¿Por qué seguimos bebiendo alcohol? | CAMBIO de Libros
La pregunta de por qué bebemos es una cuestión pendiente en la sociedad y, sobre todo, en Colombia, donde ni siquiera necesitamos una excusa para hacerlo. En el libro, ‘La última copa’, Daniel Schreiber habla de sus vivencias personales con el +alcohol, al cual define como una estrategia para la desconexión universalmente aceptada en la sociedad estresada de nuestros días.
Por: Martín Franco Vélez
‘La última copa’, de Daniel Schreiber, es una mezcla entre vivencia personal, exploración científica y análisis sociológico sobre un hábito tan generalizado y común en el mundo que ni siquiera nos lo cuestionamos.
«El problema del alcohol lo tienen siempre otros», escribe el periodista alemán Daniel Schreiber en La última copa. No puedo dejar de pensar en lo cierta que resulta esa breve frase: siempre son los demás quienes lidian con cuestiones difíciles por culpa del trago. Nosotros no. Nosotros sabemos beber, como repetimos cuando no se pueden ocultar los problemas que causa el licor. Y resulta que no es cierto: todos los que hemos bebido sabemos que el alcohol ha sido el culpable, más de una vez, de escenas bochornosas, peleas familiares, discusiones con la pareja e incluso amistades rotas. Pero seguimos. Y lo hacemos porque, como también dice Schreiber, «beber es la única estrategia de desconexión universalmente aceptada en la sociedad estresada de nuestros días y, como tal, se defiende a capa y espada».
Este libro, editado bellamente por Libros del Asteroide, es una exploración sincera sobre el hábito más normalizado en la sociedad contemporánea, a pesar de sus conocidas y dañinas consecuencias. Y aunque el autor habla sobre sí mismo, tiene la virtud de que no se queda en una narración lastimera sobre las muchas desgracias que le causó la bebida, aunque las hay; es, más bien, una mezcla entre vivencia personal, exploración científica y análisis sociológico sobre un hábito tan generalizado y común en el mundo que ni siquiera nos lo cuestionamos.
La pregunta de por qué bebemos es una cuestión pendiente en nuestra sociedad y más en un país como Colombia, donde ni siquiera necesitamos una excusa para hacerlo. Libros como este nos ayudan a cuestionar una relación que —no podría estar mejor dicho— casi siempre resulta tóxica. La recomendación, eso sí, es entrar en sus páginas con más curiosidad que prevención: tal vez así nos resulte más fácil poner un signo de interrogación sobre hábitos que tenemos tan profundamente arraigados.
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Lo que subrayé:
Sobre el alcoholismo: "Todos tenemos una imagen mental del alcoholismo en la que no encajamos y en la que tampoco encajan esas personas cercanas. A mí me ocurrió durante mucho tiempo. La adicción es una enfermedad que nos dice constantemente que no la padecemos. Nos lo dice a nosotros y se lo dice a los demás".
Sobre la apariencia de una vida normal: "Resulta asombroso, pero se pueden conseguir muchas cosas aunque uno beba de forma desmedida. Y eso nos permite construir la fachada de una vida aparentemente productiva tras la que nos ocultamos y que exhibimos a modo de coartada".
Sobre el hábito de tomar: "Raras veces nos cuestionamos el papel que el alcohol desempeña en nuestra vida. Al contrario: cuanto más bebemos, más natural nos parece seguir bebiendo. Todas las fases y todos los intentos por controlar la situación tienen algo en común: uno bebe".
Sobre beber: "Sin ser muy consciente de ello, uno bebe para eludir las consecuencias de su propia forma de beber y para tratar de sentirse normal".
Sobre el autoengaño: "Cuanto más inteligente eres, más convincentes son las historias que te cuentas a ti mismo o que cuentas a tus familiares y amigos para poder seguir bebiendo".
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