Gustavo Petro y Rodolfo Hernández: una segunda vuelta por el cambio
27 Mayo 2022

Gustavo Petro y Rodolfo Hernández: una segunda vuelta por el cambio

El exalcalde de Bogotá superó su votación conseguida en primera vuelta en 2018.

Crédito: Colprensa

El candidato del Pacto Histórico enfrentará al exalcalde de Bucaramanga por la presidencia el próximo 19 de junio.

Por: Jesús Mesa

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Nunca antes en la historia política de Colombia un candidato de izquierda había obtenido el mayor número de votos en unas elecciones presidenciales, como lo hizo Gustavo Petro. Aunque no le alcanzó para conseguir la victoria en primera vuelta, la candidatura de líder del Pacto Histórico sale fortalecida tras haber conseguido más de 8,5 millones de votos, según el último reporte de la Registraduría. 

Desde el comienzo de la campaña por la Casa de Nariño, todas las encuestas daban como ganador a Petro de la jornada del 29 de mayo. El éxito de su candidatura se puede explicar por varios factores, pero el principal es que fue el aspirante que mejor recogió el deseo de cambio que hay en una gran parte de la sociedad colombiana. La votación que recibió Petro fue solo una confirmación de los resultados legislativos del 13 de marzo, en los que la coalición de izquierda logró convertirse en la principal fuerza política del país.  

En segundo lugar quedó el ingeniero Rodolfo Hernández, quien confirmó la tendencia ascendente de su candidatura y venció de manera sorpresiva a Federico Gutiérrez. De acuerdo con el más reciente reporte de la Registraduría, Petro ganó con el 40,3% de los votos escrutados y le siguieron Rodolfo Hernández con 28,1% y Federico Gutiérrez con 23,8%. Muy lejos quedó Sergio Fajardo con 4,2%.

Para profundizar

La estrategia silenciosa de Petro da frutos

Petro optó en esta campaña por una estrategia prudente y silenciosa, evitando las confrontaciones públicas con otros candidatos y haciendo gran parte de su trabajo en las plazas públicas. El exalcalde de Bogotá apostó por ausentarse de varios debates televisivos y privilegió las grandes manifestaciones en las ciudades capitales y en las regiones, donde Francia Márquez le dio un importante impulso mediático. 

La campaña de Petro no se concentró en defenderse de las distintas acusaciones y prefirió lo que dentro de su equipo llamaron “una campaña colombiana”. Lejos quedaron los tiempos en los que el exalcalde de Bogotá debía dar explicaciones sobre si pensaba “expropiar” o si una presidencia suya sería “una segunda Venezuela”. De hecho, Petro optó por no responder muchos de los ataques en su contra sabiendo que podría seducir a algunos indecisos. 

Pero quizás su mayor acierto fue haber insistido en hacer una consulta de la izquierda, así fuera prácticamente consigo mismo. La importante votación que obtuvo el Pacto Histórico rompió con los pronósticos y no solo impulsó su candidatura, la cual ganó “momentum” sino que le dio peso político a su fórmula vicepresidencial Francia Márquez. La activista caucana obtuvo 781.120 votos y superó en números a pesos pesados de la política como Alejandro Char, Sergio Fajardo o Alejandro Gaviria. De hecho, gran parte del desinfle de la Coalición Centro Esperanza tuvo que ver con el golpe mediático que significó el perder en votos ante una “desconocida” en el plano nacional.   

Petro, además, logró recoger las banderas de distintas corrientes políticas que reclamaban un cambio en el país. La candidatura del Pacto Histórico no solo se quedó con los votos de sectores tradicionales de la izquierda colombiana, sino que también convocó a un importante sector del liberalismo colombiano que se siente más representado en figuras históricas como las de Jorge Eliécer Gaitán o Alfonso López Pumarejo que la de César Gaviria Trujillo. En un campaña llena de simbolismos, el exalcalde de Bogotá recibió los resultados de los comicios en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, donde tradicionalmente lo hacen los candidatos del “trapo rojo”.

El apoyo de la centro izquierda también fue clave en la histórica votación de Petro. El naufragio de la candidatura de Sergio Fajardo convenció a figuras importantes del centro como el exsecretario de Gobierno de Bogotá Luis Ernesto Gómez (en representación de la alcaldía de Claudia López), los senadores Inti Asprilla y Katherine Miranda (la más votada del país), el sector verde de Boyacá y funcionarios de la Alcaldía de Medellín de Daniel Quintero para apoyar al Pacto Histórico. Su llegada ayudó a que Petro no fuera visto solo como el candidato de la izquierda, sino también como una opción viable para los alternativos. 

