El gas, el principal aliado de Colombia

¿Por qué el gas es importante para el desarrollo de un país como Colombia?

Creo que el gas natural es el energético más consistente con las necesidades del país. Primero, porque es un vehículo para reducir la pobreza, cerrar brechas de desigualdad, mejorar el bienestar, llevar calidad de vida y, además, por sus atributos medioambientales. El gas natural ayudaría a acelerar la transición energética al tiempo que mantenemos la confiabilidad en la prestación del servicio de gas, es decir, sin interrupciones. No existe un energético ideal como el gas. Si los comparamos con otros, es de bajas emisiones y es de lejos el más económico. Y un tercer componente es que lo tenemos disponible en Colombia. 

Pero, ¿cómo ayuda el gas a evitar la pobreza?

Cada vez que se hace una sustitución de leña o de residuos contaminantes por gas natural, reducimos la pobreza energética. Hicimos un estudio que nos demostró que si les llevamos redes domiciliarias con nuevos puntos de conexiones a familias que usan gas licuado de petróleo (GLP), ahorrarían hasta 72.000 pesos en estratos uno y dos, que ayudarían a cerrar brechas de inequidad porque son recursos que se pueden usar para otros bienes o servicios básicos. 

¿A dónde no llega el gas hoy?

En los últimos 20 años hemos pasado de tener 1.9 millones de usuarios a 10.7 millones de usuarios. Si utilizamos el factor de conversión del Dane por familias y hogares, la conclusión es que 36 millones de colombianos usan gas natural en sus hogares. A nivel regional somos líderes en cobertura con 67% del territorio nacional cubierto. Le siguen Argentina (62%), Perú (14%), Venezuela (6%) y Brasil (4%). Pero aún tenemos un gran desafío: 1.8 millones de familias, según el Dane, que todavía cocinan con leña y residuos sólidos más contaminantes.

¿Qué piensan hacer al respecto?

Le presentamos una propuesta al Gobierno Nacional para hacer en estos cuatro años un programa de sustitución de leña por gas natural que nos permita, al menos en 650.000 familias en zonas rurales y urbanas, hacer la sustitución para reducir pobreza.

¿Cuál es el principal escollo para lograr una cobertura nacional?

Hay unos cuellos de botella, pero ya el Plan de Desarrollo adoptó una medida, que es incluir en los proyectos de vivienda de interés social y de interés prioritario la conexión interna de gas natural. Hoy, los constructores solo entregan punto eléctrico y de agua. Resulta que en los estratos 1 y 2 esa conexión cuesta 1,8 millones de pesos. Así les financiemos en el recibo esa conexión interna a los hogares, para estos estratos resulta inviable pagarla porque en todo caso incrementa la tarifa de consumo. Hay un fondo que se nutre de una contribución que entrega el sector de la industria de gas natural, que se llama el Fondo Especial Cuota de Fomento, y pensamos que esos recursos podrían ser utilizados para hacer el punto de conexión interna y cubrirlo en el 100%. Le pedimos al gobierno nacional que lo hiciera y ya en el Plan de Desarrollo se permite que esos recursos puedan ser utilizados en tal propósito sin limitante alguno.

Y el escollo del costo del transporte del gas, que es inequitativo, ¿cómo lo van a resolver?

Si. debería ser imperativo que haya una metodología para determinar la tarifa del transporte de gas natural de manera más equitativa. Hoy las tarifas se cobran por tramos y eso significa que cuando tú estás alejado de un campo de producción tienes que pagar la tarifa de cada uno de los tramos, y eso puede encarecer el servicio de transporte. Si logramos establecer una tarifa única de transporte, que se llama Tarifa por Estampilla, vamos a lograr que aquellas zonas que están alejadas de campos de producción paguen lo mismo que quienes están cerca. El Plan de Desarrollo también recoge este punto, porque el Gobierno entendió que nuestro compromiso es con la gente para ayudar a cerrar brechas de desigualdad.

¿Por qué hay tanta incertidumbre frente a la exploración o no de los yacimientos de gas?

Hay un problema que aqueja a la humanidad y es el cambio climático. Todos debemos luchar contra esto. Pero países como Colombia no pueden desconocer su situación de pobreza. Tenemos 20 millones de personas en estado de pobreza y de ellos 6 millones están en pobreza extrema. Tampoco se puede desconocer que hay que hacer una transición energética. 

¿Eso qué significa?

Eso significa migrar del uso de energías más contaminantes a limpias, como la eólica y solar. Pero la manera como implementemos esa transición debe ser ordenada para que tenga el menor impacto en el bolsillo de los colombianos. Y cuando digo ordenada es que aprovechemos todos los recursos naturales del país al tiempo que crecemos en energía eólica y solar, para que la gente no tenga interrupción en el servicio energético eléctrico ni de gas, ni para que los colombianos tengan que pagar más por esas energías limpias sin haber hecho una transición gradual.

¿Cuál es el papel del gas natural en esa transición?

Es muy estratégico porque como es de bajas emisiones brinda respaldo a las intermitencias de la energía eólica y solar, que dependen del sol y del viento. En Europa hicieron una migración muy rápida a estas energías limpias y suspendieron la generación eléctrica con gas y con carbón, así como las actividades exploratorias, confiados en que iba a ser suficiente para cubrirlos. Llegó la post pandemia al tiempo con el invierno y la demanda se disparó, y estas energías no fueron suficientes para suplir la demanda. Entonces, tuvieron que volver a encender las plantas térmicas que funcionan con gas y con carbón, pero ya era muy tarde: se acentuó la dependencia del gas de Rusia. En Colombia, 100% del gas que consumimos en las industrias, vehículos y hogares es producido en Colombia y por eso los precios se establecen aquí. Nunca el precio internacional, que fluctúa dependiendo de guerras o escasez, nos afecta. Eso nos lleva a concluir que si seguimos explorando vamos a preservar la autosuficiencia y la seguridad energética. 

¿Pero al fin está claro cuánto gas tenemos y para cuánto tiempo?

La cifra oficial la expide el Ministerio de Minas y Energía anualmente, el 30 de abril y se publica el 1 de mayo; y está basada en los informes de las compañías que hoy tienen los contratos de exploración y explotación. En este informe dice ‘estas son mis reservas y estos son mis recursos’. 

¿Cuál es la diferencia entre estos dos términos?

La primera es que ya fueron descubiertas, pero tiene 90% de probabilidad de existencia de unas, 50% de probabilidad de existencias de otras y 10% de existencia de otras. A esas les llamamos probadas, probables y posibles. Pero la compañía también dice que tiene una mera expectativa de que allá en un lugar pueda haber gas natural y esos son los recursos. La única manera de que se conviertan en reservas es perforando pozos. Si supiéramos dónde está el gas, no tendríamos problema. Pero no existe otra metodología. Por eso, donde hay una mera expectativa tenemos que perforar para que esa molécula se convierta en reservas disponibles.

¿La incertidumbre por la no exploración nos afectará a todos los colombianos?

Sí, nos puede afectar. Hay dos efectos inmediatos: que tengamos continuidad en la prestación del servicio de gas y por otro lado la generación eléctrica. La matriz eléctrica colombiana proviene de fuentes hídricas, pero a veces hay fenómenos del Niño, los embalses se bajan y ahí es cuando la generación de energía con gas y carbón se deben prender para generar continuidad en el suministro de energía. Para eso hay que tener gas natural disponible. 

Si no exploramos vamos a tener que importar gas de otros países…

Si detenemos la exploración nos puede pasar lo que le pasó a Europa, que tuvo que importar gas de otro país. El caso de Rusia y Ucrania no es el único. En el pasado sucedió con Argentina y Chile. Chile no tiene este recurso natural, pero Argentina sí. En algún momento el gobierno de Argentina, por una decisión política, interrumpió el suministro y en Chile se vieron abocados a un problema energético por esa dependencia. ¿Qué pasa si hay un fenómeno de la Niña en Colombia y también en los países vecinos? El vecino privilegia el consumo interno para suplir su demanda interna. Si dependemos de terceros podemos tener problemas.

¿Cuál es nuestro potencial? 

Tenemos un potencial interesante. En el mar Caribe se anunciaron descubrimientos de gas natural. El caso de Uchuva es un pozo de un contrato que se suscribió en el año 2004. 18 años después tenemos el descubrimiento. Por eso, la actividad exploratoria no puede suspenderse, porque da resultados a largo plazo. Si queremos mantener la autosuficiencia a largo plazo debemos hacer actividad exploratoria hoy. En el mar Caribe hay un potencial interesante. En el Urabá antioqueño, el yacimiento Gordon 1 fue clave y hoy es operado por Shell y Ecopetrol. Esperamos que ese potencial nos sirva no solo para tener autosuficiencia, sino para exportar el excedente. No veo una situación de dependencia si mantenemos actividad exploratoria.

¿Ya está definido que no va a haber más exploración? 

Leí juiciosa el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo y hay una parte del texto que señala que el Gobierno va a hacer un monitoreo a los contratos de exploración existentes para establecer un balance de oferta y demanda de gas. Dice el texto que es para establecer seguridad energética en el mediano y largo plazo. Y, además, a punto seguido señala que esto se hace con el fin de aprovechar los recursos existentes de Colombia. Entonces, me parece que en esa discusión de suscripción de nuevos contratos el gobierno está dando un paso. 

¿Podría Colombia algún día producir urea?

Rusia es uno de los grandes productores de gas natural, que es el principal insumo para producir fertilizantes, especialmente urea. Entonces también es productor de fertilizantes, y Colombia importa fertilizantes en 70% de Rusia, Estados Unidos y China. Si nosotros mantenemos actividad exploratoria y somos autosuficientes para producir urea, podemos dejar de importarla y así abaratar los costos de los alimentos e impulsar los programas de hambre cero. El gobierno habla de industrializar el agro colombiano. Si voy a hacer ese proceso necesito un combustible a la mano, económico y que reduzca emisiones. El gas cumple con esas tres características. Ese debe ser el combustible la industrialización del agro.

Pero entonces el gas debería ser el aliado de los programas del gobierno actual…

Así es. El gas es el principal aliado del Gobierno Nacional en sus grandes apuestas porque cumple con todos los requisitos para suplir las demandas sociales, al tiempo que ayuda a acelerar la transición energética y a cumplir con los compromisos del cambio climático. Eso lo hace la pieza del rompecabezas que se requiere para cumplir con todo.

¿Qué debe ocurrir en estos años para que los colombianos estemos tranquilos de que vamos a tener gas económico y verde?

Invitaría al Gobierno para que no se cierre a la posibilidad de seguir suscribiendo nuevos contratos de exploración y producción. Solo explorando pozos podremos encontrar gas en áreas que no han sido asignadas. Esto nos va a permitir seguir teniendo seguridad energética a largo plazo y ayudar al país a reducir la pobreza, acelerar el proceso de transición energética y a potenciar la agricultura. A los inversionistas les digo que debemos seguir apostando a Colombia como país: más allá de este Gobierno, tenemos grandes desafíos, entre ellos 20 millones de compatriotas en pobreza. Esto solo se logra si trabajamos el Gobierno y el sector privado. No podemos avanzar solos. Estos son los temas que trataremos en nuestro próximo Congreso Naturgas que se realizará en Barranquilla del 24 al 26 de mayo que reunirá de forma presencial a representantes de toda la cadena del sector de gas natural: expertos en temas energéticos del orden nacional e internacional, representantes del gobierno nacional, local, empresarios, académicos, comunidades entre otros.