Cómo huir absurdamente de la Alemania nazi | CAMBIO de Libros

Las historias de los judíos que lograron huir de Europa o escapar al Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial están llenas de increíbles peripecias. La de Hans Neuman, el padre de la autora de Cuando el tiempo se detuvo, no es la excepción: la manera en que logró escabullírsele a los nazis en su natal Praga es tan absurda como arriesgada. Y, sin embargo, funcionó.

Muchos años más tarde, instalado ya con su familia en Venezuela, su hija Ariana se pregunta por esa historia del padre y la guerra en Europa que él nunca ha querido contarles. Pero, mientras Hans vive, su respuesta es el silencio. Un mutismo que solo aumenta la curiosidad de la hija, quien luego de la muerte del padre recibe un hermoso legado suyo. Ese será el punto de partida para narrar la historia de una familia entera –como muchas– destrozada por las ambiciones de Hitler.

Este libro es una mezcla de muchas cosas: reportaje, recuento histórico, álbum familiar, búsqueda personal y una indagación por el origen. Su gran mérito es que se lee como una novela en la que el lector siempre quiere saber más. Es cierto que ya hemos oído miles de historias sobre la Segunda Guerra, pero también que nunca será suficiente: mientras más rostros se les ponga a los asesinados, a todos lo que tuvieron que cambiar de vida por culpa del Reich alemán, menos probabilidades hay de que una historia así se repita. No es garantía, claro, pero sí una esperanza. Y ese no es un tema menor, sobre todo en una época que, como la actual, resulta tan proclive a los extremismos.

Le recomendamos: ¿Por qué seguimos bebiendo alcohol? | CAMBIO de Libros

Lo que subrayé

Sobre el dolor: "Hoy me doy cuenta de que hay penas que no se pueden comunicar, heridas con las que uno aprende a vivir pero que nunca sanan del todo. Yo en ese entonces tenía 19 años, y creía todavía que con palabras y amor se podía aliviar cualquier pesar".

Sobre los recuerdos: "Los recuerdos, igual que documentos archivados en carpetas que no les corresponden, no están siempre donde esperarías encontrarlos".

Sobre la infancia: "Cuando eres pequeño, no quieres ser diferente. No quieres que tu familia resalte frente a las demás o que tus amigos hablen de tus padres".

Sobre las remembranzas: "Quizás toda remembranza es un proceso de compilación y de creación. Cada día absorbemos lo que nos rodea y ensamblamos observaciones de instantes específicos: sonidos, olores, texturas, palabras, imágenes y sentimiento. Por supuesto, vamos creando prioridades y editando todo eso a medida que seguimos adelante, como testigos subjetivos de nuestras propias vidas, almacenando recuerdos a menudo sesgados e incompletos".

Le puede interesar: Amor y morriña | CAMBIO de Libros