
Crédito: Cortesía Grupo Energía de Bogotá
Entrevista: Juan Ricardo Ortega advierte de los costos para Colombia de no tener a la Creg lista
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El presidente del Grupo Energía de Bogotá habla de soluciones para las tarifas de energía e inversiones necesarias para el sistema que están congeladas por la falta de quórum en la Comisión de Regulación de Energía y Gas.
Por: Angélica M. Gómez

Juan Ricardo Ortega dirige el Grupo Energía de Bogotá (GEB) desde julio de 2020, es decir, este mes está cumpliendo cuatro años en el cargo. En medio de una coyuntura de recuperación económica, una guerra por la disminución de las tarifas de energía eléctrica y el retraso de la regulación para mejorar el sector.
Ortega habló con CAMBIO sobre las consecuencias que tiene la ausencia de los comisionados en firme de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), así como el trámite de la licencia ambiental de Cuestecitas ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
CAMBIO: ¿Qué ajustes le pidió la Anla al GEB para construir el tramo faltante de la línea Colectora?
Juan Ricardo Ortega: El proceso de licenciamiento de Colombia es muy complejo. En el mundo ya hay discusiones muy avanzadas que dicen que esos regímenes son obsoletos.
Presentamos estudios de impacto ambiental de 9.900 páginas con estudios de aguas profundas, con cosas que no tienen nada que ver con una torre de transmisión, y nos dan una respuesta de 650 páginas que modifican muchas cosas. Solo por ese volumen, va a haber cosas en las cuales tendremos diferencias, por ejemplo, que algo quedó mal georreferenciado: identifican una torre, un cementerio y calculan que la distancia es de menos de 100 metros y niegan esa torre.
El grupo presentó un recurso pidiendo que se evalúen esas cosas, explicando por qué no hay forma de hacer la línea en esos términos y en 45 días hábiles nos deben responder. Según la respuesta, inicia la construcción o se debe tramitar una nueva licencia.
CAMBIO: ¿Cómo ve el panorama para el sector energético?
J.R.O.: El país necesita al menos 2.000 millones de dólares al año en inversión durante los próximos cuatro años para no entrar en problemas críticos. ¿Quién va a invertir si dicen que las utilidades son inmorales o injustas?
Que el Gobierno haga todo, que invierta los 10.000 millones de dólares que se necesitan (mal contados 42 billones de pesos)... ¿De dónde los va a sacar? Es más del 25 por ciento del recaudo de impuestos de este año. El Gobierno no tiene esa plata, los va a pedir prestados mínimo al 10 por ciento, es decir, que igual toca pagar. El GEB también lo hace todo con crédito, pero consigue tasas de interés de 7,8 por ciento, más baratas que el Gobierno hoy. Es imposible hacer algo de esto sin pagarle a alguien porque Colombia no tiene ahorro, entonces que alguien gane el 10 por ciento porque al Gobierno le costaría casi que el 14 por ciento si se financia en pesos.
CAMBIO: ¿Hay un plan de contingencia para evitar déficits de energía en los próximos años?
J.R.O.: Depende mucho del Gobierno. En el primer documento que sacó la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) en este Gobierno, le negó al sector casi un billón de pesos en inversiones que eran necesarias y se habían aprobado antes. Es la presión por bajar tarifas, para poder mostrarle a la gente una acción tangible.
Lo positivo desde el punto de vista del consumidor es que les quita presión a sus finanzas, pero esa caída en tarifas tiene consecuencias de precios más altos en el futuro. Dilma Rousseff hizo eso en Brasil, bajó las tarifas 16 por ciento en uno de esos ejercicios de poder que pueden hacer los Estados y las tarifas se dispararon unos años después. Si se suma el ahorro de esa medida y se evalúa el gasto posterior, no hay comparación.
CAMBIO: Recientemente el ministro de Energía, Andrés Camacho, le habló a este medio de proyectos de generación eléctrica en zonas como Chocó o Amazonas, pero no en inversiones de red para aumentar su capacidad.
J.R.O.: Ellos no quieren nada de eso porque aumenta la tarifa y el mandato que tienen es que la tarifa no aumente, hagan lo que tengan que hacer. Aquí entran las grandes contradicciones porque la única forma para integrar al sistema más generación de energía para que baje la tarifa es poniendo más subestaciones a las que se puedan conectar las nuevas fuentes de energía.
Se han cometido una serie de errores no solo en este Gobierno y eso ha hecho que los proyectos no entren en funcionamiento. El gobierno de Duque se equivocó mucho en la forma en que planearon los proyectos de La Guajira por falta de conocimiento y lo que pensaron que se podía hacer en unos años requirió el doble. Esos errores se pagan porque generan un cuello de botella y toca subir los precios para poder saltar ese cuello.
Veo un problema muy grande, que se volverá terrible en 2027 y 2028, cuando ya no esté este Gobierno y el hecho de que no haya Creg hace que nunca se sepa quién fue el responsable. No sé si es por estrategia o por torpeza, pero que no haya Creg es de una gravedad que no se puede dimensionar. La cantidad de cosas estratégicas que están colgadas, de inversiones, de regulaciones que se podrían mejorar, que podrían abaratar la tarifa de energía.
CAMBIO: El ministro Camacho nombró hace 15 días a Omar Prias como comisionado en firme de la Creg, pero el Consejo de Estado lo tumbó, ¿cuáles son las consecuencias?
En gas natural, el gobierno de Duque nos bajó la tarifa diciendo que la iba a regular en dos etapas –porque la politiquería no es solamente de Petro, Duque hizo las mismas–, pero como no hay Creg, la segunda etapa nunca ha salido, entonces nunca se ha arreglado la tarifa. Las demandas que vendrán por ahí son millonarias.
La comercialización de energía también es un tema muy complejo. La Creg no ha sacado la regulación de la nueva metodología tarifaria para la distribución y no ha resuelto el tema. Lo más importante de todo es la regulación de las tarifas según los picos de demanda, que no tengamos el precio de la energía de 600 pesos el kilovatio todo el día, sino unos precios de siete a ocho de la mañana o de siete a diez de la mañana, otro de diez a doce del día, y así sucesivamente porque la demanda cambia durante el día.
En Colombia, el costo grande de la electricidad es porque la curva de potencia es baja en las mañanas y sube muchísimo hacia las siete u ocho de la noche. Entonces, en la mañana se necesita una potencia para generar electricidad de 6 gigavatios de los 21 disponibles, pero en la tarde se necesitan 11 gigavatios, casi el doble. Si yo le digo a la gente que la electricidad a las 12 del día es cero para que laven la ropa o carguen los buses eléctricos de TransMilenio y no lo hagan en la hora cara, puedo cambiar el consumo de la energía y eso podría mover el pico, para que el país consuma 8 gigavatios durante el día, con lo que se liberan 3 gigas que inmediatamente bajan el precio de la tarifa.
Pero la Creg lleva cuatro años sin sacar la resolución de precios por franjas horarias y los medidores inteligentes que van de la mano y que son esenciales para poder montar los paneles solares y vender energía, siguen sin normativa pese a que se está discutiendo desde 2022.
