Debate crucial en el Congreso: la ampliación del cupo de endeudamiento y sus implicaciones para la economía

Hace cerca de dos meses, el 19 de marzo, el Ministerio de Hacienda radicó ante el Congreso un proyecto de ley para ampliar el cupo de endeudamiento de la nación en 17.607 millones de dólares. 

Este cupo es el techo de endeudamiento externo del país. La nación establece un límite para saber cuánto puede endeudarse: una buena práctica en materia fiscal. El proyecto se convirtió en moneda de cambio en el debate político, y tiene enfrentado al Gobierno contra los congresistas. 

El cupo de endeudamiento debe aprobarse antes del 20 de junio, cuando culmine la legislatura. Por ahora, no ha recibido el guiño del Legislativo. Por este motivo, a finales de la semana pasada, el presidente Gustavo Petro dijo que, si no se aprueba el proyecto, terminará declarando emergencia económica. 

“Si las comisiones terceras no aprobaran el proyecto simplemente o hay cesación de pagos o tengo que decretar la emergencia económica. No dudaré en hacerlo. Así que invito a las comisiones terceras a la responsabilidad  fiscal. Gobierno y oposición en el Congreso deben unirse en este proyecto y propósito”, trinó el mandatario. 

¿Qué es el cupo de endeudamiento?

Este trámite, como explicó en su momento el ministerio cuando radicó el proyecto, se realiza periódicamente y requiere de la autorización del Congreso para que el Gobierno pueda cubrir los desembolsos externos que se plantean en los siguientes años. Es importante mencionar que este cupo solo aplica para endeudamiento externo y se expresa en dólares.

La primera vez que se amplió fue en 1999. A partir de ese año, se ha hecho efectivo este procedimiento en otras seis ocasiones: 2002, 2009, 2013, 2015 y 2020. Desde ese entonces, y a la fecha, el cupo de endeudamiento ha aumentado en 70.000 millones de dólares. 

Según Hacienda, la ampliación del cupo solicitado es necesaria para seguir adelantando las operaciones de crédito externo para el financiamiento del Plan Nacional de Desarrollo, responder por el servicio de la deuda y cumplir el plan financiero de la presente vigencia, “respetando los supuestos de déficit del fiscal presentados en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, así como las leyes y actos legislativos presentadas y aprobadas por el Congreso de la República como lo son: La Regla Fiscal y Ley de Presupuesto”.

Según explicó el ministerio cuando presentó el proyecto, este es un cupo rotativo. Es decir, los nuevos desembolsos van ocupando el espacio disponible dentro del límite del cupo de endeudamiento, mientras que las amortizaciones van liberando espacio para nuevo endeudamiento. 

De hecho, como lo expresó Hacienda, debido a la pandemia, se autorizó en su momento, por medio del decreto 519 de 2020, a que el Gobierno pudiera efectuar operaciones de crédito público sin que se afectara el cupo de endeudamiento vigente a ese momento. Y bajo esta excepción, se firmaron varios créditos con organismos multilaterales y gobiernos, como el crédito de línea flexible del Fondo Monetario Internacional, por un monto de 5.300 millones de dólares.

Por eso, los pagos de las amortizaciones de las vigencias 2024 y 2025 no liberan cupo para la contratación de la deuda programada en el Plan Financiero que tiene hoy el país y se necesita ajustar el cupo de endeudamiento de nuevo. 

“El Gobierno del cambio tiene total confianza en que el Congreso de la República aprobará antes del 20 de junio el cupo de endeudamiento como ha ocurrido históricamente en cada administración”, indicó el ministro Bonilla dada la controversia. 

Bonilla aclaró que este proyecto “normalmente se tramita en todos los gobiernos”, y que en este caso responde a lo que sucedió con el cupo de endeudamiento que se autorizó en la pandemia. “Necesitamos sincerar el cupo de endeudamiento, no nos estamos endeudando más a la nación, sino poder pagar tranquilamente los créditos que fueron adquiridos dentro del cupo y por fuera de él, más las tasas de interés inherentes a eso”, dijo el ministro.

Se tiene previsto que este 28 de mayo las comisiones terceras de Senado y Cámara se sienten a discutir este proyecto, que deberá aprobarse antes del 20 de junio. 

¿Por qué es importante el cupo de endeudamiento? 

Andrés Pardo Amézquita, director ejecutivo de estrategia macroeconómica para Latinoamérica de XP Investments y exviceministro de Hacienda, explicó que esto es un trámite normal que debe hacerse cada cierto tiempo. Aclaró que “no es algo particular de este gobierno ni es algo que se esté haciendo para gastar más. Tanto así que este cupo no afecta el espacio fiscal, ni es para que el gobierno gaste más”. 

Según Pardo, el cupo de endeudamiento tiene un “problema de diseño”. Por eso se debe ajustar cada cierto tiempo: el cupo de endeudamiento está fijado con una meta cuantitativa o nominal; es decir, en dinero. El problema con esto es que si la economía crece, el nivel de deuda adopta una especie de restricción, distinto a si se expresara como proporción del PIB, por ejemplo. Es como tener una tarjeta de crédito con el mismo cupo congelado a lo largo de los años.

“Un segundo problema, que es particularmente importante para la solicitud actual, tiene que ver con algunas de las amortizaciones que caen entre 2024 y 2026, y la forma como afectan o no el cupo de endeudamiento. Bajo condiciones normales, las amortizaciones liberan espacio en el cupo de endeudamiento, mientras que las deudas que se emiten reducen dicho espacio. Sin embargo, algunos de los préstamos que se contrataron durante el estado de emergencia económica en los años de la pandemia tuvieron un tratamiento especial pues no afectaron el espacio en el cupo de endeudamiento", explicó Pardo.

Álvaro Humberto Ojeda, vicepresidente ejecutivo de la banca de inversión Values AAA, menciona que este cupo de endeudamiento es necesario para la gestión financiera de Colombia. Si se aprueba un nuevo cupo de endeudamiento externo puede incidir en el financiamiento de proyectos a través de crédito externo, pero también reconoce que está ligado a la capacidad de manejo que tiene el gobierno.  

“La aprobación de un cupo de endeudamiento puede ser vista como una señal de confianza en la capacidad del país para gestionar sus finanzas y cumplir con sus obligaciones, lo cual puede atraer inversión extranjera. Dependiendo de cómo se utilicen los fondos, el endeudamiento puede tener efectos positivos, como el estímulo del crecimiento económico, o negativos, como la inflación y la devaluación de la moneda, si no se maneja adecuadamente”, aseguró el experto.

Ojeda mencionó que este año la deuda externa de Colombia alcanzó un total de aproximadamente 196.360 millones de dólares, lo que representa el 53,7 por ciento del PIB del país. Además, destacó que la deuda pública colombiana ha superado el 60 por ciento del PIB, situándose en 661 billones de pesos, con 258 billones de pesos provenientes de préstamos internacionales. 

Según el experto, la aprobación del cupo de endeudamiento externo por el Congreso “permitiría al gobierno acceder a recursos adicionales para financiar sus políticas y proyectos, pero también requiere una gestión prudente para asegurar que el endeudamiento sea sostenible y beneficioso para la economía del país”.