Inflación: ¿Qué golpeó más a quién?

Según el Dane, en junio la inflación anual llegó a 12,13 por ciento, mientras que en el acumulado del año llega a 6,15 por ciento, tras un dato mensual de apenas 0,30 por ciento. 

Esos datos incluyen un incremento mensual y anual más fuerte para el grupo de transporte que para las demás categorías de bienes y servicios evaluados, así como un registro mensual de alimentos negativo que hace que, en el comparativo anual, los alimentos hayan bajado al quinto lugar en el escalafón de categorías de inflación.

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¿Cómo impactó cada grupo y a quién?

Cada uno de esos grupos tiene un impacto diferente en los bolsillos de los colombianos, dependiendo de su nivel de ingreso. Según el Dane, en junio la inflación anual para las familias de altos ingresos fue de 12,21 por ciento –apenas por encima del promedio nacional–, mientras que para las familias pobres el dato fue de 11,84 por ciento. 

En el medio se ubicaron las familias vulnerables, con una inflación anual de 12,13 por ciento, y las de ingreso medio, con 12,11 por ciento. 

Si solo se tiene en cuenta lo que pasó en junio y se compara con el mes anterior, la inflación para los de ingresos altos fue de 0,39 por ciento; la de ingresos medios fue de 0,30 por ciento; los vulnerables tuvieron una inflación de 0,19 por ciento y la de los pobres fue de 0,15 por ciento. 

Esta tendencia empezó en marzo de este año. Es decir, se completan tres  meses consecutivos en los que la inflación mensual es más alta para los hogares de mayores ingresos. La razón es el cambio de organización entre las canastas de consumo según el incremento de los precios. 

Desde 2021, la inflación estaba impulsada por el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que sufrió por cuenta de las malas condiciones climáticas que afectaron los cultivos, lo que redujo la oferta de muchos productos; el paro camionero de 2021 que, como demostró el Banco de la República, impulsó al alza los precios de los alimentos, y el alza del dólar, que, junto con el encarecimiento de materias primas por la guerra entre Rusia y Ucrania, impactaron los costos de producción agropecuaria. 

En 2023, con mejor clima, una base de comparación más alta en 2022 y una disminución del precio del dólar, la inflación de los alimentos pesa menos cada mes e incluso, más bien, ayuda a contener el incremento del promedio nacional del índice de precios al consumidor (IPC) que mide el Dane. 

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Dado que los hogares pobres y vulnerables destinan una mayor proporción de sus recursos a comprar alimentos, lo que pase con este grupo les afecta o les beneficia más que a los hogares de ingresos medio y alto. 

Por el contrario, el grupo de transporte lleva 9 meses al alza y en junio llegó a un registro de 18,19 por ciento anual y a 1,08 por ciento mensual. En ambos casos, se ubicó como el grupo de consumo con la mayor inflación. 

Piedad Urdinola, directora del Dane, explicó que la razón es, sobre todo,  el aumento del precio de la gasolina. El programa del gobierno para cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de los Combustibles (FEPC) tiene a la gasolina en 12.964 pesos y a la inflación de combustibles en 33,98 por ciento anual. 

Ese grupo de consumo tiene un mayor impacto en los hogares de ingresos altos, que destinan una mayor proporción de sus ingresos a combustible y a transporte, mientras que los alimentos tienen un menor impacto en sus bolsillos. 

Con ese comportamiento, la inflación de los hogares pobres se desaceleró más rápido que la de los ingresos altos. 

Lo que sí sigue afectando más a los hogares de menores ingresos, pese a que se está desacelerando, es el alojamiento. El Dane mide cada mes la inflación del arriendo que puede ser imputado –se calcula cuánto pagaría una familia por el arriendo de la casa propia en la que viven– o efectivo –lo que reportan las familias que viven en arriendo–.

El canon de arrendamiento suele actualizarse al cumplirse un año del contrato de arrendamiento, con base en la inflación del año anterior. Como las familias de menores ingresos destinan una mayor proporción de sus recursos al pago del arriendo, esta variación varía el impacto sobre unos y otros. Así, la inflación de alojamiento llegó, en promedio, a 25,16 por ciento. Para los pobres, llegó a 31,63 por ciento, mientras que para los de altos ingresos llegó a 22,37 por ciento.