13 Julio 2022

El tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, refugio para especies amenazadas

El Jardín Botánico José Celestino Mutis, de Bogotá, ofrece un recorrido virtual (con plantas reales) por los principales ecosistemas de Colombia. El tropicario hace posible este recorrido por todos los pisos térmicos y también permite conservar y estudiar especies en peligro de extinción.

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Tropicario

Por Catalina Brugman
Como estrategia de conservación y protección de los ecosistemas de Colombia, la subdirección científica del Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá desarrolló la iniciativa de crear el tropicario más grande de Suramérica, el cual es parte del recorrido general del Jardín. Se creó para la divulgación del conocimiento y la conservación de las plantas de diversos ecosistemas de Colombia ya que algunas de estas se encuentran en vía de extinción.
El tropicario fue diseñado por el estudio de Arquitectura y Paisaje, DARP, y obtuvo el Premio Mundial de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito y también el premio a la Excelencia en la Arquitectura Sostenible en el marco del 37° Congreso Colombiano de Arquitectura y Urbanismo. Para este proyecto fue determinante la conservación de las palmas de cera que rodean al tropicario. Esta especie, que vive más de 100 años, fue declarada árbol nacional y se encuentra en peligro de extinción.

También se buscó que los módulos del tropicario fueran como unos espacios flotantes con requerimientos específicos de altura, temperatura y humedad. Se utilizó vidrio con distintos espesores y filtros y sistemas automatizados de apertura para controlar la temperatura. Cada una de las estructuras funciona como un receptor de agua. Se incorporó una apertura circular en su parte alta para captar el agua de lluvia y conducirla a lagos ubicados en el interior de los espacios, depósitos de agua que se utilizan para alimentar los sistemas de riego de la vegetación en su interior. También existen unos espacios de transición entre las distintas colecciones que permiten al visitante pasar de un espacio a otro, conservando las condiciones de temperatura requeridas en cada uno de ellos.
Las plantas que componen la colección del tropicario provienen de convenios, intercambios, donaciones, salidas de campo, expediciones, métodos de propagación y compras puntuales. Mauricio Bernal, de la subdirección científica del Jardín Botánico, dice que los manglares y la Victoria regia se consiguieron por medio de la propagación. La Fundación Natura ayudó con plantas del bosque seco; el Jardín Botánico de Medellín aportó plantas del Urabá antioqueño para el bosque húmedo e hicieron algunas compras en el Jardín Botánico de Cartagena y en el Jardín Botánico del Quindío. También se realizó una salida de campo con el instituto Sinchi a San José del Guaviare para obtener plantas de esta región, y se hicieron otras expediciones a Sumapaz, Caquetá y Cundinamarca.
Para Martha Liliana Perdomo, directora del Jardín Botánico, “el tropicario es un pedacito de Colombia en el corazón de Bogotá. Es una obra ambiental que en 2.721 metros cuadrados permite conocer las características de los principales ecosistemas de nuestro país. Se puede pasar de las nieves perpetuas en las zonas geomorfológicas de superpáramos (por encima de los 4.200 metros de altitud sobre el nivel del mar) hasta la selva húmeda tropical, el bosque chocoano, el bosque amazónico y las adaptaciones biológicas de las plantas del bosque seco tropical de nuestros valles interandinos. También se puede conocer la gran riqueza que tenemos en plantas útiles y algunas especies de las familias botánicas más amenazadas en el país. Es un espacio que nos hace sentir orgullosos de mostrarle a nuestros visitantes la gran biodiversidad que tenemos como país y nuestra gran riqueza multicultural”.


Paula Chávez, coordinadora del Programa de Educación Ambiental, señala que el objetivo del tropicario es desarrollar la conservación de especies por fuera de su hábitat natural. También busca promover la educación ambiental. Colombia es el segundo país del mundo con la mayor diversidad de flora, después de Brasil. Según el Catálogo de plantas y Líquenes de Colombia, que publicó el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, en el país se han identificado alrededor de 28.000 especies de plantas y líquenes. Esta gran riqueza vegetal constituye un patrimonio de valor incalculable. El primer paso para la conservación y uso sostenible de nuestros recursos naturales es su conocimiento, lo cual hace parte también de la identidad nacional. Esto es de gran importancia para el país, que enfrenta amenazas como la degradación del hábitat, la deforestación y el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre.

Bosque Húmedo Tropical
Plantas representativas del bosque húmedo tropical.


El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible compiló la información de las especies que se encuentran amenazadas en las tres categorías de amenaza establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Estas categorías son En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable (VU). Esta lista comprende 1.302 especies amenazadas de la flora (814) y fauna (488) en el territorio colombiano, distribuidas en estas tres categorías de amenaza. En la colección viva del tropicario se encuentran 294 géneros y 1.546 ejemplares de 415 especies vegetales conservadas y protegidas.
El recorrido por el tropicario se puede hacer con un guía o con la ayuda de fotografías y mapas allí disponibles. Lo componen cuatro módulos interconectados que proponen una ruta que va desde el páramo y el superpáramo, que colinda con las nieves perpetuas, hasta el bosque húmedo, el bosque seco y las zonas más áridas del país en las zonas más bajas.
En el superpáramo las condiciones para las plantas son difíciles por las bajas temperaturas que allí se presentan. Se encuentra en las partes más altas de los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta. En el tropicario se muestran ejemplos de plantas como el frailejón y fotografías de los nevados de Colombia que muestran cómo los glaciares han retrocedido con el paso de los años. También hay fotografías del páramo de Sumapaz, el más grande del mundo.

