"Pensar que el Gobierno de Gustavo Petro impactó negativamente el sector vivienda puede tener intenciones políticas": entrevista con la ministra de Vivienda

Catalina Velasco, ministra de Vivienda.

Crédito: Ministerio de Vivienda

4 Julio 2024 05:07 pm

"Pensar que el Gobierno de Gustavo Petro impactó negativamente el sector vivienda puede tener intenciones políticas": entrevista con la ministra de Vivienda

Catalina Velasco conversó con CAMBIO sobre la situación del sector y aseguró que buena parte de la caída se explica por las altas tasas de interés. ¿Cómo ve la situación de los subsidios y el remezón ministerial del Gobierno?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Catalina Velasco está al frente del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio desde agosto de 2022. En los últimos días su nombre ha estado en el sonajero de los ministros que podrían salir del Gobierno de Gustavo Petro, a pocos días de que se cumplan los dos años de Gobierno. 

La vivienda es uno de los sectores claves para la reactivación económica. Sin embargo, por más de un año las ventas han mostrado cifras negativas luego de que el sector lograra un repunte importante en 2022, pasada la pandemia. En medio de esta coyuntura, la ministra de Vivienda conversó con CAMBIO sobre qué ha pasado con el sector y el porqué de sus cifras negativas. Aseguró que buena parte del problema se relaciona con las tasas de interés y que el Gobierno está haciendo esfuerzo con el sector financiero para flexibilizar los requisitos de acceso al crédito. 

CAMBIO: En los últimos días se ha dado un remezón ministerial y su nombre está en el sonajero de posibles movimientos. ¿Qué está pasando en el Gobierno y, puntualmente, con esta cartera? 

Catalina Velasco: He dedicado toda mi vida a la función pública, al trabajo en el Estado y a estudiar de manera detallada la relación del Estado con la economía. No hay espacio más importante para un profesional como yo que una función ministerial. En estos dos años de Gobierno en el Ministerio de Vivienda hemos hecho una labor importante en materia de agua potable, saneamiento y vivienda. Hemos logrado mantener lo que funciona y construir lo que faltaba. 

Mi Casa Ya, por ejemplo, es un programa importante que hemos mejorado; otro ejemplo es el déficit cualitativo de vivienda. Entendimos que los asentamientos de origen informal son un problema que el Estado colombiano no había atendido y dedicamos esfuerzos en construir una política en ese sentido, o las inversiones que se venían haciendo inversiones modestas en infraestructura de agua potable y hoy está en marcha un programa de fortalecimiento del agua comunitaria que no existía. 

Llevamos un mes a la espera en el gabinete, hay especulaciones por todas partes, pero como ministra, o como exministra, habrá Catalina Velasco en la esfera pública para mucho tiempo más. Espero que sean 20 o 30 años acompañando este país para el que he trabajado siempre y, por supuesto, desde donde pueda. 

CAMBIO: En el mercado de vivienda lleva más de un año con caídas. Camacol, el gremio de los edificadores, menciona que entre enero y mayo las ventas bajaron 14 por ciento en comparación con 2023. ¿A qué se debe esta situación?

C.V.: Si se analizan las cifras del sector de los últimos diez años, es evidente que tiene ciclos cada cuatro o seis años y que es un sector que sufrió, como toda la economía, un desajuste severo por la pandemia. Hoy estamos viviendo la estabilización de esa crisis.

Pensar que el Gobierno del presidente Petro impactó negativamente el sector de la construcción de vivienda puede tener incluso intenciones de orden político, porque cualquier analista económico puede entender que el sector fue afectado seriamente por la pandemia, que la recuperación se dio en los siguientes años y que la variable más importante del sector de vivienda es la tasa de interés. La tasa de interés para los créditos de vivienda tuvo incrementos nunca antes vistos. Llegó a 18 por ciento, y eso genera dificultades para que las familias paguen su crédito hipotecario. No entender eso y no informar correctamente puede, incluso, provenir de posiciones de la oposición política al Gobierno del presidente Petro. 