Y con la victoria debajo del brazo, la presencia de políticos como el liberal Luis Fernando Velasco o el verde Luis Ernesto Gómez puede ayudar a tender puentes entre el Pacto Histórico y los partidos tradicionales.

 

Rodolfo Hernández y el triunfo de un ‘outsider’

El inesperado repunte de Hernández se explica, en parte, por un cambio de estrategia que culminó exitosamente el domingo. Si bien en redes era muy exitoso y no tenía rival, el político santandereano debía capitalizar ese éxito en las calles con la gente. Con la llegada de Ángel Becassino, un exitoso estratega político argentino, con pasado en distintas campañas políticas en Colombia, la campaña optó por una política a la antigua, en la que se podían aprovechar sus fortalezas como su lenguaje “sin filtro” y su chabacanería. 

El efecto de este cambio de estrategia se vio en las encuestas. Hernández recortó en un periodo de dos semanas la distancia que lo separaba de Fico Gutiérrez y a una semana de las elecciones hubo algunos sondeos que los pusieron en empate técnico. La prohibición de publicar encuestas en la semana previa a los comicios los tuvo a ciegas, pero con la votación de este domingo quedó confirmado que la tendencia ascendente de Hernández era una realidad.

El exalcalde de Bucaramanga ahora tendrá la difícil tarea de vencer a Petro, que llega fortalecido a la segunda vuelta. Sin embargo, el segundo lugar de Rodolfo Hernández en las elecciones del domingo lo cambia absolutamente todo. En las últimas encuestas, el exalcalde de Bucaramanga era quien más cerca se encontraba de Petro en una posible segunda vuelta. 

Ahora con este nuevo escenario, Hernández es la única opción viable para quienes no desean que Petro llegue a la presidencia. La candidatura de Rodolfo Hernández tiene la ventaja de que puede congregar tanto a los anti-Uribe como a los anti-Petro bajo la misma sombrilla. La polarización en Colombia ha llegado al punto en que el exalcalde de Bucaramanga logró convertirse en esa tercera vía que nunca logró consolidar Sergio Fajardo.

Con la sorpresiva derrota de Fico, se espera que la gran mayoría de sus electores terminen en las filas del exalcalde de Bucaramanga. Hace poco, el exalcalde de Medellín no descartó una posible alianza con el político santandereano. El problema es ahora para Hernández, pues tendrá que medir qué tanto le puede beneficiar o no el eventual apoyo de un candidato apoyado por las maquinarías políticas más grandes del país. 

En una campaña en la que su bandera ha sido la anticorrupción  y la antipolitiquería, la adhesión de los partidos que apoyaron la campaña de Federico Gutiérrez (Partido Liberal, Partido Conservador, Cambio Radical, La U) podría “sacar corriendo” a aquellos votantes que eligieron a Rodolfo precisamente por representar un cambio frente al establecimiento.

¿Cómo moverán sus fichas?

En principio, Petro arranca como favorito. En primer lugar, porque ganó la primera vuelta con una votación sólida de más de 7 millones de votos, y 12 puntos de ventaja sobre su oponente, que equivalen a la nada despreciable cifra de dos millones de votos. En segundo lugar, porque en las encuestas para medir el cara a cara con Hernández le ratifican el carácter de puntero. Habrá que ver qué dicen los sondeos una vez los electores asuman el escenario de una competencia directa entre Petro y Hernández.

Pero el exalcalde de Bucaramanga tiene una carta a su favor: mejor imagen que Petro. En la última encuesta de Invamer tenía un 42,6 por ciento de percepción positiva contra un 9,6 por ciento de negativa. Petro, en cambio, polariza y divide: en el mismo estudio alcanzó un 42,2 por ciento de imagen positiva y 37,1 de negativa. Este dato puede ser clave para seducir sobre todo a quienes votaron por Sergio Fajardo, quien a pesar de haber tenido una baja votación, puede todavía tomar partido y darle una luz a su 4,2 por ciento. Los indecisos también pueden ser determinantes.

Serán tres semanas de infarto. El 19 de junio los colombianos tendrán que elegir entre los dos candidatos que mejor representaron al cambio, aunque lo entendieron de distintas formas. Más que alianzas formales con los derrotados o entre partidos, todo dependerá de cómo Petro y Hernández se manejen en esta final inédita en la historia de Colombia, en la que el establecimiento es sin duda el gran ausente. 

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