Bogotá busca articular un plan de cultura con miras a su quinto centenario
El Plan de Cultura 2038 que adelanta la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá se estructura en torno a libertad e identidad, comunidades creadoras, diversidad y diálogo intercultural, agencia cultural y política y acción colectiva.
Por: Redacción Cambio
El Plan de Cultura 2038, que lidera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía de Bogotá es un proyecto que busca definir el rumbo cultural, artístico y patrimonial de la ciudad para los próximos años. Busca cumplir su meta a partir de la síntesis concertada de las aspiraciones, sueños y proyectos que tiene en mente la ciudadanía y las instituciones que están participando en su formulación. Se escogió el año 2038, el de la celebración de los 500 años de la fundación de la ciudad.
Este plan busca garantizarles a los ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos culturales y que la cultura forme parte activa en los procesos constructivos del desarrollo, a partir del respeto de la diversidad de prácticas culturales, artísticas y del patrimonio de todos sus habitantes. Que la ciudadanía pueda ejercer plenamente sus derechos y libertades culturales.
Esta estrategia propone un modelo de gestión que ofrezca bienes y servicios centrándose en el desarrollo humano y que genere capacidades y oportunidades. El objetivo es que Bogotá brinde oportunidades para que todas las personas puedan ejercer sus derechos culturales con libertad, igualdad y en un entorno de no discriminación.
Para cumplir sus metas al Plan Cultural 2038 lo rigen cinco líneas.
Libertad e identidad: es el derecho a expresarse libremente y a escoger la propia identidad y a identificarse o no con una o varias comunidades.
Comunidades creadoras: es el derecho a ejercer las propias prácticas culturales; a participar de actividades creativas; a buscar, desarrollar y compartir con otros sus conocimientos, saberes y expresiones culturales.
Diversidad y diálogo intercultural: reconoce la dimensión diversa de la vida para seguir un estilo de vida asociado al uso de bienes culturales y de recursos como la tierra, el agua, la biodiversidad, el lenguaje o instituciones específicas.
Agenda cultural y política: permite participar de la vida en comunidad para transformar las condiciones que limitan el ejercicio de sus derechos culturales.
Acción colectiva: promueve la asociación con otros agentes sociales, comunitarios, privados y públicos para ejercer libremente sus derechos culturales en articulación con los territorios y las poblaciones de contexto.
La participación ciudadana cumple un papel importante en la formulación del plan, así como el acompañamiento de los sectores artísticos, culturales y del patrimonio a través de mesas intersectoriales, en las que el sector público y otros sectores de la administración dialogan con la cultura como componente central en su gestión; mesas sectoriales con entidades sin ánimo de lucro, sector privado y comunitario, expertos y académicos, entre otros; consulta ciudadana, que permite conocer el punto de vista de los habitantes de Bogotá a través de encuesta sobre prácticas artísticas y patrimoniales, y un sistema correo de voz para consultar la opinión de los ciudadanos mediante call centers y redes sociales, y consulta a los agentes del sector cultural a través de encuestas.
Además, la ciudadanía podrá vincularse con el plan a través de los canales virtuales de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, en donde podrá responder una sencilla encuesta acerca de la Bogotá deseada en 2038.
Las personas también podrán participar mediante un código QR que encontrarán en los diferentes escenarios culturales públicos de la ciudad.
CAMBIO conversó con Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deportes de Bogotá, acerca de los alcances del plan.
CAMBIO: ¿El plan dejará trazada una política pública en el largo plazo?
Catalina Valencia: Efectivamente. El Plan de Cultura de Bogotá 2038 (PCB2038) propone objetivos, líneas estratégicas y contenidos programáticos que buscan orientar la gestión pública de la cultura de Bogotá en el corto, mediano y largo plazo. Bogotá cuenta con diferentes políticas tal como la política de Economía Cultural y Creativa o la Política de Lectura, Escritura y Oralidad, sin embargo, el PCB2038 busca generar una visión que articule estos instrumentos y construya una hoja de ruta integral para el sector. De esta forma, el PCB2038 busca profundizar el ejercicio de los derechos culturales de todos los habitantes de la ciudad.
CAMBIO: ¿Cómo se logra garantizar esos derechos?
C.V.: El plan considera que todos, de manera individual y colectiva, somos comunidades creadoras que no solo se manifiestan a través de las expresiones artísticas, culturales y patrimoniales, sino somos creadores en tanto producimos significados sobre nosotros mismos, nuestra relación con los otros y creamos de manera permanente nuevas condiciones para vivir en convivencia, respetar la diferencia, entender la ciudad como un espacio común y cuidar del entorno y todas las formas de vida.
CAMBIO: ¿Cuáles mecanismos utilizará?
C.V.: Al reconocer la condición creadora de todos y todas, promueve la diversidad cultural de la ciudad, hace visible las culturas de grupos sociales históricamente discriminados y, mediante el reconocimiento y promoción de sus culturas, facilita el diálogo intercultural para que todos y todas cuenten con oportunidades y puedan optar en condiciones de libertad y de igualdad. Es decir, es un Plan centrado en las personas y el desarrollo humano. Esta nueva visión transforma el entendimiento tradicional que tienen los ciudadanos e instituciones del sector y convierte a la cultura en un eje fundamental para el desarrollo social, cultural y económico de Bogotá.
CAMBIO: ¿Con qué herramientas cuentan para que, una vez aprobado, el plan se ejecute en las futuras administraciones?
C.V.: Teniendo en cuenta que cada gobierno futuro planteará sus programas y acciones, el Plan plantea tanto las visiones estratégicas y las apuestas centrales de largo plazo, como un conjunto de herramientas, o modos de hacer, de la gestión pública de la cultura, que faciliten que los programas acciones y prioridades de los gobiernos futuros se hagan en clave de la garantía y ejercicio de los derechos culturales de los habitantes de la ciudad.
CAMBIO: 2038 es un año aún lejano. ¿Cómo plantear en 2023 las políticas correctas para dentro de 15 años?
C.V.: El Plan se plantea como una hoja de ruta que debe estar atenta a las transformaciones culturales y los contextos de la ciudad. El plan debe irse ajustando de acuerdo con los nuevos contextos en el marco de la obligación del Estado colombiano de la garantía de estos derechos. Adicionalmente, el Plan cuenta con metas de resultado y de producto que serán monitoreadas y permitir hacer las evaluaciones y los ajustes necesarios.
CAMBIO: ¿Cuándo planean dejarlo listo y darlo a conocer?
C.V.: El Plan ha contado con una amplia participación de la ciudadanía mediante encuestas, mesas de diálogo y lecturas participativas que permitieron definir el enfoque, los objetivos, las líneas estratégicas y los contenidos programáticos. En este momento nos encontramos en la edición final del texto que finalizará en diciembre.