La enfermedad que acecha a las personas que duermen menos de seis horas
Un estudio realizado en más de 2.000 pacientes, determinó la relación entre la falta de sueño y una temida enfermedad terminal.
El alzhéimer es una enfermedad que produce demencia en las personas mayores, con síntomas como dificultad en la coordinación, tendencia a extraviar objetos cotidianos y serios problemas para retener nueva información en la mente.
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Los pacientes de alzhéimer también sufren de trastornos del sueño y trastornos cardiacos, inherentes al padecimiento de esta enfermedad, por lo cual el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), de la Fundación Pasqual Maragall, realizó un estudio con el fin de analizar si la dificultad para dormir surge antes o después a la aparición de la enfermedad. Esto podría indicar si el trastorno de sueño es un factor que hace que personas sanas puedan llegar a sufrir de alzhéimer.
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El estudio se hizo con más de 2.000 participantes adultos mayores de 50 años, donde el promedio de edad de la mayoría de ellos fue de 64,7 años, 58,1 por ciento mujeres y 51,6 por ciento hombres.
Se determinó que los participantes que dicen dormir entre seis y siete horas tienen niveles más altos de proteína pau, directamente relacionada con la aparición de la enfermedad, en comparación con los que duermen más de siete horas.
También se demostró que quienes reportaron tener una calidad de sueño intermitente, es decir, aquellos que se despiertan durante la noche entre 16 y 30 minutos, tienen mayor alteración de proteína pau que quienes reportaron interrupciones del sueño de menos de 15 minutos.
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Para obtener los resultados, los investigadores hicieron un examen LCR, que consiste en tomar líquido cefalorraquídeo, que es el que rodea el cerebro y la médula espinal. Aunque los porcentajes de variabilidad de la proteína pau fueron pequeños, este estudio puede tomarse como evidencia inicial de la asociación entre la falta de sueño y el riesgo de padecer alzhéimer.
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"Por ello, son necesarias investigaciones futuras para probar la eficacia de las prácticas preventivas, diseñadas para mejorar el sueño en las etapas presintomáticas de la enfermedad, con el fin de reducir la patología de la enfermedad de alzhéimer", dijo la investigadora de BBRC Laura Stankeviciute.