
Luis Díaz podría ser una de las sorpresas del mercado en esta ventana de transferencias.
Crédito: Reuters
El millonario negocio de los fichajes: ¿cómo funcionan las transferencias y qué hay detrás?
Cada verano y cada invierno, los seguidores del fútbol internacional siguen el avance de millonarias negociaciones para conocer los destinos de sus futbolistas favoritos. Sin embargo, el funcionamiento del mercado de fichajes va mucho más allá de las transacciones.

Al finalizar cada temporada, los clubes profesionales evalúan sus plantillas para planificar los refuerzos necesarios que les permitan mejorar su rendimiento en la siguiente campaña. Los hinchas celebran la contratación de nuevas figuras para sus equipos y, en ocasiones, critican las gestiones de sus clubes.
Detrás de cada fichaje hay un escenario poco visible para los seguidores del deporte: negociaciones entre clubes que se prolongan durante semanas e incluso meses, representantes que buscan maximizar beneficios, cláusulas ocultas en contratos, derechos de imagen y regulaciones específicas establecidas por las federaciones de cada liga nacional.
En términos generales, el mercado de fichajes opera principalmente en dos periodos conocidos en el mundo del fútbol como ventanas de transferencia o mercados de pases. En esos periodos, definidos por la Fifa, los clubes profesionales pueden vender y comprar jugadores de su plantilla actual para recibir ingresos o incorporar a otros futbolistas.
En su Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, el órgano rector del fútbol internacional establece los lineamientos para adelantar negociaciones, completar los procesos de inscripción de jugadores fichados, realizar o solicitar el préstamo de futbolistas de otros clubes e incluso se aclaran los términos para la finalización anticipada de contratos.

A nivel global, la temporada de fichajes de verano es reconocida como la ventana de contrataciones más importante del año debido a que se realiza al cierre de la competencia en las principales ligas del mundo. Durante ese periodo, que suele fijarse entre el primero de julio y el 31 de agosto, se presentan con frecuencia algunos de los ‘bombazos’ del mercado.
La ventana de invierno, en cambio, se lleva a cabo entre enero y febrero de cada año. En ese mercado de pases, los clubes europeos buscan refuerzos de impacto inmediato para afrontar la temporada restante, mientras que en América Latina ese periodo de contrataciones coincide con el inicio de la competencia en torneos locales e internacionales.
Las regulaciones clave que rigen el mercado de fichajes
La Fifa prohíbe a los clubes asociados contratar o inscribir jugadores fuera de las ventanas de transferencia definidas por las federaciones que organizan las ligas nacionales. Sin embargo, en algunos países existen excepciones que permiten a los equipos ejecutar fichajes de jugadores que no tienen ningún contrato vigente con otra institución.
Pese a que las ventas de fichajes comienzan en periodos previamente establecidos, los equipos avanzan en sus gestiones de contratación mucho antes del periodo definido. La transferencia de Trent Alexander-Arnold al Real Madrid, por ejemplo, se logró tras meses de intensas negociaciones entre el equipo español y el lateral inglés antes de la apertura oficial del mercado.

En algunas ligas del fútbol de élite, las federaciones establecen reglas como el fair play financiero para garantizar la sostenibilidad económica de los clubes europeos mediante la implementación de medidas orientadas a evitar que gasten más del dinero recibido. Por eso, en cada ventana de pases los clubes deben ejercer un control riguroso de los gastos en fichajes, salarios y funcionamiento general.
En el momento en el que un club muestra su interés por contratar a un jugador, el primer paso es contactar con el propietario de sus derechos deportivos, es decir, el club con quien tiene un vínculo vigente. De hecho, la Fifa establece que un club que desee concertar un contrato con un jugador debería comunicar por escrito su intención a su equipo actual antes de iniciar las negociaciones.

Por otra parte, los equipos deben considerar la norma en la que se determina que un futbolista solo tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club cuando su vínculo está vencido o vencerá en un plazo menor a seis meses. Si la finalización del acuerdo vigente supera ese periodo, los clubes interesados deben asumir una compensación económica mayor.
Los equipos y los futbolistas tienen la posibilidad de rechazar la oferta para su traspaso, incluso si tiene muchos ceros a la derecha. Ese es, por ejemplo, el caso del histórico Francesco Totti, quien debutó a sus 16 años en la Roma y terminó su carrera deportiva en ese mismo club a los 40, pese a tener millonarias propuestas de equipos como el Real Madrid.
Las negociaciones detrás de cada fichaje: agentes, contratos y regulaciones
La oferta presentada en las ventas de transferencia de invierno o verano puede ser rechazada, pero abrir la puerta a una puja con otros clubes. Por ejemplo, el delantero colombiano Luis Díaz permanece atento a su situación contractual con Liverpool para evaluar eventuales ofertas de otros equipos del Viejo Continente interesados en contar con sus servicios.

Si ambas partes llegan a un acuerdo, se formaliza el traspaso bajo los términos pactados entre los clubes mediante el cumplimiento de condiciones como monto de la transferencia, plazos de pago y condiciones adicionales como bonos por rendimiento. En ese sentido, los agentes que representan a los jugadores actúan como intermediarios para buscar las mejores condiciones salariales y deportivas.
Los representantes de futbolistas también desempeñan un rol clave en la logística de las transferencias y, en muchos casos, influyen en la estrategia del mercado. En temporadas en las que sus clientes tienen un desempeño destacado –como es el caso de Díaz, que se coronó campeón con Liverpool-– los agentes buscan renegociar sus contratos para obtener mejores condiciones o evaluar el traspaso hacia otro club.

Por su papel clave en el mercado de transferencias, los agentes están sujetos a regulaciones para evitar conflictos de interés y garantizar transparencia en las operaciones. De hecho, en algunos casos se establecen revisiones particulares sobre el número de jugadores representados por un mismo agente y sobre las comisiones que pueden cobrar, para evitar abusos.
Una vez que los clubes y el futbolista transferido firman su nuevo contrato –que según la Fifa puede tener una duración máxima de cinco años– el nuevo equipo debe avanzar en el trámite de inscripción del deportista y en la expedición de los documentos requeridos para competir. Desde ese momento, el órgano rector del fútbol revisa el cumplimiento de todas las normativas relacionadas con la transferencia.
En situaciones específicas de mercado, ciertos clubes deciden realizar préstamos de futbolistas en una modalidad en la que su jugador es cedido temporalmente a otro club. En ese tipo de transferencias, los equipos buscan reducir su carga salarial, permitir que su deportista sume más minutos y evaluar posibles ventas según su rendimiento.
Finalmente, el nuevo club debe registrar al futbolista fichado o cedido temporalmente ante la federación correspondiente, dentro de la ventana de transferencias vigente, para evitar inconvenientes con su inscripción. En cuanto concluya ese proceso, el jugador es presentado ante sus hinchas y queda oficialmente habilitado para competir con su nueva camiseta.
