El cese al fuego no frenará la guerra entre los grupos ilegales

El anuncio de un cese al fuego bilateral con el ELN y el Estado Mayor Central, las dos organizaciones con mayor presencia en el país, da para pensar que el proyecto de Paz Total va por buen camino. Sin embargo, el compromiso de ambos grupos con el Gobierno está lejos de parar la violencia que generan los enfrentamientos de los diferentes grupos armados entre sí, en los que la población civil siempre lleva la peor parte.

Un documento interno de las Fuerzas Militares da cuenta de que en al menos ocho departamentos continúan las acciones armadas entre la Segunda Marquetalia, el Clan del Golfo, el Estado Mayor Central y el ELN; las extorsiones y las amenazas a la población civil, el desplazamiento por el conflicto y el confinamiento obligado por los combates. 

Los departamentos afectados son Antioquia, Bolívar, Putumayo, Nariño, Chocó, Arauca, Caquetá y Cauca. 

Las zonas en disputa

Según Inteligencia, en el departamento de Antioquia se presenta una alianza entre el Estado Mayor Central, de las disidencias de las Farc, y el ELN para sacar de la zona a los integrantes del Clan del Golfo, para controlar la zona fronteriza con Panamá, corredor principal para la salida de cargamento de droga por los océanos Pacífico y Atlántico. 

Esta alianza se repite en Bolívar, donde el enfrentamiento por el dominio sobre las economías ilícitas, originó –el pasado 25 de septiembre– el desplazamiento de por lo menos 260 familias.

Otra de las zonas de enfrentamientos es el departamento del Chocó, la lucha entre el ELN y el Clan del Golfo ha originado varios confinamientos.

En Arauca, la guerra entre el ELN y las disidencias de la Farc ha causado,  en el último año, la muerte de 200 combatientes, que luchan por el control de la frontera con Venezuela.
 
En Cauca, los hombres de alias Iván Mordisco y los miembros del ELN sostienen combates por el manejo de cerca de 30.000 hectáreas de coca y marihuana, en especial por el corredor hacia el Pacífico.

En Putumayo, la guerra se presenta entre las disidencias de Iván Márquez, con los llamados Comandos de Frontera, y el frente Carolina Ramírez, que sigue las órdenes de alias Iván Mordisco. Los enfrentamientos, por el control del río Orinoco, han dejado varios muertos, heridos y desplazados.

En Caquetá, los pobladores son extorsionados y obligados a entregar a sus hijos para que hagan parte de los grupos ilegales. 

En Nariño, la alianza criminal está conformada por el ELN y la Segunda Marquetalia. El objetivo es sacar de la zona a los integrantes de las disidencias de Iván Mordisco para tener el control del territorio. Esos combates dejaron en la última semana el desplazamiento de cerca de 1.500 indígenas del resguardo Awá El Sande.