Pago inmediato entre entidades financieras, el próximo gran reto tecnológico

La nueva regulación permitirá que se hagan transacciones directas también desde neo bancos y billeteras digitales.

Crédito: Fotoilustracion: Yamith Mariño Díaz

3 Noviembre 2023

Pago inmediato entre entidades financieras, el próximo gran reto tecnológico

El Banco de la República emitió la regulación de un sistema de pagos inmediatos que iniciará operaciones en 2025. Las personas podrán hacer transacciones de hasta 10 millones de pesos en menos de 20 segundos. ¿Cómo funcionará?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Si una persona en Colombia necesita hacer una transferencia desde su cuenta a un banco diferente al suyo, el giro puede tardar más de un día en llegar, o incluso más, si se tienen en cuenta restricciones como el horario bancario. 

Desde hace varios meses, el Banco de la República viene trabajando, junto con las empresas y entidades que ya han desarrollado soluciones para los ciudadanos, en la creación de un mecanismo que permitirá recibir de manera directa e inmediata transferencias de bajo monto. Se llama, justamente, Sistema de Pagos de Bajo Valor Inmediatos.

A partir de 2025 los colombianos tendrán una nueva experiencia de usuario, en la que podrán hacer una transferencia fácil, segura e inmediata. Hoy no se puede hacer una transferencia a muchos tenderos, por ejemplo, porque seguramente tienen una entidad financiera diferente a la que tiene la persona que va a pagar, pero a partir de 2025 no va a importar en dónde tiene su producto, quién ordena la transferencia ni tampoco dónde tiene su cuenta de ahorros o depósito el receptor de la transferencia”, explicó Dionisio Valdivieso Burbano, subgerente de Sistemas de Pago y Operación Bancaria del Banco de la República. 
  
Esto no es un invento colombiano. En Brasil, por ejemplo, existe PIX, un sistema de pagos instantáneos creado en 2020 por el Banco Central brasileño al que están afiliadas, obligatoriamente, todas las entidades bancarias y financieras en ese país. PIX permite que, por medio de un código, los ciudadanos hagan transferencias inmediatas, y ha servido de inspiración a países como Estados Unidos, Canadá y Colombia para el desarrollo de sus propios sistemas. 

La semana pasada, el Banco de la República expidió la regulación del Sistema de Pagos de Bajo Valor Inmediatos de Colombia, que definió las reglas para que los diferentes jugadores del mercado sepan cómo deben operar. 

¿Cómo va a funcionar el sistema de pagos inmediatos? 

En Colombia el desarrollo del sistema de pagos digitales ha tropezado con una serie de obstáculos: no hay acceso universal; hay una baja interoperabilidad entre las entidades, lo que dificulta enviar recursos de una cuenta a otra; existe una baja aceptación de pagos digitales en los comercios y un uso limitado de instrumentos financieros más allá de las cuentas de ahorro.

En el país operan sistemas para transferencias entre cuentas y entidades financieras como Redeban, ACH, Transfiya y Visionamos, el sistema de pagos cooperativos, pero no operan entre ellos, lo cual limita a los clientes a la hora de enviar y recibir recursos.  

El nuevo sistema no solo permitirá que las personas hagan transferencias inmediatas entre entidades financieras, sino que no tendrán limitación de horario y se harán efectivas en un plazo máximo de 20 segundos. El valor máximo de transferencia será de 100 Unidades de Valor Básico (UVB, que equivalen actualmente a 10 millones de pesos por transacción. Esa es la promesa de la nueva regulación del Banco de la República. 

“Si una persona está, por ejemplo, en NuBank, y quiere enviarle dinero a alguien a una cuenta de un banco, esa transferencia pasará por el directorio centralizado del Banco de la República, y eso va a permitir que ninguna persona tenga barrera para un pago inmediato”.

El Banco de la República será el encargado de proveer la infraestructura tecnológica que van a necesitar las entidades, y de consolidar un “directorio” con los identificadores de los usuarios o “llaves” de acceso a sus diferentes productos. Estas podrán ser un número de celular, el correo electrónico, el número de la cédula, el código de verificación de un comercio, una clave alfanumérica o un código QR

Por medio de ese “directorio” centralizado con todas las llaves inscritas, el Banco de la República identificará internamente en el sistema hacia dónde va la transferencia, y enrutará el giro, sin necesidad de que los usuarios tengan que identificar por sí mismos la entidad bancaria o financiera de destino en sus aplicaciones o en las páginas web de sus entidades financieras. 

Según explica Estela Martínez Herrera, asesora de la Subgerencia de Sistemas de Pago y Operación Bancaria, hoy los procesos de transferencias se dan en una especie de ciclo en el que se acumulan una serie de operaciones por medio de pasarelas de pago, como PSE, o a través de billeteras digitales, como Nequi, Daviplata o dale!, por ejemplo. 

