¿Qué nos diría Federico García Lorca si viviera en el siglo XXI?

¿Si el Federico García Lorca de los años 20 y 30 del siglo pasados viviera en 2023, de qué nos hablaría? Juan Diego Botto, autor de la obra de teatro 'Una noche sin luna' y también su protagonista, intenta ofrecer una respuesta a través de esta pieza en la que compiló entrevistas, charlas y conferencias de Federico García Lorca, así como fragmentos de sus obras de teatro y algunos de sus poemas. El resultado es un montaje en el que García Lorca dialoga de tú a tú con un público contemporáneo. Es un homenaje fresco al poeta a través de un texto en el que no solamente están las citas literarias y distintas reflexiones sobre la vida y obra del autor sino también miradas con mucho humor y atrevimiento. Botto es muy conocido por su brillante trayectoria en el cine y el teatro español. El montaje lo dirige Sergio Peris-Menchetta, un actor de renombre que ha trabajado en producciones de cine como Los Borgia y Resident evil.
Una noche sin luna fue reconocida en 2022 en la entrega de los Premios Max —los más destacados del teatro español— con el premio a mejor espectáculo de teatro y el premio a mejor actor.
Botto es hijo de la actriz y maestra de actuación Cristina Rota. Nació en Argentina y poco después se exilió junto con su madre en España. Estudió actuación primero con su madre y posteriormente en Nueva York. CAMBIO conversó con él acerca de la obra, de su mirada a Lorca y también a España.

CAMBIO: ¿Qué lo motivó a crear esta obra desde la perspectiva del presente?
Juan Diego Botto: Realmente es esa reflexión sobre el presente lo que motivó la escritura y la obra. Yo originalmente iba a hacer un recital sobre poemas y fragmentos de obras de teatro de Lorca. Pero cuando empecé a trabajar en la pieza y fui leyendo las distintas biografías, encontré que había algo de la vida de Federico García Lorca, de las decisiones que él tuvo que tomar, de las opciones vitales que tomó, opciones estéticas, sociales y políticas que resonaban de forma muy vibrante en nuestra actualidad. Encontré que había un juego de espejos muy notable entre su momento histórico y nuestro momento histórico. Sentí que escribir una pieza sobre la vida de Federico García Lorca haciendo un poco ese juego de espejos, confundiendo un poco al espectador sobre qué sucedió entonces, qué podría estar sucediendo ahora, qué está sucediendo ahora pero podría haber sucedido entonces, es un poco el sentido de la pieza. Creo que que no tiene ningún sentido hablar sobre Lorca desde un punto de vista arqueológico simplemente para ver lo que fue de forma fosilizada, sino que tiene sentido en la medida en que Lorca dialogue con nuestro presente. Y tiene mucho sentido con nuestro presente. El momento histórico que le tocó vivir, de auge de la extrema derecha, de nacimiento de los fascismos europeos, del surgir del fascismo español que terminaría asesinándolo en agosto de 1936 resuena mucho en nuestro presente, por lo menos claramente en Europa, y en algunos otros países de Latinoamérica con el resurgir de nuevos movimientos populistas de extrema derecha.

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"Es evidente que ha venido a verlo gente de todo tipo de pensamientos y de todo tipo de ideologías, y la obra funciona muy bien con todos ellos. Hemos recibido críticas elogiosas de medios progresistas y de medios conservadores".

CAMBIO: ¿Qué le dice o podría decirle García Lorca a las generaciones que nacieron ya en el siglo XXI?
J. D. B.: Bueno, Lorca tiene mucho que contarnos todavía a las generaciones que nacimos a finales del siglo XX o que nacieron en el XXI. Eso es precisamente lo que tienen los grandes autores. Shakespeare, Chejov o Tennessee Williams todavía tienen cosas que aportarnos y García Lorca También. Poca gente ha descrito, por ejemplo, el mundo femenino como lo ha descrito Federico García Lorca. Poca gente ha descrito la sociedad capitalista en la que vivimos con la precisión, la belleza y la contundencia con la que lo hizo Lorca en Poeta en Nueva York. Poca gente se ha obligado a hablar de del amor de la esperanza de un amor que no termina de llegar del desamor de la soledad como Federico García Lorca. Poca gente ha sabido adquirir un compromiso social, político y estético como lo adquirió Lorca. Esas son cosas que desde luego tienen mucho que contarnos.

CAMBIO: La crítica en España ha sido muy elogiosa con su obra. ¿Cómo ha sido recibida por la sociedad en general? Uno todavía lee que en España, más que todo por razones políticas, el nombre de Federico García Lorca aún genera controversias.
J. D. B.: La función ha sido un éxito más allá de lo que nosotros hubiéramos imaginado. Cuando empezamos a crearla, en ninguna de nuestras fantasías, imaginábamos un éxito de público como el que hemos tenido. Uno nunca sabe cómo va a funcionar un texto que escribe y lo escribe porque sentía que tenía la necesidad de contarlo. Es evidente que ha venido a verlo gente de todo tipo de pensamientos y de todo tipo de ideologías, y la obra funciona muy bien con todos ellos. Hemos recibido críticas elogiosas de medios progresistas y de medios conservadores. La obra tiene un posicionamiento, una visión de Federico García Lorca, una visión de España, una visión de lo que fue la República y una visión de lo que fue la represión fascista en España y de lo que fue el franquismo. Pero lo hace siempre desde un lado humano, desde la humanidad y yo creo que eso es lo que ha sabido conectar con todo tipo de espectadores, con todo tipo de públicos. Eso habla de que más allá de la controversia, que evidentemente existe porque España es un país muy polarizado, hay cosas que permean entre todos los sectores.

CAMBIO: ¿Cómo imagina usted a Lorca en los tiempos del Destape, de la Movida Madrileña, al lado de Alaska y Los Pegamoides, de Julián Hernández y Siniestro Total y, sobre todo, de Pedro Almodóvar underground de aquellos años?
J. D. B.: Bueno, yo pienso que esos años de la Movida Madrileña habrían sido imposibles sin la obra de Federico García Lorca. España se paralizó durante 40 años de represión y dictadura. Cuando llegó la democracia volvió a conectar con las vanguardias que habían estado presentes en el punto más alto de modernidad que vivió España que fue la República. Cuando uno lee obras de teatro como El público, como Así que pasen cinco años, cuando lee conferencias de Lorca encuentra que que no tienen nada que discutirle a eventos de esos primeros años 80, de esos actos de rebeldía, de frescura, de espontaneidad al hartazgo y los años grises de la dictadura. Creo que esos años dialogaban muy bien con el trabajo y con la obra de Federico García Lorca.

Temporada España País Invitado de Honor
Una noche sin Luna
Teatro Estudio del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Jueves 11, viernes 12 y sábado 13 de mayo, 8 p.m.