A dónde llegues, sé lo que eres: el estilo de Francia Márquez
4 Marzo 2024

A dónde llegues, sé lo que eres: el estilo de Francia Márquez

Vestirse debe ser una forma de reivindicación contra el racismo. Los asesores de imagen de Francia Márquez han logrado comunicar con la ropa que sigue siendo afrodescendiente y que ocupa un alto cargo de gobierno. Ha logrado mantenerse en una esfera principalmente masculina y predominantemente blanca y mestiza como una mujer que hace sentirse orgullosos a las negritudes.

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Por María Clara Salive
 

Si nos detenemos en el papel de comunicación que juega la moda se sobreentiende su relevancia como instrumento político, más a sabiendas que los seres públicos están en la mira de lo que sus vestidos afirman, niegan o reiteran. Este es el caso de la vicepresidenta Francia Márquez, quien llegó hace casi dos años al poder como integrante de un gobierno que suponía un cambio sustancial y que, por consiguiente, buscó hacer historia en la posesión presidencial con trajes que representaran de alguna manera sus ideas y convicciones.
Desde que comenzó la campaña, Francia Márquez subrayó en cada uno de sus atuendos que no debía mimetizarse en la contienda política con trajes tipo sastre y el pelo recogido, sino que tenía la oportunidad de subrayar que es una mujer afrodescendiente r y que podía hacer más fuerte este mensaje en los colores, los patrones, los turbantes y las túnicas. Esta ropa es a la vez un signo que saca a la luz las luchas  y la resistencia de los afrocolombianos, pues no se puede acallar que ella y su diseñador Esteban Sinisterra representan esa parte del país en que la pobreza y la exclusión merecían un vestido que dignificara sus raíces y su color de piel.
Desde la posesión presidencial quedaron más que enunciados sus principios y catalizados mediante un joven como Sinisterra (creador de la amrca Esteban África), quien estaba en la capacidad de traducir sus valores en las telas. Además, ambos comparten una historia similar ya que este diseñador creció en Santa Bárbara de Iscuandé, un pueblo marginal del sur de Nariño, mientras que la segunda persona más importante hoy en el gobierno viene de Suárez, un municipio del norte del Cauca, cuyos habitantes son predominantemente afrocolombianos. Por eso, el vestido tenía que dejar claro (con ese corte tipo Wax – vestido originario del oeste de África- en azul, naranja y blanco) que ella no vino a acomodarse a lo que se espera que represente estar en las altas esferas del gobierno sino a exaltar sus raíces culturales.

Ella repite algunos vestidos, pero hay una evolución en la manera en que escoge prendas y peinados que le permiten siempre encajar sin pasar inadvertida y siendo quien es.


Estos vestidos que utilizó desde la campaña y que ha seguido luciendo le apuntaron a exteriorizar que una mujer no tiene que restringirse y mimetizar su feminidad para ajustarse a las esferas gubernamentales, donde los ornamentos son tachados de irrelevantes y banales, sino que puede volver su vestimenta un instrumento para representar a toda una comunidad.
Es evidente que su discurso en campaña debía expresar de manera clara y con prendas contundentes que ella es una mujer afro en un país bastante machista y supremamente racista, donde tenía que enfrentar las críticas porque el hecho se ser una persona que viene desde abajo le molesta a ciertas élites.
A pesar de que la vicepresidente continúa con sus mensajes en la elección de cada atuendo, se ha visto un cambio gradual desde la campaña para llegar a la vicepresidencia, pasando por el emblemático traje de Sinesterra, a las tareas que hoy lleva a cabo en el gobierno.
La vulnerabilidad por su género, su clase y su color de piel la haría generar un estilo elegante y auténtico para sobrepasar con dignidad comentarios que la hacen flanco de críticas, ya sea porque viaja a África o usa el helicóptero para desplazarse. Eso sí, ella repite algunos vestidos, pero hay una evolución en la manera en que escoge prendas y peinados que le permiten siempre encajar sin pasar inadvertida y siendo quien es.
Poco a poco ella ha ido integrando a su estilo trajes de dos piezas con una blusa tipo capa. Pero, en casi todas las ocasiones, el peinado con trenzas recogidas o sueltas, los colores vibrantes o los inconfundibles patrones de los textiles africanos nos recuerdan que ella está dispuesta a ejercer su labor en el gobierno sin olvidar a quienes representa.
Siguiendo con la metáfora de que vestirse es parte de lo que se enuncia, esta manera afirmativa de llevar en alto a la mujer afrodescendiente no sólo en lo que se piensa sino también en lo que lleva puesto, ha tenido cierto giro hacia la elegancia. Vemos ahora un personaje un poco más contenido en los colores pero que no pierde los detalles africanos y femeninos que la caracterizan.
El que Francia Márquez haya sido citada en la revista Vogue es una muestra de un desplazamiento de los márgenes un poco hacia el centro, y desde allí seguir haciéndole honor a una cultura como la afro en Colombia, que necesita de múltiples espacios de reivindicación. La moda es fuertemente política, por eso el estilo de Francia Márquez no debe pasar inadvertido. Por el contrario, la visibilidad que le otorgó a sus raíces y la elegancia con que ahora conjuga su poder con su estilo es un acto afirmativo que lleva desde el cuerpo a otros espacios de representación, la historia de una mujer que sabe que con su pelo o las telas que la envuelven cuando se viste, reproduce en las pantallas tanto lo que fue como la grandeza de quien ella llegó a convertirse

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