Las claves para entender en qué va el lío del GEA y Gilinski

A principios de enero, Gustavo Petro se reunió con Jaime Gilinski, su hijo, y los presidentes de Sura, Nutresa y Argos.

Crédito: Presidencia de Colombia

31 Enero 2024

Las claves para entender en qué va el lío del GEA y Gilinski

El ministerio de Hacienda publicó esta semana un decreto que ajusta la regulación de las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) con el objetivo de proteger a los inversionistas minoritarios y destrabar el negocio entre el GEA y Gilinski. ¿De qué se trata?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Han pasado más de dos años desde que empezó el novelón entre el grupo Gilinski, propiedad del banquero vallecaucano Jaime Gilinski, y el Grupo Empresarial Antioqueño, GEA, el conglomerado de empresas más representativo de Antioquia. 

Esta semana, el ministerio de Hacienda publicó un decreto que busca proteger a los inversionistas minoritarios por medio de un ajuste en la regulación de las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA). Una OPA es una operación en la que una o varias personas o sociedades hacen una oferta a los accionistas de una empresa listada en bolsa para comprar sus acciones. La medida también destrabará el negocio entre el GEA y Gilinski. 

En la noche del 10 de noviembre de 2021 la Superintendencia Financiera informó que el Grupo Gilinski, junto a su socio Royal Group, un conglomerado de los Emiratos Árabes Unidos con vínculos con la familia real de Abu Dabi, había lanzado una OPA. 

El objetivo era convertirse en los accionistas mayoritarios de Nutresa, uno de los principales fabricantes de alimentos en el país, y quedarse con entre el 50,1 por ciento y el 62,6 por ciento de la compañía de alimentos detrás de marcas presentes en las alacenas de casi todos los colombianos, como Corona, Sello Rojo, Saltín Noel, Zenú, Doria y Jet, por mencionar algunas.

Pero quedarse con la ‘joya de la corona’ del GEA no iba a ser tarea fácil. Por más de 40 años el GEA, también conocido como el sindicato antioqueño, se fortaleció y se blindó de inversionistas de otras regiones gracias a una estructura en que tres grandes grupos empresariales –el Grupo Argos, Grupo Sura y Grupo Nutresa, que anteriormente era la Compañía Nacional de Chocolates– empezaron a comprar acciones entre sí. 

Gracias a ese modelo quedaron amparadas bajo el GEA alrededor de 150 compañías de diferentes sectores, hasta que Gilinski entró a romper ese enroque accionario de los antioqueños. 

La oferta inicial del banquero fue llamativa para los pequeños accionistas, 7,71 dólares por acción, 38 por ciento mayor al valor del mercado, una OPA ‘hostil’, como se le llama en el argot de los negocios a este tipo de operaciones en que la sociedad adquirida no está de acuerdo con la compra. 

Esa oferta fue el inicio de un caos empresarial que duró cerca de 18 meses hasta que se logró un acuerdo de entendimiento en mayo de 2022. 

Ante la negativa de Argos y Sura de aceptar la primera OPA, Gilinski decidió jugar más cartas: lanzó otras OPA por estas compañías para poder llegar al corazón financiero de Nutresa (cuatro por Nutresa, tres por Sura y una por Argos), y logró quedarse con 31 por ciento de las acciones de Nutresa y 38 por ciento de las acciones de Sura. La pelea no solo fue por acciones; también, en los estrados judiciales.

¿Cómo llegaron a un acuerdo las dos partes?

En mayo de 2022 se logró un acuerdo en el que los grupos empresariales decidieron, básicamente, intercambiar acciones. Gilinski se quedó con 87 por ciento de Nutresa y, a cambio, las sociedades de su propiedad que participaron en la opa salieron de Sura. 

Nutresa sacó sus participaciones de Grupo Argos y de Sura, y a su vez, Sura y Argos salieron de sus acciones en Nutresa. Es decir, Gilinski logró romper el esquema accionario y corporativo del GEA. 

A principios de enero de este año el presidente Gustavo Petro y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se reunieron en el Palacio de Nariño con Jaime Gilinski y su hijo, Gabriel Gilinski, y con Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos; Gonzalo Pérez, presidente del Grupo Sura; y Carlos Ignacio Gallego, presidente del Grupo Nutresa. 

En el encuentro se acordó resolver este conflicto con una normativa para facilitar el intercambio de las acciones. Además, se habló de facilitar, no solo la participación del Grupo Gilinski, sino también de capital extranjero en estas empresas.   

Gracias a esa reunión, esta semana el ministerio de Hacienda emitió finalmente el decreto 0079 de 2024, que modifica la norma con la que se regulan en el país las OPA. 

De acuerdo con la norma, en casos en que se quieran permutar las acciones, como en el de Gilinski y el GEA, y los inversionistas tengan más del 25 por ciento y menos del 50 por ciento del capital en dos o más sociedades inscritas ante la Bolsa de Valores, se deberá solicitar una nueva OPA

La idea con esta medida, según el Gobierno, es proteger a los accionistas minoritarios de estas agresivas peleas empresariales. Por ello el decreto también estipula que la OPA deberá mantener, como mínimo, el precio de intercambio que negociaron los grandes accionistas, y que se garanticen las mismas condiciones al contrato de permuta. 

Con este decreto se cierra la pelea entre uno de los grupos empresariales tradicionales más importantes del país y uno de los hombres más ricos de Colombia. Y se abre paso a una nueva OPA en esta historia de poderes empresariales. 
 

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