21 Octubre 2022

Un pueblo tan fuerte como las Piedras

Prólogo
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Esta es la historia de Piedras, una comunidad del Tolima que se ha enfrentado a la minería y a las autoridades para defender su derecho al agua potable y a un medio ambiente sano.

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Piedras
Piedras. Foto de Alejandro Vargas.

Por Samuel David, Alejandro Vargas, Laura Ruiz, Jorge Medina, Sebastián Castellanos y Paula Núñez, estudiantes de la Universidad de Ibagué

El puente entre la dignidad y la miseria
En el norte del Tolima existe un lugar con personas tan fuertes como su nombre: Piedras. Allá donde el calor se cuela por la tierra y se transmite en calidez humana, un pueblo unido que lleva cuatro meses y 21 días haciéndole frente a un enemigo común: el despojo del agua y la vida. Entre ollas comunitarias y toldos improvisados se enfrentaron cara a cara el sí y el no.

Area de estudio
'Area de estudio del proyecto La Colosa. Tomado de 'A la orilla del río".


Sin haber cruzado el puente hacía Doima estaba AngloGold Ashanti, que “pretendía hacer un distrito minero desde Planadas hasta Falan, Tolima. Quería llegar a cada municipio de la cordillera”, afirmó Richard Doughman, profesor de la Universidad de Ibagué. A Piedras buscaban ingresar por medio de ‘La Colosa’, un proyecto de minería a cielo abierto que se planeó en Cajamarca, la estrella hídrica. Su objetivo era transportar material hacia el corregimiento del Totumo, Ibagué, para triturarlo. Posteriormente, los residuos serían transportados a Doima, un pequeño caserío de Piedras, para realizar un proceso de lixiviación con cianuro. Sobre la meseta con los desechos se construiría una montaña artificial.
Las consecuencias ambientales que tendría este proyecto son significativas; contaminaría con cianuro el acuífero que suministra agua a toda la población además de ser el tercero más grande del país y generaría infertilidad en la tierra. En el ámbito social, Jaime Tocora, ahora concejal de Ibagué, ejemplificó: “En Cajamarca se empiezan a ver costumbres muy malucas. Se incrementó el índice de prostitución, enfermedades de transmisión sexual y de drogas. La empresa generó una burbuja especulativa de falso bienestar”.
Cristóbal Rojas, oriundo de Doima, tenía 77 años cuando AngloGold Ashanti Intentó entrar a Piedras. Su mirada llena de esperanza, buena salud y ánimos al caminar reflejan todo lo que los habitantes buscaban proteger. Él es un hombre iletrado, pero cuidar el futuro de sus hijos y nietos lo animó a manifestarse en pro del río, de su tierra y de su forma de vida, a pesar de su larga edad. “Hay que ayudar y no dejar a la gente sola… todo por el agua y el trabajo”, declaró. Así como él, centenares de piedrunos buscaron la forma de luchar por su territorio.

Cartel
Los líderes veredales idearon tres estrategias que usaron para llevar el mensaje a todos los habitantes del municipio: exposiciones, un frente jurídico y diálogos con la comunidad. Para contribuir con ello Élida Bárcenas, una profesora de Doima, se contactó con estudiantes de la Universidad del Tolima; uno de ellos es Jaime Tocora, quien se formaba en Ciencias Sociales. “Nosotros llegamos en el bus de la Universidad, para conocer, porque no nos cabía en la cabeza que una minera de Cajamarca influyera en Piedras. Asimismo, íbamos con el objetivo de ayudar a la comunidad”, explicó.

Durante las manifestaciones el frente jurídico optó por acogerse a un proceso democrático para dejar por sentado la voluntad del pueblo. De esa manera se puso en práctica la primera consulta popular en el país.


Hernando Jiménez, concejal en 2013, fue uno de los líderes comunitarios de este movimiento. El amor por su territorio lo convirtió en una voz activa en la lucha que se adelantaba en el casco urbano de Piedras. Fue presidente del Comité Central Pro Defensa de la Vida y los Recursos Naturales de Piedras. Este se dividía en cuatro frentes: “Financiero: el cual recolectaría recursos para sobrevivir en los sitios donde se protestaba; Logístico: encargado de gestionar los eventos y apoyar a los demás; Comunicación y Publicidad: mantenía por diferentes medios informando a toda la comunidad y el Político: que se encargaba de representar a la manifestación en el tema jurídico”, aseguró Hernando Jiménez.

