Crédito: Cortesía JEP, José Díaz
Paramilitares usaron caimanes para desaparecer cuerpos en Santander, según dijo Hugo Aguilar en la JEP
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El exgobernador de Santander Hugo Aguilar habló de su relación con el paramilitarismo ante la Jurisdicción Especial para la Paz y entregó información sobre fincas en las que habría restos de personas que habrían sido desaparecidas usando animales como cocodrilos
Por: Santiago Luque Pérez
En la audiencia única de verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Hugo Aguilar habló de su relación con los grupos paramilitares y de las prácticas de los miembros de este grupo para desaparecer personas. Aunque dijo que nunca recibió financiación de las autodefensas, sí recibió apoyo político y conoció varios hechos que ocurrieron en Santander, departamento del que fue gobernador.
El coronel retirado Hugo Aguilar habló de que los paramilitares de las Autodefensas Campesinas de Santander y Sur del Cesar (Ausac), a cargo de Guillermo Cristancho, alias Camilo Morantes, habrían usado un caimán para desaparecer los cuerpos de las personas que asesinaban en San Rafael de Lebrija, Santander.
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"En la vereda Rosa, la finca Gorgona, que hoy en día fue parcelada y hay cultivos de palma, en un comienzo fue de Luis Ramírez, alias Puntilla, y ahí había un lago y los cadáveres de la gente que asesinaba se los botaban a los cocodrilos que tenían en el lago y otros los sepultaban", afirmó Aguilar.
Aguilar pagó un estudio topográfico de la finca en la que habrían ocurrido estos hechos y lo entregó a la JEP para ayudar a encontrar los cuerpos que estarían en ese lugar. El magistrado Juan Ramón Martínez dijo que esta información ya había sido enviada por el exgobernador y que fue remitida a la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).
Los caimanes usados por los paramilitares para desaparecer personas en Santander
De las atrocidades cometidas por los grupos paramilitares para desaparecer personas se han comprobado varias. Una de las más sonadas fueron los hornos crematorios en Norte de Santander, reconocidos por Salvatore Mancuso. También se ha hablado de la utilización de caimanes o cocodrilos para que no quedara rastro de los cuerpos de las personas asesinadas en varias partes del país.
El director de Rutas del Conflicto, Óscar Parra, le dijo a CAMBIO que en audiencias de Justicia y Paz algunos antiguos miembros de las autodefensas en Santander reconocieron que alias Camilo Morantes, jefe las Ausac, usó caimanes para desaparecer personas, pero otros lo negaron. Hasta la fecha la justicia no ha comprobado esto.
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"La quebrada Musanga es un cuerpo de agua rico en fauna, que llega al Lebrija y luego al río Magdalena. Entre los animales que abundan en su caudal se encuentra un tipo de caimán, que, según cuentan en la zona, era usado por el jefe paramilitar [Camilo Morantes] para asesinar y desaparecer a sus víctimas", dice el especial periodístico Ríos de Vida y Muerte.
En esta zona también se ha documentado que los paramilitares usaron el río Lebrija para la desaparición forzada. Entre las personas que habrían sido lanzadas a este cuerpo de agua, según el relato de Mario Jaimes Peña, alias Panadero, están el hijo de Manuela Sidray, Edgar Alfonso Sierra Sidray, y el esposo de Álix Vélez, Luis Miguel Cifuentes Díaz, víctimas de la masacre del 28 de febrero de 1999.
Una nota de prensa de Semana de 2009, da cuenta de que la fiscal Luz Marina Avellaneda investigaba esta práctica. "Cristancho murió asesinado en 1999 y, según Avellaneda, hasta ahora 'nadie en versión (o declaración formal ante fiscales) nos ha querido aceptar que efectivamente ese señor...lanzaba gente a la laguna para ser devorada'", dijo el medio de comunicación.
En la sentencia de Justicia y Paz del Bloque Vencedores de Arauca, se menciona a Pepito, un caimán de gran tamaño que habría sido utilizado por los paramilitares en el oriente del país para desaparecer personas.
El documento de 1.379 páginas dice sobre esto: "El reconocimiento sobre la existencia de este animal en el sector, y la forma en la que los integrantes del BVA [Bloque Vencedores de Arauca] utilizaban el miedo que dicho caimán producía en la población civil, para amenazarla y torturarla, resulta de gran importancia".