Por la gestión de EPM, Hidroituango puede garantizar la seguridad energética de Colombia

Crédito: Colprensa

29 Septiembre 2023

Por la gestión de EPM, Hidroituango puede garantizar la seguridad energética de Colombia

Los recursos recuperados después de la contingencia permitirán la entrada en operación de las unidades 3 y 4 este año, con lo que la hidroeléctrica aportará 1.200 megavatios al sistema.

Por: Contenido especial

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Una de las principales banderas de Daniel Quintero, desde que asumió la Alcaldía de Medellín, fue llegar hasta el fondo de la investigación sobre las causas y responsables de la contingencia de Hidroituango en 2018. No solo porque se trata de un proyecto estratégico que aportará 17% de la energía que necesitan los colombianos; también, por los cuantiosos recursos públicos que se perdieron por cuenta del siniestro. 

Desde el primer momento la administración actual de EPM, en cabeza del alcalde Quintero como presidente de la Junta Directiva, el gerente general Jorge Andrés Carrillo, y un equipo de directivos y funcionarios de EPM trabajaron con las autoridades para recuperar el dinero perdido por la contingencia, que llevó a que el costo del proyecto, asumido en su totalidad por la compañía, se elevara de $10 billones a $18,3 billones de pesos. 

En ese proceso, la Contraloría General de la República emitió un histórico fallo de responsabilidad a finales de 2021, tasando el daño fiscal de la contingencia de $4,3 billones de pesos: $3,1 billones por concepto de destrucción del valor de la inversión del proyecto; y $1,2 billones por el lucro cesante derivado de la no entrada en operación de la hidroeléctrica en 2018. 

A raíz de la decisión del ente de control, Mapfre Seguros Generales pagó una indemnización de $983 millones de dólares, equivalentes a los $4,3 billones de pesos, a EPM. Esto, por cuenta de la póliza Todo Riesgo Construcción y Montaje de Hidroituango, que tiene un límite asegurado por $2.556 millones de dólares para cobertura de daños, y $628 millones de dólares por el retraso en la entrada en operación. 

“Al ser un siniestro de pérdida parcial, no podíamos esperar una indemnización completa del valor asegurado. Al final, después de una copiosa entrega de información a todas las partes involucradas, demostramos la ocurrencia de la cantidad de la pérdida que dio lugar la indemnización por $983 millones de dólares”, explica Andrés Uribe Mesa, vicepresidente de Riesgos de EPM. 

Esos recursos fueron determinantes para que la compañía garantizara la entrada en operación, a finales de 2022, de las unidades 1 y 2 de Hidroituango, que actualmente aportan 600 megavatios al sistema eléctrico nacional, así como el restablecimiento del esquema de aseguración de la central. 

“Hoy no solamente contamos con una póliza de Todo Riesgo por daño material y Lucro Cesante por un valor de $250 millones de dólares, que ampara las obras civiles principales del proyecto y las unidades 1 y 2 de generación. A medida que entremos en operación, las unidades 3 y 4 también harán parte del aseguramiento. Además, tenemos una póliza independiente de responsabilidad civil extracontractual, ampliamos la cobertura de sabotaje y terrorismo en el esquema de aseguramiento de la organización por un valor asegurado total superior a $700 millones de dólares, y tenemos una póliza de montaje para las unidades de generación. 
Ese esquema, en adición al fondo de autoseguro de la empresa, es semejante a lo que teníamos antes de la contingencia”, agrega Uribe Mesa. 

Pero los recursos obtenidos no solamente sirvieron para la entrada en operación de las unidades 1 y 2. Igualmente, han permitido los avances que van a llevar a la entrega de las unidades 3 y 4, que aportarán 600 megavatios adicionales de energía al sistema, a finales de este año. 

Para lograrlo, desde marzo de este año se avanza en el montaje y armado de las piezas del conjunto turbina generador de las unidades 3 y 4, y en mayo se instaló el rotor de la tercera unidad de generación, la pieza más pesada del conjunto, de 510 toneladas. 

Un mes después, a bordo de un avión Antonov, llegó al país la compuerta hidromecánica de la unidad 3, fundamental para avanzar en los trabajos subacuáticos de adecuación de la zona de captaciones, desde donde se capta el agua del embalse para llevarla a la casa de máquinas. Su instalación fue clave porque permite realizar los trabajos de adecuación, fundamentales para hacer las pruebas con agua. Tres semanas más tarde llegó la compuerta hidromecánica de la unidad 4, con lo que ambas fueron ensambladas y sumergidas a 60 metros de profundidad del embalse para anclarlas a cada una de las captaciones. De manera casi simultánea, se instaló el rotor de la cuarta unidad de generación, siendo esta una de las piezas más importantes de la turbina en cuanto permite la generación de energía. 

Actualmente, la empresa avanza en el montaje de piezas electromecánicas, los componentes hidráulicos y la instalación del cableado y los tableros de control para el inicio de las pruebas de las dos unidades. Igualmente, siguen los trabajos subacuáticos, el retiro de tapones y de concreto y la puesta a punto del sistema de captación para el ingreso de agua desde el embalse a las unidades 3 y 4.

Una vez eso suceda, de aquí a noviembre de este año, iniciarán los primeros movimientos manuales de las máquinas y las pruebas con agua, para finalmente llevar las máquinas a la máxima tensión y voltaje y, de esta manera, asegurar su posterior sincronización y conexión al sistema eléctrico nacional. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí