'Arrancar los ojos', una crónica de armas no letales que mutilan
17 Agosto 2023

'Arrancar los ojos', una crónica de armas no letales que mutilan

Fotograma de la video instalación

A raíz de las imágenes que se transmitieron en el mundo entero sobre agentes antidisturbios que disparaban sus “armas no letales” a la cara de los manifestantes, la artista argentina creó la instalación 'Arrancar los ojos', en las que combina video y escultura para responder a las preguntas: ¿Qué significa el acto de arrancar los ojos? ¿Es posible restituir la mirada? ¿Es posible que los ojos vuelvan a ocupar su lugar? ¿Es posible recuperar con ellos toda la memoria arrasada?

Por: Eduardo Arias

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Hoy a las seis de la tarde se inaugura en Fragmentos la obra Arrancar los ojos, de la artista argentina Gabriela Golder. La obra busca entender la dimensión política de la mirada. Las protestas que ocurrieron entre 2019 y 2021 en Colombia y Chile llamaron la atención de Gabriela Golder, quien decidió investigar los casos de manifestantes que perdieron uno o los dos ojos a causa de los disparos a sus cabezas por parte de las fuerzas de seguridad de ambos países.
La obra plantea una reflexión sobre la violencia institucional, la represión y el trauma colectivo. La muestra la componen las obras Un dolor que recuerda por qué duele, Formas de decir, Desde el campo de batalla, De los ojos que se mueven amparados por su furia y Arrancar los ojos, en las que la artista se vale de videoinstalaciones, escultura, música y material de archivo.
En la primera sala, la videoinstalación Un dolor que recuerda por qué duele presenta diez relatos de las víctimas de trauma ocular en Colombia durante las manifestaciones sociales.
En las paredes de este mismo espacio se encuentra Formas de decir, una pieza conformada por placas de aluminio que esculpen en braille 56 maneras distintas de señalar que hay cientos de rostros sin ojos porque alguien los tomó y se los robó para siempre: sacar los ojos, extirpar los ojos, exhumar los ojos, vaciar los ojos, remover los ojos, eliminar los ojos, hurtar los ojos, desechar los ojos, apresar los ojos, despojar los ojos, incendiar los ojos, exiliar los ojos…

Formas de decir
'Formas de decir'.


El recorrido continúa en la sala de proyecciones con Desde el campo de batalla, una pieza audiovisual donde cuatro locutores narran hechos relacionados con la violencia policial y la represión a los manifestantes en Francia, Colombia, Chile y Hong Kong.
En frente de esta sala, 20 esculturas integran la serie De los ojos que se mueven amparados por su furia. Al final, en la sala principal de Fragmentos se presenta la videoinstalación Arrancar los ojos, una puesta en escena de grandes pantallas con material audiovisual de archivo, imágenes de cráteres en el sur de Argentina que representan ojos de la Tierra, consignas que se cantaron en manifestaciones de distintas regiones del mundo, cronologías, textos científicos y periodísticos y fragmentos de textos míticos relacionados con la acción de quitar los ojos. La obra termina con una canción de La Mujer Cabra, compuesta para la exposición a partir de la investigación realizada por la artista.

Arrancar
Videoinstalación 'Arrancar los ojos'.


Gabriela Golder nació en Buenos Aires en 1971. Es artista visual, profesora en Argentina y otros países y directora de la Bienal de la Imagen en Movimiento (BIM). También es curadora de El cine es otra cosa, ciclo de cine y video experimental del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Estudió en la Universidad del Cine y cursó un máster en hypermedia en la Université Paris VIII. Su trabajo como artista gira en torno al video, las instalaciones y las intervenciones site specific. Es decir, obras de arte creadas especialmente para interactuar con un espacio, situación o contexto determinados. Sus inquietudes creativas giran alrededor de la memoria, la identidad, la violencia institucional y el mundo del trabajo.

En un extracto del texto de presentación de la obra Gabriela Golder escribe: “La policía apunta directamente a la cabeza, no solo en Colombia y Chile, sino también en Palestina, Cataluña, Francia, Hong Kong, el Líbano, Brasil, Cachemira. ¿Dónde más? ¿Desde cuándo? Esta metodología represiva viene evolucionando desde el conflicto palestino-israelí: balas dirigidas a los ojos de los manifestantes para cegar, mutilar. Se trata de un cambio de paradigma en la violencia policial, un giro que va del “derecho a matar” al “derecho a discapacitar. Arrancar los ojos parte de estos acontecimientos, se pregunta por lo inmediatamente anterior a ese momento de mutilación y por lo que queda luego de la tragedia. Se pregunta por las causas, por la búsqueda violenta de generar vacío, ausencia de mirada, invisibilidad, ceguera. También indaga los modos posibles de detener la pérdida de la memoria: recolectar los restos, las huellas, las imágenes de esas miradas al borde de la desaparición”.
CAMBIO habló con Gabriela Golder acerca de cómo desarrolló esta obra.
 

Gabriela Golder
Gabriela Golder.

CAMBIO: ¿Cómo surgió este proyecto, cómo volver arte unos episodios que sucedieron en varios lugares del mundo?
Gabriela Golder:
Casi todos mis proyectos parten de la conmoción. Es decir, de algo que me conmueve. Cuando yo vi las imágenes de las revueltas en Chile y de qué modo la policía, los carabineros reprimían y cuando vi que estaban tirando los ojos, que no era uno sino otro y otro y otro hasta ser más de 500, eso me conmovió tremendamente. Un modo para salvarme es empezar a investigar. Entonces paso de estar conmovida a ponerme a investigar.
CAMBIO: ¿Cuánto tiempo tomó este trabajo?
G.G.:
Desde 2019. empecé a hacerlo sin saber para qué pero lo hice porque era necesario para mí misma. Sin saber qué iba a ser, sin saber que iba a ser una instalación ,sin saber que iba a estar en Colombia. Así se fue armando, recogiendo material, escribiendo y luego apareció la convocatoria de Fragmentos, me presenté y lo centré en Colombia. Investigué qué había pasado en Colombia y ahí fue el anclaje en Colombia.
CAMBIO: Llama mucho la atención el comienzo de la instalación, esas imágenes captadas en la Patagonia argentina, en la provincia de Neuquén. ¿Cómo llegó usted a esa idea, a ese concepto de asociar esas imágenes a esta instalación exposición?
G.G.:
Mariana, la asistente que trabaja conmigo viajando se encontró con estos cráteres y me mostró las fotos. Yo estaba trabajando en esto y para mí esos cráteres eran ojos. Yo enseguida dije: “Estos son los ojos de la tierra” y desde que los vi quise ir a grabarlos. Dos meses después grabamos con dron con una cámara convencional. Para mí esos tres cráteres que están en una zona volcánica eran los ojos de la Tierra, pero también yo venía con esta idea de qué pasa con la memoria de los ojos arrancados. Para mí era el lugar donde reposaban los ojos cuando antes de volver a sus cuerpos, como si fuera posible volver. Obviamente es una metáfora.
CAMBIO: ¿Cómo lograron darle a esas imágenes ese aspecto como de un satélite de Saturno?
G:G.:
Yo imaginaba que iba a ser un paisaje desértico lunar. Grabamos los cráteres con el dron desde bien arriba, casi a 1.000 metros. Yo estaba segura de que quería estos movimientos circulares. Esa era la consigna para el que manejaba el dron.
CAMBIO:
G.G.:
Abajo, en la cámara donde se dirige el dron yo iba viendo, pero lo iba viendo a color. Cuando recogí esas imágenes las puse en blanco y negro y empecé a jugar con el no color y con el extremo contraste, que está presente en toda la parte audiovisual de la muestra, excepto en Desde el campo de batalla, que son locutores, porque allí quería algo que se viera bastante televisivo.
CAMBIO: A veces queda la sensación que este tipo de trabajos terminan siendo el periodismo, que a veces no muestran los periodistas y los medios cercanos al gobierno, al Estado, a los dueños del poder
G.G.:
Yo creo que son idas y vueltas,. Por un lado pienso que es un acercamiento sensible. Todo está pensado para que los cuerpos nuestros sean más pequeños que lo que se ve y todo entonces sea un acercamiento sensible a través del sonido, el montaje. Por otro lado, es muy importante que gran parte de este material lo obtuve de medios alternativos, celulares. En algunos casos son las mismas imágenes que se ven en los medios de grandes corporaciones, solo que está clara la teoría del montaje. Las imágenes cuando están juntas hacen sentido de acuerdo con lo que viene antes y lo que sigue después. Eso dijo Einstein. Una imagen junto a otra cambia de sentido que cuando estás sola.
CAMBIO: ¿Usted trabajó el montaje sola o tuvo alguna ayuda?
G.G.: Trabajé con un montajista. Fueron seis meses.
CAMBIO: Es un trabajo muy meticuloso, muy cuidadoso.
G.G.:
Sí, es casi como una coreografía. Trabajé con una persona porque en un momento yo ya no puedo ver más, entonces necesito que alguien esté adentro pero no tanto para poder generar ese ritmo. Fue bastante complicado. Uno está acostumbrado a montar una imagen después de la otra como en cualquier audiovisual, pero acá montábamos al mismo tiempo una imagen después la otra y el juego en las cuatro paredes. Yo veía lo cronológico, pero también el despliegue. Entonces iba así pasando de una otra.
CAMBIO: A veces se ve en una pared una imagen general y al lado un detalle de esa misma imagen.
G.G.:
En algunos casos la imagen se abre en las cuatro paredes, en otros casos son diferentes o un detalle o un desencuadre. Depende un poco del ritmo que necesitaba. De repente es todo negro y se ve solo unas luces, de repente los cráteres son parecidos pero diferentes.
CAMBIO: ¿Cómo obtuvo los testimonios de Un dolor que recuerda por qué duele?
G.G.: V
ine a Bogotá en mayo de 2022. Gracias a una periodista que me contactó con los chicos y toda la investigación que yo venía siguiendo de la ONG Temblores, de algunos periodistas, entonces vine cinco días solo a hacer las entrevistas. Nos encerramos en un galpón y hablamos muchísimo tiempo. De hecho las entrevistas están con muy poquito corte, con todo lo que hay para decir. A diferencia de otro tipo de entrevistas, yo no buscaba que me dijeran algo. Yo simplemente iba a escuchar. Yo no iba a buscar la frase  que justificara lo que yo estaba diciendo ni a hacer un montaje. Con todos los testimonios. Cada uno tiene su espacio, su entrevista.

FRAGMENTOS, Espacio de Arte y Memoria
Arrancar los ojos

Carrera 7 n.º 6b-30 Bogotá, D. C., Colombia
Abierto de martes a domingo, de nueve de la mañana a cinco de la tarde
Entrada gratuita
Como parte de esta muestra, el sábado 19 de agosto, a las once de la mañana se realizará en FRAGMENTOS un conversatorio entre la artista Gabriela Golder y Daniel Bernal, Juan Pablo Fonseca, Cristian Zárate, Daniel Jaimes y Andrés Lalos, integrantes del Movimiento de víctimas de Trauma Ocular en Colombia, MOCAO, con la moderación de Sara Trejos, directora de Sillón Estudios.

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