¿Cómo resolver el lío en el presupuesto de 2024?

El observatorio fiscal de la Universidad Javeriana y el Comité Autónomo de la Regla Fiscal coinciden en que el presupuesto que el Gobierno de Petro planeó para 2024, tazado en 502,5 billones de pesos, no solo está desfinanciado sino que romperá la regla fiscal. El Ministerio de Hacienda, que lidera Ricardo Bonilla, lo niega y asegura que sus cálculos dan para respetar los compromisos fiscales.

El desfinanciamiento del presupuesto en cerca de 8 billones de pesos se fundamenta, según los expertos, en la incertidumbre sobre los ingresos. Es decir, cerca de 15 billones de pesos vendría por recaudo de litigios de arbitraje en la Dian, que no es otra cosa que ganar procesos de demandas a personas que le deben dinero a la entidad. La experiencia dice que esto se logra en promedio en ocho años, pero el Gobierno estima resolverlos en un año. Los expertos consideran que en un solo año máximo se podrían recolectar hasta 7 billones; faltarían 8 billones de pesos.

Adicionalmente, se prevé una gestión de la Dian para este año de 13,3 billones de pesos en materia de elusión y evasión. Pese a esa proyección, en junio pasado, cuando se estaba tramitando la adición presupuestal, se le quitó a la Dian 200.000 millones que había solicitado para ese fin. Los recursos fueron trasladados a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres. 

En conclusión, ni los litigios, ni la plata que se espera recuperar de evasión son recursos que estén asegurados en su totalidad. El Ministerio de Hacienda es optimista y está convencido de que con nuevas medidas, la Dian puede renegociar con sus acreedores para que no se demoren tanto en pagar lo que deben. En cuanto a la persecución de los montos por evasión, el Ministerio de Hacienda dice que lo lograrán con nuevo personal para la Dian.

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“El crecimiento del gasto en términos reales para 2024 es de 9 por ciento, por encima de del crecimiento de 4 por ciento anual de los últimos años; y este aumento del gasto está justificado por un aumento de los ingresos que va a ser difícil de materializar”, explicó Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal de la Javeriana.

Lo más grave, según Andrés Velasco, presidente del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, es el rompimiento de la regla fiscal, pues, “así entraran esos recursos, no serían permanentes sino transitorios. Son recursos de única vez y se está programando para financiar gasto permanente”, explicó.

Si se rompe la regla fiscal, como lo están pronosticando, no se estaría mostrando un compromiso de ajuste de las finanzas públicas en el corto y mediano plazo, y quienes le prestan plata al país van a confiar menos. Le seguirán prestando, sí, pero saldría más caro.

Bajo este contexto y de acuerdo con el cronograma, ayer, martes 16 de agosto, se venció el plazo para que el Congreso devolviera el proyecto de ley radicado de presupuesto a Hacienda para que se hiciera correcciones. Eso no ocurrió.

¿Qué alternativas hay?

Katherine Miranda, representante del Partido Alianza Verde y presidenta de la Comisión tercera o económica de la Cámara de Representantes, señaló que se puede hacer una enmienda en el camino, aunque advirtió que no han designado aún coordinadores ni ponentes para el proyecto de ley del presupuesto para 2024. En todo caso, los cambios solo se podrán hacer antes del 15 de septiembre, que es el día que se debe aprobar el monto.

Siempre que hace falta plata, la solución de gobiernos anteriores ha sido vender alguna empresa pública, pero hasta el momento eso no está considerado por la administración Petro. Las opciones que hay son:

1. Reemplazar esos ingresos que no se saben con certeza que se van a recibir.
2. Reducir el gasto público. Sin embargo, el Gobierno de Petro sacó una tributaria con un monto alto y ha hecho distintos esfuerzos para aumentar los ingresos de forma progresiva. Luego, sacrificar el gasto de esas "deudas históricas" que han prometido resolver, quizás no esté en su agenda.
3. Declarar algunos gastos como no estructurales, pero ello es difícil porque eso solo se da en momentos de contingencia.