Las presión bélica de las disidencias para unirse a la paz total

Crédito: Colprensa

Las presión bélica de las disidencias para unirse a la paz total

Según los expertos en conflicto, las Disidencias de las Farc han multiplicado las acciones armadas para presionar ser incluidas en el proceso de la paz total.

Por: Maria F. Fitzgerald

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Marcos Fidel Jiménez fue asesinado el 22 de agosto. Su cuerpo apareció en una vereda de Segovia, Antioquia, en la noche. Había sido secuestrado un día antes. Se lo llevaron junto a un firmante de la paz con quien lideraba los procesos de reinserción en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra. 

Jiménez empezó a ser amenazado meses atrás por el Frente 4 del Estado Mayor Central, de las disidencias de las Farc, que han afianzado su poderío en la región luego de ganarle terreno a las AGC y al ELN.

El Estado Mayor Central ha sido el principal protagonista de los hechos bélicos que han deteriorado la seguridad en el país en los últimos meses.

De acuerdo con los expertos en el conflicto colombiano, todo obedece a una estrategia que busca presionar al Gobierno Nacional para agilizar las mesas de negociación del proyecto de la paz total.

“Es importante que el Gobierno tenga claridad respecto a qué se está planteando como política para enfrentar a este grupo y que realmente cumpla de manera unificada con esa política, porque en este momento claramente no están coordinados”, señala Kyle Johnson, investigador de CORE. Esa falta de claridad, añade, está minando la confianza en las negociaciones que puedan venir después. 

El aumento de la violencia

Las disidencias no han parado el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. Tampoco han detenido las asonadas, las balaceras, las extorsiones, los secuestros, los asesinatos y las masacres; principalmente en el Cauca, la región del Catatumbo, Huila, Guaviare, Meta y Nariño. 

Actualmente tienen en marcha un plan pistola que ha dejado cuatro policías asesinados en el Cauca; han sido responsabilizados de al menos 11 masacres durante el último año en todo el país, y del asesinato de por lo menos 15 líderes sociales.  

Cauca y Nariño son los departamentos que han sufrido una mayor cantidad de atentados por parte del grupo. El Gobierno, por su parte, ha asumido una posición bélica para enfrentar la escalada de la violencia, lo que ha aumentado los combates y las acciones armadas. 

De acuerdo con la información aportada por el Ejército Nacional, las Disidencias van por El Plateado, el municipio caucano que consideran es su propia Marquetalia. Por lo mismo toda la zona de El Plateado es la de mayor confrontación. Hasta allí han desplazado cinco pelotones para retomar el control de esta región, que se ha extendido hasta Nariño. 

Según Jhonatan Patiño, alcalde de Argelia, el municipio que ha recibido a desplazados de El Plateado, asegura que la presencia de las Disidencias se fortaleció desde 2020: "Llevan más de tres años haciendo estragos. Últimamente han protagonizado una barbarie que ni los paras provocaban. Las disidencias llegaron al punto de que compraban la remesa en la cabecera municipal. En 2021 hubo unos coroneles fresquísimos que permitieron que todo se agravara. Pero ya, con la nueva presencia de tropas, hemos notado que el control de la zona por parte del Ejército se está retomando". 

¿Son efectivas las acciones militares para lograr la paz? 

“La presión militar tiene un techo de efectividad y luego tiene un umbral en el que se mina la confianza en el proceso de negociación. El gobierno debería pensar estratégicamente el vínculo entre la política militar y el proceso de la Paz Total y tomar decisiones sobre cómo actuará. No es posible que el presidente esté hablando de paz mientras el resto de su gabinete continúa aplazando el diálogo y aumentando las acciones bélicas. Se debe mantener un mismo discurso”, opina Johnson. 

Para él, la presión de las Disidencias podría terminar de entorpecer el proyecto. Eso mismo considera Carlos Espitia, investigador de Indepaz, para quien, además, estas acciones pueden resultar contraproducentes: “Porque tienen como contraparte a un gobierno con una amplia voluntad y esto lo único que hace es fortalecer los discursos que están en contra del Gobierno para buscar esta solución negociada”. 

Aunque para los dos investigadores el principal motivo de las acciones armadas es presionar al Gobierno, existen otros no menos preocupantes: la disputa con otros grupos armados por el control territorial, por ejemplo, y el deseo por hacerse sentir en un periodo especialmente sensible, como las elecciones regionales que se avecinan.

Espitia sospecha que la violencia también ha sido estimulada por intereses oscuros: “Aún existen intereses en las rentas mafiosas de economías ilegales, existen poderes políticos y económicos involucrados, y estos actores no están interesados en que se concrete una salida negociada para este conflicto”. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí