¿Problemas de sueño? Qué ofrecen los dispositivos para combatirlos
Se han desarrollado todo tipo de dispositivos para ayudar a las personas a analizar, monitorear y tomar decisiones para mejorar su sueño ¿Cómo funcionan?
Por María Amparo Gaitán
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los problemas del sueño como una epidemia de salud pública y son más frecuentes de lo que se piensa. En muchos casos afectan de manera significativa la vida de las personas. Ante esta situación, la tecnología ya ofrece diversas soluciones para ayudar a analizar y mejorar los hábitos de dormir.
Hoy la oferta de accesorios portátiles (conocidos como "wearables") y de computación corporal es muy variada e incluye monitores de sueño, relojes inteligentes, pulseras de actividad y otros accesorios especializados. ¿Qué tienen en común? Todos buscan descubrir y revelar datos sobre la forma en que duermen las personas para permitirles cambiar o adoptar nuevas prácticas para descansar mejor.
Aunque estos aparatos no están al nivel de una prueba de polisomnografía, usada para detectar las anomalías que se producen en cada una de las fases del sueño (vigilia, sueño ligero, sueño profundo y REM o fase donde se sueña) sí están desarrollados para monitorear el movimiento, la respiración, los ronquidos e incluso la temperatura y así ofrecer soluciones a problemas como el insomnio.
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Al menos 1.200 millones de personas en todo el mundo sufren de una variedad de problemas de sueño, y casi el 60 por ciento de ellas malinterpretan su situación, debido a la falta de conocimientos medibles.
Los monitores de sueño
La mayoría de estos dispositivos se ubican entre las sábanas y deben usarse desde que la persona se dispone a dormir hasta que se levanta en la mañana. Están desarrollados para detectar los hábitos y la calidad del sueño; registran su duración y otros datos como los niveles de humedad de la habitación y la frecuencia cardiaca. Algunos se conectan a relojes inteligentes con el fin de transmitir notificaciones e información sobre el sueño. También envían recordatorios para descansar e impulsos suaves cuando detectan que el usuario está roncando.
Otros, como el Withings Aura, buscan recolectar los datos para crear un programa de relajación basado en la luz mediante una lámpara LED que emite a ciertas longitudes de onda que fortalecen la secreción de hormonas como la melatonina. Esto con el fin de ajustar los ciclos de sueño. Cuando es de noche, el dispositivo cambia de color azul, supresora de la melatonina, a tonos rojos o amarillos, que logran el efecto contrario y la persona se queda dormida. Esta fase se apoya también en el uso de la música adecuada para favorecer el sueño.
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Están desarrollados para detectar los hábitos y la calidad del sueño; registran su duración y otros datos como los niveles de humedad de la habitación y la frecuencia cardiaca.
Sumando lámparas y sensores, los monitores de sueño se han convertido en dispositivos muy populares. Sin embargo, existen compañías que han optado por el desarrollo de aplicaciones que utilizan el teléfono inteligente de cada usuario para hacer el análisis y monitoreo. Sleepscore Labs, que trabaja en llave con la empresa médica ResMed, desarrolló una aplicación que aprovecha los parlantes del teléfono inteligente y enviar ondas de sonido en frecuencias inaudibles, que se reflejan en el cuerpo del usuario y se reciben nuevamente en el micrófono y luego son interpretadas. Con ellas se busca detectar la forma de onda de respiración completa y los movimientos del cuerpo. La combinación de estas señales se utiliza para descifrar con precisión en qué etapa del sueño se encuentra el usuario, así como la cantidad de veces que el usuario se despierta durante la noche y el tiempo que tarda en quedarse dormido.
Según SleepScore Labs, al menos 1.200 millones de personas en todo el mundo sufren de una variedad de problemas de sueño, y casi el 60 por ciento de ellas malinterpretan su situación, debido a la falta de conocimientos medibles.
Pulseras que nos monitorean mientras dormimos
Estos dispositivos, al igual que los relojes inteligentes, ofrecen una variada gama de funciones para medir las principales actividades del cuerpo humano. Los equipos más sencillos cuentan con sensores básicos como un acelerómetro para contar los pasos, giroscopios y fotodiodos para controlar la pulsación.
También se ha vuelto muy popular que midan indicadores asociados al sueño a partir de contadores de frecuencia cardiaca y un sensor de pulsioximetría (dispositivo pequeño similar a un broche) que comprueba los niveles de oxígeno en la sangre del usuario.
Casi todos estos “wearables” cuentan con aplicaciones que permiten visualizar los datos e identificar signos tempranos de afecciones como la apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces, el cual puede detectarse por las cantidades de oxígeno en la sangre o SpO2.
En esta categoría también encontramos otros aparatos como los anillos. Aunque menos conocidos, accesorios como el Aura Ring prometen realizar un seguimiento preciso de la calidad del sueño y las tendencias de los ciclos, con sensores de alto grado de investigación. Tienen la ventaja de ser menos invasivos.
Los clásicos relojes inteligentes
Mucho más conocidos, los relojes inteligentes siguen ganando terreno por la cantidad de funciones que les ofrecen a los usuarios, entre las que se encuentran las de monitoreo del sueño. Tal como los dispositivos anteriores, parten de un análisis de las fases del sueño y se apoyan en herramientas como los sensores de ritmo cardiaco.
Son de mayor penetración en el mercado y los usuarios los prefieren porque encuentran un sinnúmero de opciones para monitorear su salud en general. Cualquier persona que tenga un reloj inteligente y un teléfono inteligente puede acceder a instrumentos que durante mucho tiempo estuvieron reservados a los profesionales de la medicina.