Lucho, pana, te llegó la hora

Luis Díaz contra Rodrigo de Paul.

Crédito: Colprensa

10 Junio 2025 11:06 am

Lucho, pana, te llegó la hora

Luis Díaz vuelve a estar disponible para enfrentar a Argentina en el Monumental y es el principal responsable de devolverle a la Selección Colombia el gozo, el autoestima y la rebeldía.

Por: Juan Francisco García

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De todos los futbolistas colombianos que saltarán esta noche al Monumental, solo Luisito Díaz pertenece a la élite. Campeón de Premier League siendo figura y pieza clave del avasallante Liverpool, el extremo guajiro es nuestra única ficha en uno de los cinco mejores clubes del mundo. 

Y la élite, para conjurar la esperanza contra la campeona del mundo en su casa, debe pesar. Es responsabilidad de Luisito, en su condición de elegido, contagiar a los demás: subirles el ánimo y devolverles el gozo; convencerlos de nuevo de que por la sangre les corre fútbol alegre y desparpajado. Insumiso, valiente e impredecible. Fútbol feliz. Como el derroche pirotécnico de Lucho cada martes y domingo en Inglaterra que logró que los ingleses tengan bien claro en qué parte del mundo queda Barrancas. 

Luis Díaz, una de las fichas claves para tener esperanza contra Argentina en el Monumental.
Luis Díaz, una de las fichas claves para tener esperanza contra Argentina en el Monumental. Créditos: Colprensa 

A falta de Abel, Cuadrado, Radamel Falcao y Santiago Arias -líderes de la Selección Colombia más exitosa en décadas-, Luis Díaz debe trascender su parcela e influir en el espíritu de este equipo agrietado y ensombrecido que hoy no se siente capaz de hacerle gol a nadie. Su alegría y su talento desfasado para burlar rivales tiene que ser contagioso. Es él quien hoy debe enarbolar la bandera de nuestro juego tropical y candente con el que hace menos  de un año vimos la Copa América tan de cerca y pusimos al mundo hablar de nuestro invicto histórico. 

El problema hoy no es de fútbol, aunque en el papel seamos innegablemente inferiores a la constelación de estrellas de Argentina. El embrollo es espiritual. Necesitamos con urgencia extrema de un líder rebelde y emancipado que nos haga creer que la languidez y la tacañería futbolística de las últimas fechas es reversible. Y que clasificarse al Mundial en la casa de Messi no es una utopía de una selección acomplejada, sino la ambición de un equipo lleno de talento y amor propio que ya no se cree menos que nadie. 

Lucho, panita, te llegó la hora. 

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