Tomar el sol y comer pescado, secretos para la vitamina D

La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, fundamental en la constitución de los huesos, y así mismo desempeña un papel importante en los sistemas muscular, inmunitario y nervioso. 

Cuando el nivel de vitamina D en el cuerpo es muy bajo, es decir, que hay una deficiencia de esta vitamina, puede hacer que los huesos se vuelvan delgados, quebradizos y deformes, lo que auemente el riesgo de enfermedades como osteoporosis y raquitismo. 

Si bien para los adultos mayores se dificulta la absorción de esta vitamina mediante la ingesta de alimentos, lo que podría generar preocupación en esta población por el riesgo de sufrir deficiencia, según la Clínica Mayo, la exposición a la luz del sol puede ayudar a compensar los niveles de vitamina D requeridos.  

Existen grupos poblacionales con mayor riesgo de tener niveles aún más bajos de vitamina D, como personas obesas, con piel oscura y mayores de 65 años. Ellos deberían procurar tener una mayor ingesta de vitamina D, entre 600 Unidades Internacionales (UI) por día y 800 UI para mayores de 70 años, que se puede obtener de alimentos ricos en vitamina D como “pescados grasos, como el salmón, la trucha, el atún y el fletán o hipogloso, que brindan mayores cantidades de vitamina D, o alimentos fortificados, como la leche y el yogur”.

Se recomienda consultar con un médico si se tienen dudas sobre los niveles adecuados de vitamina D en el cuerpo, con el fin de ser valorado antes de tomar cualquier decisión.

Es importante no excederse en el consumo de esta vitamina o autorrecetarse suplementos, porque los niveles elevados de vitamina D también se han asociado con otros problemas de salud como náuseas y vómitos, poco apetito y pérdida de peso, estreñimiento, debilidad, confusión y desorientación, problemas con el ritmo cardíaco, cálculos renales y daño renal.