lariza Pizano. Periodista, exeditora política de Semana y columnista de El Espectador. Ha apoyado a la Comisión de la Verdad.
 

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