“Se va a permitir pasar la plata en tiempo real de cuenta a cuenta –asegura la funcionaria–. Si una persona está, por ejemplo, en NuBank, y quiere enviarle dinero a alguien a una cuenta de un banco, esa transferencia pasará por el directorio centralizado del Banco de la República, y eso va a permitir que ninguna persona tenga barrera para un pago inmediato”, explica Martínez. 

Este sistema no solo aplicará para bancos, también vinculará las billeteras digitales y cuentas de depósitos en cooperativas.

En principio, el sistema estará enfocado en giros entre personas, y pagos entre personas y comercios, pero, según los directivos del Banco de la República, se están estudiando otros usos para el futuro, como pagos de nómina o pagos del Gobierno.  

La regulación del Banco de la República establece que entre abril y diciembre del próximo año las entidades deberán adaptar sus sistemas de modo que las operaciones inicien en el primer semestre de 2025. Dentro del cronograma está previsto que a finales del próximo año los ciudadanos inicien sus inscripciones en los “directorios” del sistema, y escojan cuál será su “llave” para cada producto. 

Seguridad, costos e inclusión financiera, los retos del nuevo sistema

Uno de los grandes problemas que tuvo la implementación de PIX en Brasil fue el aumento de casos de “secuestro express”, mediante el cual bandas delincuenciales secuestran a las personas y las obligan a hacer transferencias de montos altos, dada la facilidad e inmediatez que permite el sistema. 

“El fraude es uno de los aspectos que le ha dolido a la iniciativa PIX, es importante tomar las experiencias para fortalecernos y mitigar la materialización de ese tipo de eventos”, asegura Valdivieso.  

El subgerente de Sistemas de Pago y Operación Bancaria del Banco de la República comenta que para el sistema colombiano se van a adicionar características de seguridad en las transferencias y que se está trabajando con las entidades para ello. “Deberá haber una confirmación de la transferencia, por ejemplo”, dice. 

De acuerdo con Erick Rincón Cárdenas, director del Tic-Tank de la Universidad del Rosario y expresidente de Colombia Fintech, la seguridad es un tema fundamental. Para el experto, la infraestructura debe contar con estándares internacionales, así como con políticas de ethical hacking y backups de respaldo de datos y almacenamiento separados, “para no vivir lo que ha ocurrido con el hackeo a IFX Networks”.

En relación con la información financiera de los usuarios, el Banco de la República aclaró que el sistema de directorios albergará exclusivamente información de las “llaves” de los usuarios, para determinar dónde está el beneficiario de las transferencias, pero no información financiera de las transacciones, la cual reposa en cada banco o entidad financiera. 

Por el lado de los costos de las transferencias, estos seguirán siendo una libertad que fija cada entidad, pero, según Valdivieso, se abrirá también la posibilidad de mantener una competencia abierta respecto a quien puede ofrecer un mejor servicio y el ciudadano podrá tomar la decisión de quien le ofrece una posibilidad de realizar el pago de forma más eficiente, de acuerdo con sus necesidades.

La financiación del sistema es otro asunto. El Banco de la República será el encargado de ofrecer una nueva infraestructura, pero según la entidad, los costos asociados se capitalizarán con soluciones que ya están desarrollando las entidades

Probablemente uno de los mayores retos será la inclusión financiera, si se consideran las brechas en materia de conectividad y de acceso de muchos colombianos a productos bancarios y también tecnológicos.

Según cifras del Dane, al cierre del año pasado el 59,5 ciento de los hogares poseía conexión a Internet para el total nacional. En el caso de las familias ubicadas en zonas rurales, esta proporción desciende al 32,2 por ciento. 

En las zonas rurales, 6,9 millones de personas, el 62,8 por ciento de la población en estas áreas, tiene un teléfono celular; entre estos, 5,2 millones son smartphones, lo que implica que 1,7 millones de personas en el campo tienen teléfonos móviles pero no con la tecnología para hacer este tipo de transacciones

“Colombia tiene retos mayores de cara a la implementación de esta solución, como es la reducción de la informalidad, los impuestos a las transacciones financieras que desestimulan el uso de los canales bancarios e incentivan el efectivo y la adaptabilidad a los cambios tecnológicos de la infraestructura que plantea el Banco de la República”, asegura Rincón. 

Dado que se espera que el proyecto salga en el año 2025, Rincón considera que, con los avances en materia de pagos digitales e iniciativas de los bancos privados que se vienen dando, “el sistema puede quedar obsoleto y puede que no haya incentivo alguno para integrarse”.
 

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