Angela
Ángela Méndez, impulsadora del movimienro social en Doima. Foto: Paula Núñez.


Ángela Méndez, quien en ese momento era lideresa de la Junta de Acción Comunal de Doima, dispuso su hogar en Campoalegre para acoger a los jóvenes que iban a ayudar a la causa, ya que esta vereda fue el centro de acopio en el cual la comunidad se reunía ocasionalmente. Como digna habitante de pueblo afirmó: “Lucho por Doima, aunque tenga que morir en el intento”.

Consignas
Consignas que ideó Hernando Jiménez.


En medio de las reuniones realizadas y debido a la desinformación jurídica y legal que enfrentaron durante el proceso, se optó por crear folletos que llevaban distintas consignas ideadas por Hernando Jiménez. Estas servirían para darle a la comunidad un abrebocas de la manifestación que estaba por venir. La primera se dio cuando bloquearon las vías en enero de 2013. Doima tiene dos entradas. La de más tránsito fue la que decidieron cerrar y allí las mujeres y los adultos mayores tomaron un papel relevante. Aura Alicia, una habitante de Doima, declaró que cuando veían un carro, tocaban una campana y ellos eran los primeros en salir a impedirle el paso.

La postura del Gobierno Nacional no fue muy clara. El Ministerio de Minas declaró: “No es la población a través de una iniciativa como la planteada quien decide si en su territorio se puede desarrollar o no proyectos mineros, esa competencia, por mandato constitucional y legal, está en cabeza de las autoridades minero-ambientales”. Además, “el defensor del pueblo llegó de últimas, vio la situación y volvió a irse. Nunca estuvo del lado de nosotros”, aseguró Ángela Méndez. En cambio, el Concejo y la Alcaldía les brindaron un apoyo que fue bastante significativo.
 

2.971 piedras por el agua
Durante las manifestaciones, el frente jurídico optó por acogerse a un proceso democrático para dejar por sentado la voluntad del pueblo. De esa manera se puso en práctica la primera consulta popular en el país. Con la ayuda del alcalde Arquímedes Ávila Rondón iniciaron el proceso de gestión y la comunidad detuvo los bloqueos. El Concejo Municipal aceptó la ejecución del mecanismo, Néstor Gregory redactó la pregunta y se envió a revisión para ser aprobada por el Tribunal Administrativo del Tolima. Posteriormente se convocaría a elecciones el día 28 de julio de 2013 para que los piedrunos decidieran sobre el futuro de su territorio.

Papeleta
No todo fue color de rosa durante el proceso electoral. “Los concejales del municipio de Piedras comenzamos a ser víctimas de persecución política por parte de la Procuraduría General de la Nación en cabeza de Alejandro Ordóñez. La entidad nos amenazó con abrir investigaciones por continuar el proceso, afirmando que nos estábamos extralimitando en nuestras funciones”, aseguró Jhon Fredy Trujillo, quien era presidente del Concejo de Piedras en esa época. Según la Procuraduría, las jurisdicciones municipales y territoriales no tenían el derecho a decidir sobre la acción minera en el municipio, por medio de acuerdos o decretos. Al final, la investigación se archivó por falta de pruebas que respaldaran la teoría de que los funcionarios estaban actuando en contra de la Constitución o extralimitando las funciones otorgadas al ente gubernamental.

Los líderes veredales idearon tres estrategias que usaron para llevar el mensaje a todos los habitantes del municipio: exposiciones, un frente jurídico y diálogos con la comunidad. Para contribuir con ello, una profesora de Doima, Élida Bárcenas, se contactó con estudiantes de la Universidad del Tolima.


