
Varios expertos temen por una desaceleración de la economía.
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Guerra comercial desata temores de recesión. ¿Qué es lo que preocupa a los expertos?
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Mientras Estados Unidos continúa presionando con las tarifas arancelarias de más del ciento por ciento que le impuso a China, y con las medidas contra otros países, los expertos ven con preocupación el impacto de la situación comercial en la inflación y el PIB.

El mundo lleva sumido varias semanas en una guerra comercial en la que los protagonistas son las dos mayores economías del mundo: Estados Unidos y China. Sin embargo, el enfrentamiento entre ambas naciones ya está comenzando a golpear a todo el mundo y algunos expertos y los mercados temen que la desaceleración del comercio lleve a una recesión global, mientras que otros confían en que Donald Trump relaje sus medidas.
Desde hace meses los mercados están atentos a los movimientos del mandatario estadounidense. A inicios de marzo, casi un mes antes de la avalancha de aranceles que anunció Trump el pasado 2 de abril, Wall Street experimentó un lunes rojo luego de que, durante una entrevista transmitida por Fox News el 9 de marzo, el presidente Trump evadió una pregunta directa y no descartó la posibilidad de que la economía estadounidense enfrente una recesión en 2025.
Cuando se habla de una recesión implica que durante un periodo determinado se contrae la economía, y popularmente se refiere a dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB.
El impacto de los aranceles podría limitar el comercio internacional y también incrementar el precio que pagan los consumidores estadounidenses por los productos. Una inflación más alta afecta la capacidad adquisitiva de los consumidores, lo que puede a su vez reducir su consumo y, por ende, mitigar la actividad económica.

Claudia Garzón, socia del área de comercio exterior e impuestos indirectos de Deloitte, explica que, dado el papel que desempeñan los aranceles en el costo final de los productos importados, podría haber repercusiones tanto en las empresas que dependen de insumos importados, lo que elevaría sus costos de producción, pero también podría impactar directamente en los consumidores, por posibles aumentos de precios de los productos.
"Un aumento de aranceles no solamente genera incremento en los costos de los productos adquiridos en mercados internacionales, sino que al tener que buscar nuevos proveedores y socios comerciales de países con menores tributos, se hace necesario trabajar en el rediseño de las cadenas de suministro", comentó la experta.
Según Garzón, eso no solo implica un desafío e incertidumbre para las compañías importadoras y exportadoras, sino que la situación "podría repercutir en una reducción de los flujos comerciales y generar una desaceleración del comercio mundial, sobre todo en aquellos países que tienen una alta dependencia al intercambio comercial".
En su comentario semanal, el centro de estudios económicos Anif señaló que, derivado de la guerra comercial, uno de los frentes que más preocupa es el de la inflación global “por el inevitable incremento en los precios, producto del encarecimiento de los bienes que ingresan o hacen tránsito en Estados Unidos, así como de las respuestas arancelarias de algunos de sus socios comerciales”.
Esto ya está golpeando algunos indicadores de Estados Unidos. El índice de compras del sector manufacturero (PMI por su sigla en inglés) cayó a 50,2 puntos en marzo de 2025, frente a un nivel de 52,7 de febrero, por los primeros incrementos en los costos de los insumos.
Además, en abril el índice preliminar de confianza del consumidor en Estados Unidos elaborado por la Universidad de Michigan se desplomó hasta un nivel de 50,8, su nivel más bajo desde junio de 2022, una caída de 7,8 puntos frente a marzo.
Un reporte reciente de la dirección de investigaciones económicas, sectoriales y de mercados de Bancolombia mencionó que dicha caída se explicó “por el fuerte deterioro en la percepción sobre la situación económica en los próximos meses, dado que los consumidores se muestran cada vez más pesimistas frente al riesgo de recesión, en un contexto de menor confianza en el mercado laboral”.
La calificadora de riesgo Moody´s presentó en días pasados un documento en el que aseguró que los nuevos aranceles estadounidenses han tenido un impacto en las economías globales desde el pasado 2 de abril, y si bien ha habido algunas demoras en su implementación, la calificadora aseguró que estos debilitarán las condiciones crediticias.
“Nuestras estimaciones de impacto tienen en cuenta la posibilidad de negociaciones y medidas de apoyo gubernamental en las economías afectadas. Sin embargo, la carga adicional que supone para la economía la persistente incertidumbre, y el aumento de la tensión en los mercados financieros, podría llevar fácilmente a Estados Unidos a una recesión”, aseguró Moody’s.
Según los cálculos de la calificadora, los aranceles reducirán al menos 1 punto porcentual el crecimiento de Estados Unidos y aumentarán significativamente los precios para los consumidores y empresas estadounidenses.

Una visión positiva
A pesar de las alertas que han elevado varios expertos, algunas visiones aún son positivas y mantienen la cautela antes de hablar del riesgo de una recesión. La semana pasada la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, descartó una recesión este año, aunque aseguró que sí se prevé una desaceleración en la economía global por cuenta de la guerra comercial.
“Nuestras próximas proyecciones económicas de crecimiento incluirán reducciones notables en cuanto a crecimiento, pero no recesión”, dijo Georgieva como antesala a las reuniones de primavera que celebrarán esta semana el FMI y el Banco Mundial.
Otros expertos señalan que la decisión de Trump del pasado 9 de abril, cuando congeló las tarifas arancelarias a 75 países, también le están dando un respiro a la economía, y podrían salvarla de una eventual recesión. El gestor de activos Sura Investments coincidió con el FMI en que para este año proyecta un menor crecimiento y mayor volatilidad, pero no una recesión global
“No debería darse la recesión, pero sí un menor crecimiento, porque esperamos que esta tensión comercial sea temporal”, aseguró Mauricio Guzmán, jefe regional de estrategia de inversión para la compañía, quien destacó que América Latina salió bien librada del paquete de aranceles, lo que puede ser una especie de guiño por parte de Trump.
