El teniente que no se dejó sobornar para permitir el paso de un cargamento de acetona en el Putumayo

A la medianoche del pasado martes 2 de enero, un grupo de uniformados, conformado por un oficial, un suboficial y ocho soldados profesionales, realizaban un patrullaje para garantizar la seguridad de las personas que transitaba por la carretera que une a Colombia con Ecuador en el municipio de San Miguel, Putumayo.

A sus radios de comunicación llegó una alerta sobre el paso de dos camiones que cruzaban por la vereda Nueva Risaralda, lo que llevó a los uniformados a realizar una operación táctica para cerrarles el paso por la única entrada al casco urbano.

El alto oficial le comentó a CAMBIO que allí organizaron un puesto de control donde interceptaron los vehículos tipo NPR, se efectuó la verificación de identidad y del material que transportaban: 50 canecas metálicas de 55 galones cada una, las cuales presentaban anomalías en su marcación y estructura.

“En la inspección, los sujetos se notaban nerviosos. Ellos nos confirmaron que la sustancia era acetona y pertenecía a los llamados Comandos de la Frontera”, aseguró el teniente que estaba al mando del grupo de uniformados.

Mientras realizaban el procedimiento, los conductores se dirigieron al oficial en reiteradas ocasiones para ofrecerle dinero, con el fin de dejarlos en libertad, ofreciéndole primero 20 millones hasta ascender a un monto de 300 millones de pesos.

“Siempre mantuve mi posición, rechacé cada intento y continué informando al batallón. Y luego nos dispusimos en dirección a la estación de policía del municipio de San Miguel. Allí se efectuaron las capturas por tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos, se hicieron las pruebas correspondientes para corroborar el tipo de componentes y se inmovilizaron los vehículos”, expresó el teniente, que por seguridad pidió reserva de su nombre.

Este es uno de los corredores principales de los grupos ilegales para la entrada de insumos y la salida de cargamentos de droga, que son llevados hasta territorio ecuatoriano para ser enviados luego hacia Centroamérica.

Las autoridades han realizado varias operaciones especiales para contrarrestar las acciones del frente Carolina Ramírez y los Comandos de Frontera, que delinquen en la zona, donde han sido encontradas varias hectáreas de cultivos, laboratorios para el procesamiento de clorhidrato de cocaína y válvulas ilícitas para robar hidrocarburos.