AngloGold Ashanti no apoyó la consulta. Mediante una carta enviada al Concejo de Piedras afirmó que tenía “graves vicios de legalidad, irrespetaba los mecanismos de participación y sesgaba a la población por medio del miedo e impidiendo que realmente exista un verdadero proceso participativo”. Del mismo modo, aseguraban que la pregunta sometida a votación se encontraba tan sesgada que hasta los empleados de la empresa votarían por el NO. Asimismo, declararon que “la iniciativa popular solo lograría un desgaste administrativo y financiero del municipio”, citando que los Concejos Municipales no tienen la competencia para prohibir la actividad minera en sus jurisdicciones debido a que trasciende al interés general de la nación colombiana. A pesar de intentar tener contacto con la empresa durante esta investigación, no se obtuvo ninguna respuesta frente al cuestionario enviado.
Para los piedrunos el día de las elecciones era parecido a un festivo. “Se hizo de almuerzo un sancocho comunitario para todos y se sacrificaron cuatro novillos”, expresó Hernando Jiménez. A pesar de todo, tal como Camilo Cifuentes afirma: “Los medios tradicionales no dieron la suficiente repercusión, a comparación de los medios alternativos nacionales e internacionales quienes realmente le dieron resonancia la situación”.
Aquel domingo terminó la jornada electoral en el municipio y ya se esperaban con ansias los resultados. La Registraduría Municipal expidió el comunicado electoral en el que especificaba el resultado del escrutinio de la siguiente manera: 2.995 votos válidos, 2.971 votos por el No, 24 votos por el Sí, 2 votos nulos, y 10 votos no marcados. La respuesta fue contundente, con la mitad más uno del censo electoral, que le cerró las puertas de manera democrática a las multinacionales mineras que representaban una amenaza para el pueblo. La decisión negativa del municipio dio por sentada la Consulta Popular.
 

Piedrunos
Habitantes de Piedras durante las reuniones de pedagogía previas a la consulta. Foto de Julián Viña..

La lucha no acaba
En la actualidad los piedrunos siguen comprometidos con la defensa de su territorio. Nueve años después, sus habitantes no cambian su forma de pensar, tal y como menciona Cristóbal Rojas: “Desde que yo me pueda levantar, estaré ahí”. Su lucha se transmite a través de la educación y la tradición oral. Jaime Tocora lo resume: “Piedras es la luz y la esperanza, pues demuestra que es posible que las personas decidan sobre su propio territorio”. Sin embargo, los habitantes aún enfrentan diversos problemas y por ende nacen nuevos defensores de los derechos.
Julián Viña, oriundo de la capital de Colombia; es uno de los líderes que en la actualidad defiende a capa y espada la consulta popular en Piedras. “Actualmente tenemos varias amenazas por parte del Gobierno Nacional, AngloGold Ashanti y empresas de hidrocarburos”. No obstante, los ciudadanos y la alcaldía están en la lucha por mantener el piso jurídico, es decir, la validez legal de la consulta popular.
En 2018 la Corte Constitucional emitió la sentencia SU-098 de 2018, en la cual no permite que los municipios o territorios decidan sobre temas de interés nacional, como lo son las extracciones y exploraciones mineras en el país. Del mismo modo, emitió la sentencia C-053 de 2019 en la que se ratifica que las consultas populares realizadas previas a las sentencias son irreversibles. No se puede alterar la democracia y la participación ciudadana. Sin embargo, estas sentencias fueron suficientes para que Interoil Colombia Exploration interpusiera una tutela en contra de la consulta popular de Piedras. Esto tuvo como resultado que en 2021, en el marco de la pandemia, la justicia intentara debilitar el proceso democrático. Paradójicamente, el mismo Tribunal que aprobó la pregunta, ocho años después le abriría las puertas, de nuevo, a los procesos mineros en el territorio.
El abogado ibaguereño Juan Felipe Rodríguez Vargas, junto con Néstor Gregory Díaz como colaborador, interpusieron una acción de tutela después de conocer el fallo del Tribunal Administrativo del Tolima. Se establece que el ente vulneró el derecho fundamental al debido proceso, porque al parecer se extralimitó al emitir el fallo el 18 de marzo de ese año. Habría respondido frente a temas que el demandante en ningún momento solicitó en la acción interpuesta. La tutela fue negada. No encontraron pruebas y se presentó un derecho de revisión para que el Tribunal repase la decisión.
Resulta inútil sacar conjeturas acerca del futuro de los piedrunos. El hilo de los acontecimientos sirve a distintos intereses, cada cual pujando al bando que le haga más sombra. Sin embargo, un hecho es claro. La gente de Piedras ha escrito su propio capítulo en la historia del país. Sus hazañas y la lucha que libran no merecen caer en el olvido.

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