"Fui vendida a los 13 años": el drama del matrimonio infantil continúa en Colombia

‘Laura’ tiene 12 años, vive en un corregimiento de La Guajira, abandonó el colegio por pedido de sus padres, vive en condiciones de pobreza extrema, nunca le han hablado de educación sexual, y ahora dejará su hogar para formar su propia familia con un hombre de 21 años.

Una historia parecida a la de ‘Laura’ la han vivido 1,8 por ciento de las niñas entre los 10 y los 14 años y 15 por ciento de las adolescentes entre 15 y 19 años en Colombia, según el último informe de la Unicef sobre los matrimonios infantiles en el país desde 2010 a 2021.

El estudio revela que, a comparación de los niños, las menores de edad tienen casi el doble de riesgo de entrar en uniones maritales, práctica que compromete drásticamente el desarrollo pleno de su infancia y de sus proyectos de vida.

Según la Unicef, en Colombia aproximadamente una de cada cinco adolescentes entre los 15 a 19 años está unida o se ha unido durante esta etapa. Para el caso de las niñas entre los 10 y 14 años, se puede decir que el número de casos de unión es casi del 2 por ciento, es decir, que una de cada 50 niñas entre 10 a 14 años está casada o lo ha hecho durante este periodo.

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"Si no me hubiera casado con él, mis papás me hubieran dado la oportunidad que me negaron tantas veces de haber podido estudiar. (…) pero pues ese sueño se truncó": entrevistada en Florencia, Caquetá.

Estos matrimonios infantiles suelen legitimarse sobre creencias y prácticas patriarcales muy arraigadas, en las que las posibilidades de las mujeres se limitan a las labores de cuidado y atención a su pareja.

Además, generalmente refuerzan la idea errónea de que la realización de las mujeres únicamente está en tener hijos y un marido, un mensaje que también las pone en desventaja económica y social ante los hombres.

Matrimonio infantil, una forma de violencia de género

La Unicef contempla estas uniones como una forma de violencia basada en género.

La organización internacional concluyó que el matrimonio infantil sigue siendo un estandarte en muchos grupos étnicos: 23,8 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años que están casadas o lo han estado se autorreconocen como indígenas.

Adicionalmente, el mapa de lugares (Vichada, Amazonas, Chocó y La Guajira) donde se ubican la mayoría de uniones de este tipo coincide con los departamentos con mayor población indígena.

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"Yo hice hasta quinto, lo hice así, como hasta los 11 años, ya me desistí, yo dije: “No vuelvo a estudiar. Porque de verdad, para qué voy a estudiar si voy a criar hijos, si voy a ser mamá, si voy a tener marido. Para qué…”. Se metió esa idea en mi cabeza y dejé todo tirado y no volví a estudiar": entrevistada en Florencia, Caquetá.

Hacia una mirada internacional, Colombia ocupa el puesto 20 a nivel mundial con respecto al número de niñas casadas antes de los 15 años, y en comparación con América Latina y el Caribe, ocupa el puesto 11. Nicaragua, Dominica y Brasil lideran el penoso listado en la región.

Desde 2010, se tiene registro de 1.137.796 partos en niñas y adolescentes menores de 18 años que estaban casadas, cifra que, según Unicef, ratifica la relación que hay entre embarazos tempranos y matrimonios, siendo los primeros causa y consecuencia de la práctica nociva. La mayoría de niñas madres casadas están emparejadas con hombres mayores por, al menos, cuatro años.

Así las cosas, el fenómeno del matrimonio infantil se sigue sosteniendo en la desigualdad de poder entre las partes, por tratarse generalmente de niñas unidas a hombres mucho mayores que suelen crecer en ambientes machistas.

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"Yo fui vendida con 13 años. Yo tenía 13 y el señor tenía 25 años, yo tuve a mi bebé de 14 años. Yo a esa persona nunca lo quise. Fui maltratada por su mamá, por su familia, porque me llamaban a las 2 o 3 de la mañana a moler maíz y me enviaban a vender una caja de huevos cocidos": entrevistada en Uribia, La Guajira.

Otro de los factores que impulsan el matrimonio temprano es la poca o nula educación sexual o reproductiva en las zonas más empobrecidas. Hay muchos casos en los que debido a un embarazo no deseado en una niña o adolescente se decide formalizar la relación, aún cuando ella sea menor de edad.

La Unicef concluye que la mayoría de las mujeres que han estado en un matrimonio infantil no tuvieron condiciones y oportunidades para tomar una decisión libre e informada acerca de la vida en pareja, decisiones sobre su anticoncepción, ni sobre sus trayectorias vitales. Han sido muchas veces sujetos pasivos en la construcción de sus propias vidas e instrumento en la vida de otros.