'Hay que mirar cómo ampliar la base y que más gente y empresas tributen': representante del BID en Colombia

Ramiro López-Ghio, representante del BID para Colombia

Crédito: Cambio

10 Agosto 2024 02:08 am

'Hay que mirar cómo ampliar la base y que más gente y empresas tributen': representante del BID en Colombia

Ramiro López-Ghio, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para Colombia, habló con CAMBIO sobre las dificultades del mercado laboral nacional, los retos de productividad del país y los sistemas tributarios de la región.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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El mayor desafío que tiene Colombia para crecer, es la falta de productividad. Así lo afirma Ramiro López-Ghio, representante del BID para Colombia, en conversación con CAMBIO.

Y es que en Colombia el 55,9 por ciento de los trabajadores son informales. Además, nueve de cada diez empresas son micro, pequeñas o medianas compañías y la carga tributaria que paga el sector empresarial, 35 por ciento, es de las más altas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). 

Por eso, López-Ghio insiste en que, si Colombia quiere mejorar los indicadores laborales, el país debe invertir en investigación y desarrollo, garantizar el acceso a financiamiento para las empresas y fomentar la formalidad en el tejido empresarial. 

CAMBIO: Ante la coyuntura de bajo crecimiento que enfrenta la región, ¿cómo ve la dinámica de crecimiento de Colombia?

Ramiro López-Ghio: La región ya no tiene los niveles de crecimiento que tenía a inicios de la década anterior, cuando las materias primas tenían precios muy altos y el boom de los commodities impulsó las tasas de crecimiento del PIB. Con la pandemia hubo un shock y una caída muy fuerte en 2020, y 2021 y 2022 fueron años de rebote para América Latina, producto de la salida de la pandemia. Colombia ha sido de los países con mayores tasas de crecimiento entre las economías grandes de la región, creció 10,8 en el año 2021 y 7,3 en 2022.

Los bajos crecimientos que Colombia está experimentando desde el año pasado los están viviendo también otros países de la región. No hay una tasa negativa para el país, pero sí hay crecimientos que no son tan fuertes o vigorosos como se esperaban. 

CAMBIO: ¿Qué hay detrás de esa desaceleración? 

R.L.G.: Esto tiene mucho que ver con el combate a la inflación. Sabemos que muchos países han utilizado la política monetaria restrictiva para corregir la inflación, y eso ha mermado también los niveles de inversión. Colombia subió fuertemente sus tasas de interés, arriba del 13 por ciento, y desde diciembre de 2023 comenzó a bajarlas también, al punto que ya están en 10,75 por ciento. En la medida en que continúen bajando van a generar mayores niveles de inversión, especialmente en sectores sensibles a las tasas de interés, como la construcción. 

CAMBIO: ¿Cuáles son los mayores desafíos de Colombia para garantizar un crecimiento sostenido a mediano plazo?

R.L.G.: El principal desafío que tiene la economía colombiana, que no es ajeno a las otras economías de América Latina, es la falta de productividad. En los últimos 20 años el aporte de la productividad al crecimiento económico ha sido negativo. Esa es la gran diferencia de América Latina respecto a los países de Asia y las economías emergentes. 

El crecimiento que se ha dado en los principales periodos de historia ha sido por acumulación de factores, no por aumentos en la productividad y eso hace que el mediano plazo las tasas de crecimiento no puedan sostenerse en niveles muy elevados. El desafío es ese, cómo hacemos para aumentar los niveles de productividad y crecer de manera alta y sostenida en el tiempo. 

CAMBIO: ¿Cómo puede Colombia impulsar su productividad? 

R.L.G.: Hay varios factores que limitan la productividad y uno de ellos es la falta de acceso al financiamiento. En la región hay mercados de capitales incipientes y sistemas financieros limitados en relación al volumen de las economías. Mucho tiene que ver la alta informalidad. En Colombia el 50 por ciento del mercado es informal, no se puede incorporar talento, y las micro y pequeñas empresas están muy limitadas al financiamiento lo que hace difícil incorporar tecnología y conocimiento, y con esto, a su vez, aumentar los niveles de productividad en el sector empresarial. 

También son bajos los niveles de inversión en investigación y desarrollo cuando se compara con países de la Ocde. Colombia invirtió 0,3 por ciento en investigación y desarrollo del PIB hacia 2020 mientras que América Latina estuvo cerca de 0,6 por ciento, prácticamente duplica los niveles de Colombia, y el promedio de la Ocde es un poco menos de 3,0 por ciento. Eso genera unos niveles insuficientes de productividad y se ha comprobado que esa inversión tiene impactos positivos en la productividad a medio y largo plazo. 

CAMBIO: En el presupuesto planteado para 2025 hay una reducción del 17 por ciento en la inversión. ¿Cómo se puede suplir esto? 

R.L.G.: Hay espacio para elevar la inversión vía financiamiento privado. Ante la pregunta de la menor inversión pública, siempre hay que pensar en cuál es la alternativa. Si se aumentan o mantienen los niveles de inversión pública en un contexto en el cual hay una caída en el recaudo y se producen mayores déficits fiscales, termina siendo un problema porque se va más deuda a financiar al sector público y, por otra parte, suben las tasas de interés si el país no puede cumplir con la regla fiscal y sube el riesgo país. 

