¿Bajarán por fin las tasas de interés?
23 Abril 2023

¿Bajarán por fin las tasas de interés?

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño

Desde la Segunda Guerra Mundial, los bancos centrales suben las tasas para controlar la inflación, pero después de la pandemia la fórmula no parece haber funcionado. ¿Por qué?

Por: Angélica M. Gómez

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

El mundo lleva poco menos de un siglo escuchando que a la inflación se le ataca subiendo las tasas de interés. Sin embargo, en tiempos pospandemia la fórmula ha dejado de funcionar y la inflación alta se ha acomodado en la vida diaria de la mayoría de países. 

La historia empezó en 1898, cuando el economista Knut Wicksell publicó el libro Intereses y precios, en el que explicó por primera vez la tasa de interés neutral, que permite que la economía crezca mientras la inflación permanece baja y estable. Con base en ese número mágico –que depende de factores como el potencial de crecimiento económico del país en el largo plazo–, los bancos centrales suben o bajan las tasas de interés para controlar la inflación o para estimular la economía. 

“La política macroeconómica convencional se aplica consistentemente desde la Segunda Guerra Mundial o un poco antes; es más un producto del keynesianismo después del New Deal. Antes de eso había bancos centrales –por ejemplo el de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos–, pero hacían otro tipo de política monetaria. De hecho, uno de los grandes descubrimientos en la historia económica es que la Gran Depresión fue más larga de lo que pudo haber sido porque la Reserva Federal subió las tasas de interés en lugar de bajarlas”, comenta Javier Mejía, profesor de la Universidad de Stanford.

Desde entonces, la teoría y la práctica de la política macroeconómica se fue perfeccionando y se les asignó a los bancos centrales la misión de mantener a raya la inflación con una sola herramienta: las tasas de interés. En Colombia, esa misión la cumple, desde 1991, el Banco de la República, cuyo mandato constitucional es mantener una inflación baja y estable que permita el crecimiento de la economía. 

Por qué subir las tasas no ha tenido efecto sobre la inflación

Parece fácil, pero las cosas después de la pandemia se han vuelto más complicadas para todos, incluso para los bancos centrales.

Uno de los motivos del aumento de la inflación es que buena parte de los países –si no todos– tuvieron que desembolsar gruesas sumas de dinero para paliar los desastrosos efectos económicos del confinamiento en la calidad de vida de los más vulnerables. Y es sabido que cuando hay abundancia de dinero en circulación, las cosas tienden a ponerse caras. 

Si el problema fuera solo ese, la solución sería sencilla: recoger el dinero. ¿Cómo? Subiendo las tasas de interés; es decir, volviendo el dinero más caro y tentando a la gente para que, en vez de gastarlo, lo ahorre.

Pero las cosas no han sido tan simples. Los confinamientos ocasionaron retrasos en las cadenas logísticas de elaboración y distribución de productos; la guerra entre Rusia y Ucrania disparó el precio de la energía y de las materias primas, y hasta el cinematográfico encallamiento de un navío en el Canal del Suez formó un trancón de buques de carga que provocó pérdidas millonarias y costos imprevistos.

Bien sea por retrasos en la entrega o por inconvenientes en la producción, muchos productos comenzaron a sufrir escasez, lo cual, como también es sabido, dispara los precios.

Y eso es lo que ha pasado: tantos factores en movimiento han disminuido la eficacia de las tasas de interés y han dificultado el diseño de la fórmula que controle, por fin, la inflación.

Ana Vera, economista jefe de la consultora de inversión In On Capital, dice que, en el caso de Colombia, hay que agregar la crisis del transporte y los altos precios de la gasolina derivados de la urgencia por "estabilizar" el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. "Aunque hay varios temas macroeconómicos que pueden ayudar a la tarea del banco, como la disminución de la tasa de cambio y los menores precios de algunas materias primas, las situaciones coyunturales que están afectando el transporte siguen presionando los precios al alza”. 

En marzo no solo siguió subiendo la gasolina sino que ocurrió la quiebra de dos aerolíneas: Viva y Ultra Air. En abril, además de la subida de los combustibles, se cayó el puente  del Alambrado, entre Quindío y Valle del Cauca, lo cual generó la desconexión parcial entre el puerto de Buenaventura y Bogotá. Eventos como estos encarecen los precios de una serie de productos, sobre todo el de los alimentos, que circulan principalmente por carretera. 

“Desde el punto de vista de política monetaria, son limitadas las acciones en estos frentes. Es necesario que el Gobierno nacional implemente acciones para fortalecer el sector, ya que, si se encarece el transporte, se encarecen tanto los alimentos como algunos servicios”, advierte Vera.

La razón es que el Banco de la República puede atacar la inflación desde la demanda, al hacer que el costo de pedir un crédito o de usar la tarjeta de crédito sea más alto, con el objetivo de que los hogares prefieran ahorrar, pero no puede mejorar la inflación desde la oferta a punta de tasas de interés porque las tasas de interés, por ejemplo, no construyen puentes. 

¿Seguirá el Banco de la República subiendo las tasas de interés? 

En medio de este panorama, el próximo viernes 28 de abril la Junta Directiva del Banco de la República se reunirá de nuevo para tomar una decisión sobre las tasas de interés. Aunque en marzo la inflación resultó más alta de lo esperado y llegó a 13,34 por ciento, la mayoría de los analistas espera que, tras 18 meses de subidas, el banco se tome un descanso con el asunto de mover las tasas y las deje en el 13 por ciento en el que están desde marzo.

Vera calcula que el Banco de la República moderará la subidas de tasas de interés acorde con el entorno internacional. En Estados Unidos, con la inflación ya bajando y la amenaza de una crisis financiera, se espera que la Reserva Federal pare pronto la subida de sus tasas de interés. 

Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de la comisionista Casa de Bolsa, agrega: “Hay una alta probabilidad de que hayamos llegado al fin del ciclo de aumento de tasas de interés”.

La razón, explica, es que ya hay precios que han bajado, como los de el dólar, el Índice de Precios al Productor (IPP) y algunas materias primas. A eso se suma la desaceleración de la economía, que muestra que los hogares han reducido el consumo. 

Pero puede que los expertos se lleven sorpresas. A fin de cuentas el Banco de la República lleva varias reuniones contrariando el deseo de quienes ven con preocupación que las altas tasas terminen por frenar demasiado la economía; entre ellos el propio Gobierno, que sueña con que las tasas dejen de subir y pueda, por fin, dinamizar la economía en función de una de sus principales banderas económicas: la generación de empleo.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí