Empresas que le apuestan a la innovación
21 Julio 2023

Empresas que le apuestan a la innovación

Veamos estos tres casos: recientemente, Ramo lanzó al mercado su nuevo producto llamado Esquinas, que son triangulitos de Chocorramo, complaciendo a los clientes que afirmaban que esta es la parte que más les gusta del famoso ponqué recubierto de chocolate.

Por: Contenido especial

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Por otro lado, Alquería, una de empresa que ha construido su éxito en el mercado de lácteos, sumó a su canasta de productos uno completamente diferente: leche de almendras, para atender el creciente consumo de bebidas de origen vegetal. Y, finalmente, recordemos la historia de la creación de Nequi, la primera billetera digital de Colombia, que nació en el laboratorio de innovación de Bancolombia –hoy escindida– y ha revolucionado la relación de la banca con los clientes.

Son tres ejemplos –entre muchos– de alta innovación empresarial, y no son gratuitos. Thomas Edison dijo que “la genialidad es 1% de inspiración y 99% de transpiración”. Cambiemos la palabra genialidad por innovación. Pocas creaciones disruptivas han llegado por casualidad, en tanto que la mayoría son fruto de grandes esfuerzos en conocimiento, tiempo y recursos.

Las empresas que se atreven a cambiar, las que realmente practican la creatividad sistemática, son las que se esfuerzan por hacerlo: aplican metodologías, vuelcan su cultura organizacional a la gestión de las ideas, invierten dinero en el proceso de creación y –más importante aún– asumen con decisión el riesgo que implica innovar.

Desde fuera de la organización es difícil comprender este enorme esfuerzo. Cuando disfrutamos un paquete de snaks de queso de Alpina no reparamos en el tiempo que tomó la ideación y el desarrollo de este producto. Cuando abrimos desde nuestro teléfono una cuenta de ahorros en Finandina –el primer banco 100% digital de Colombia– no pensamos en el proceso de decisión que se surtió internamente para que renunciaran al mundo físico. Cuando nos lavamos los dientes con un cepillo de bambú y una crema formulada para amantes del café, ambos de Colgate, no somos conscientes de la gran cantidad de ideas y creatividad implícita en estos productos.

Innovación
Foto: Adobe Stock.

Pero otra cosa es lo que ocurre dentro de estas organizaciones: Corona vive una carrera contra sí misma para sumar patentes y secretos industriales a su patrimonio, Ecopetrol trabaja día a día para inventar el camino a la transición energética, Coca-Cola se ha impuesto rediseñar hasta sus más icónicos envases para reducir su impacto ambiental, La Fazenda creó uno de los modelos de producción agrícola más innovadores y exitosos del país… y los ejemplos podrían seguir.

Las empresas colombianas llevan el talante creativo de su gente, y por eso la creación no tiene límites. Incluso, muchas de estas trabajan actualmente en la búsqueda de soluciones a los más grandes desafíos industriales, como reducir su impacto, hacer más eficiente su producción, migrar a energías limpias, rediseñar sus empaques, automatizarse, desarrollar productos y servicios modernos y encaminarse a un futuro interconectado y totalmente digital.

Esto no sorprende en las llamadas empresas 3.0 o “tech”, que nacieron ya dentro de ecosistemas altamente volcados a la ideación y la creación. Pero sí es un paso admirable en compañías tradicionales, que han desarrollado sus negocios desde que el mundo era análogo, como las que hemos mencionado, porque esto significa que decidieron abandonar su confort para lanzarse en busca del esquivo milagro de la innovación. En estos ejemplos, y en muchos más en el tejido empresarial colombiano, cobra más sentido aquella frase que dice que “innovar es una actividad de riesgo cuyo principal riesgo es no practicarla”.

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