Esto es algo que Colombia está evitando de manera muy responsable para mantener a tasas bajas el financiamiento al sector privado. El mecanismo que está tomando Colombia es el correcto, el poder circunscribirse a la regla fiscal por el lado público, y en la medida que vaya bajando tasas de interés en la parte privada, van a aumentar los niveles de inversión. 

CAMBIO: En Colombia alrededor de 90 por ciento del tejido empresarial son pequeñas y medianas empresas. ¿Qué se necesita para impulsar la creación de compañías de mayor tamaño en el país? 

R.L.G.: Las mipymes superan el 95 por ciento de las empresas en Colombia. Es un porcentaje muy elevado y naturalmente son empresas con limitaciones para aumentar la productividad. Además de la falta de acceso a financiamiento y dificultades para incorporar tecnología, otro factor importante es el acceso al mercado. En la medida que más empresas grandes y medianas se asienten en Colombia van a requerir de proveedores y eso ayudará a la formalización de empresas pequeñas y medianas. 

También es importante trabajar sobre la oferta en el mercado de trabajo. Hay que elevar las competencias en el mercado laboral, las empresas no encuentran los trabajadores que buscan y los trabajadores no encuentran empleo. Esa falta de conexión entre la oferta y demanda de empleo, no solo en Colombia sino en América Latina, termina en mercados con altos niveles de informalidad o de desempleo. 

CAMBIO: Colombia se caracteriza por sus altos niveles de informalidad y un desempleo casi estructural alrededor del 10 por ciento. Con los análisis hechos por el BID, ¿cómo se pueden mejorar esos indicadores?

R.L.G.: Colombia ha tenido dos males de manera estructural —algo que no es de este ni de los últimos gobiernos— que son altos niveles de informalidad y altos niveles de desempleo. El mercado laboral se caracteriza por esto, mientras que hay otros países en la región que tienen un alto nivel de informalidad con bajo desempleo o un alto desempleo pero con baja informalidad. Colombia tiene que trabajar fuertemente para reducir esto.

Para esto se necesita un servicio público de empleo que fomente las capacidades y que pueda trabajar fuertemente desde la educación básica y también en la universitaria. Y hay que adaptar los currículos a las necesidades que tiene el mercado, y así tener un nivel de competencias acorde a la demanda de empleo. 

CAMBIO: Hoy Colombia está impulsando una serie de reformas estructurales. Ya pasó la de pensiones, se está trabajando en la laboral, y se habla de salud y educación. ¿Cuáles son las claves para que las reformas generen un cambio para el país? 

R.L.G.: El banco siempre está dispuesto a brindar apoyo técnico y acompaña reformas de política en los países de la región. Acompañamos al país con tres reformas importantes, los temas de inclusión, que tiene que ver con temas de diversidad y de género. Estamos acompañando temas tributarios, como fue la reforma tributaria al inicio de este gobierno y estamos acompañando reformas que tienen que ver con la inserción de Colombia en las cadenas globales de valor, para que Colombia pueda atraer más inversiones y pueda exportar más, y que toda la base del mercado laboral y empresarial y ese tejido se beneficien de eso.  

CAMBIO: Un tema que usted ha mencionado en varios espacios es la importancia de la eficiencia tributaria. Se suele caracterizar a Colombia como uno de los países donde los impuestos a las empresas son más altos, ¿qué se puede hacer para tener un sistema tributario más eficiente? 

R.L.G.: Si se miran los sistemas tributarios de la región va a encontrar que en los países más grandes, que tienen mayor músculo para hacer inversiones, como Brasil o Argentina, y otros países de ingresos medios altos como Uruguay, los impuestos de las empresas no son inferiores a los que tiene Colombia. Hay un nivel de impuestos y de carga tributaria similar. 

Ahora bien, lo que hay que combatir fuertemente es la informalidad, porque lo que termina ocurriendo es que una vez hay una reforma tributaria en Colombia se termina aumentando la carga sobre los que tributan. Hay que mirar cómo hacer para ampliar la base y que más gente y empresas tributen manteniendo las tasas en esos niveles, o bajarlas si se requiere en el tiempo. Lo importante es, por un lado, bajar el gasto tributario, que son exenciones, y por otro, ampliar la base, para que más contribuyentes puedan también ser parte del sistema. 

CAMBIO: Este año se realizará en Colombia la COP 16, ¿qué políticas debería trabajar el país para avanzar en la mitigación del cambio climático? 

R.L.G.: Estamos apoyando la preparación de la COP 16. El banco está trabajando fuertemente en la región, y en particular en Colombia, para apoyar tanto al sector público como privado en temas relacionados a combatir el cambio climático. Esto va desde acciones para la mitigación del cambio climático, para la adaptación al cambio climático y también para la conservación de la biodiversidad en el país. Ahí trabajamos con el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Ambiente en la estructuración de bonos verdes, que tienen la particularidad que el ingreso obtenido va destinado a financiar proyectos verdes. 

Estamos trabajando también de manera muy activa con Colombia en el apoyo a la transición energética, en cómo pasamos de combustibles fósiles a energías renovables, con un fuerte apoyo al financiamiento para tanto el tema de reformas a través de inversión con el Ministerio de Minas y Energías, y otras entidades, así como financiamiento directo al sector privado. El mundo está demandando mucha energía renovable y Colombia tiene mucho para dar.

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