El Jardín Botánico ofrece actividades presenciales y virtuales que promueven la conservación y cuidado de la riqueza ambiental del país, y acercan a la ciudadanía al mundo del conocimiento botánico, ambiental y científico.

En la sección dedicada a las regiones del Pacífico y el Amazonas se muestra el bosque húmedo tropical, el bioma más biodiverso del planeta. Se estima que la mitad de la diversidad mundial se encuentra en las selvas húmedas tropicales, que además son de gran importancia para regular el clima mundial, la absorción de dióxido de carbono y la purificación del agua. En esta parte se exhiben manglares, bromelias, bejucos y hasta una Victoria Amazónica.

Bosque seco tropical
Plantas representativas del bosque seco tropical.

La sección dedicada al bosque seco tropical, el bioma más intervenido de Colombia, que se encuentra en zonas como las llanuras del Caribe, los valles interandinos, el valle del Patía y algunas zonas de la Orinoquia. El recorrido termina en un módulo dedicado a las plantas útiles de Colombia y su relación con los seres humanos. Aquí se encuentran el achiote, el jengibre, el papayo, el cardamomo y la granada, que se utilizan como plantas medicinales. En Colombia, además, se conocen más de 400 especies de plantas alimenticias. También se muestran plantas útiles para elaborar prendas de vestir, papel y redes de pesca, entre otros, y plantas ornamentales como las orquídeas y las heliconias.
El Jardín Botánico tiene un convenio con Parques Nacionales Naturales para trabajar y conservar las plantas del superpáramo. Se trabajan especies puntuales que estén amenazadas como el lítamo real y algunas especies del frailejón. “El superpáramo es un medio muy hostil y tampoco es una zona muy explorada en términos botánicos”, dice Mauricio Bernal.

El tropicario lo componen cuatro módulos interconectados que proponen un recorrido desde el páramo y el superpáramo, que colinda con las nieves perpetuas, hasta el bosque húmedo y el bosque seco, ubicados en las zonas más bajas.


“La visita al tropicario por parte de niños, adultos y extranjeros es una oportunidad para conocer a Colombia. Esta visita es para poderse enamorar y viajar por Colombia a través de las plantas. Si no tienen la oportunidad de conocer el Chocó o el Amazonas, pueden venir aquí y ver una representación y tener la oportunidad de conocer las plantas que se ven allí y la magnitud de cuánto pueden llegar a crecer. Esta visita ayuda a que la gente conozca las plantas y ecosistemas de Colombia representados en el tropicario, y cuando uno conoce, conserva. Estamos ayudando a conservar y también estamos ayudando por medio de la educación ambiental a generar esa reflexión que queremos en los visitantes que vienen al tropicario”, dice Paula Chávez.
El Jardín Botánico también ofrece una gran variedad de actividades presenciales y virtuales que promueven la conservación y cuidado de la riqueza ambiental del país, y acercan a la ciudadanía al mundo del conocimiento botánico, ambiental y científico. Esta programación académica y cultural ofrece cursos de arbolado urbano, paisajismo, agricultura urbana y jardinería, así como foros, conversatorios, simposios y cursos. Estos eventos abordan temas de coyuntura y temas estratégicos para la ciudad. También se presentan exposiciones botánicas y exposiciones de arte contemporáneo. La agenda se publica cada mes en la página Web del Jardín Botánico. Está dirigida a públicos de todas las edades. En julio ha estado enfocada al tema “Conservación de la Vida”. Dentro de las actividades del mes se destacan “Botánica a la mesa”, con recetas a partir de productos de huertas urbanas; charlas sobre propagación vegetal; conservación de especies; conversatorios con enfoque etnocultural; recorridos virtuales para conocer la relación entre historia y los recursos naturales, y talleres artísticos de sensibilización. También se lleva a cabo el evento “Jardín de noche”, durante los últimos viernes de cada mes.
El público infantil y juvenil cuenta con el acompañamiento de un educador ambiental y participa de actividades lúdicas antes y después del recorrido. Para visitantes nacionales y extranjeros hay acompañamiento de un educador ambiental y se puede solicitar guía en idioma inglés o francés.

Jardín Botánico
El jardín abre de martes a sábado de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Fines de semana y festivos, de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. El día lunes hábil está cerrado. Si el lunes es festivo, el día martes está cerrado.
Las tarifas son las siguientes:
Entrada general para mayores de 5 años: $5.000
Entrada al tropicario para nacionales: $5.000
Entrada al tropicario para extranjeros: $10.000
Los niños menores de 5 años y adultos mayores de 62 años no pagan.
Dirección: Av. Calle 63 # 68-95 (Bogotá)
Teléfono: (601) 4377060
Página Web:

 

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