Cifras de Vivienda
Histórico del comportamiento de vivienda en Colombia. Crédito: Ministerio de Vivienda. 

CAMBIO: Si bien estamos en una coyuntura de desaceleración y de tasas todavía altas, ¿qué puede hacer el Gobierno para impulsar la recuperación del sector? 

C.V.: La vivienda social es un sector donde la demanda genera la oferta. El problema es que las familias no tienen con qué comprar su vivienda. Los factores que determinan la demanda son el precio de la vivienda, el del suelo y la disponibilidad de crédito y las tasas de interés. Es necesario bajar las tasas y buscar mecanismos para que las familias con menores ingresos tengan acceso al crédito.

Estamos trabajando con el sector financiero. Los subsidios son otra buena manera si llegan a quienes lo necesitan. Darle subsidio al que no lo necesita, no tiene ningún impacto en ampliar la demanda de vivienda y por eso el programa Mi Casa Ya tuvo ajustes importantes y eficaces para llegar a las familias que más lo necesitan. 

CAMBIO: ¿Cuántos subsidios se han entregado este año y en relación con años anteriores? 

C.V.: Mi Casa Ya comenzó en 2015 y es un buen programa porque el subsidio se entrega cuando la vivienda está construida. Cuando inició este Gobierno nos encontramos que, por la pandemia, en 2021, se habían asignado 67.000 subsidios, una cifra nunca antes vista, históricamente se entregaban 30.000 subsidios al año. Prácticamente se duplicó y se usaron esos subsidios como motor de reactivación. Esto tuvo unas consecuencias. Quedó la idea de que teníamos subsidios infinitos, pero no basta el subsidio de la cuota inicial si las familias no tienen cómo pagar la cuota hipotecaria. 

Lo otro son las capacidades fiscales del Estado. Tan solo este año estamos ante un recorte presupuestal y es imposible sostener un ritmo de 60.000 o 70.000 subsidios al año. 

En 2022 se habían asignado 44.000 subsidios de esa vigencia y 23.000 subsidios de 2023 por adelantado. En las narrativas del momento se decía que ahí se acabó con el programa, pero eso falta a la verdad. Los recursos se comprometieron por adelantado. Por eso este Gobierno gestionó 1,2 billones de pesos para otros 52.000 subsidios, de manera que en 2023 se lograron 75.000. 

En el Plan de Desarrollo se aseguró un número de subsidios de 50.000 por año hasta 2026. Actualmente estamos haciendo asignaciones semanales y este año llevamos 25.247 subsidios asignados por un valor de 800.000 millones de pesos.  

CAMBIO: Con la situación actual, ¿están garantizados esos 50.000 subsidios anuales? 

C.V.: Este año el Ministerio de Vivienda tuvo que hacer un recorte de casi 700.000 millones de pesos, pero hicimos el esfuerzo de mantener los subsidios y en 2024 están garantizados los recursos. Cada año se hace un presupuesto, entonces esperamos que sí. Esa es la intención del Gobierno. 

CAMBIO: Este Gobierno cambió el esquema de asignación de Mi Casa Ya e incluyó como requisito el Sisbén, lo que generó críticas por demoras en la asignación. ¿Por qué se hizo ese cambio? 

C.V.: Se hizo una evaluación de impacto de Mi Casa Ya que encontró que existen colados en el programa y que la focalización es necesaria para llegar a quien más lo necesita. En febrero de 2023 empezamos a focalizar, y entre abril y mayo estaba funcionando, pero la plata de la adición presupuestal llegó al ministerio en agosto de ese año. Desde ese momento hemos estado haciendo asignaciones.

Hay tres ajustes en el programa que tienen un impacto positivo: la aplicación de la encuesta Sisbén, las asignaciones semanales que permiten una mejor distribución entre todas las constructoras y no solo las grandes, lo que les permite generar un flujo de caja. Y el tercer ajuste es un avalúo del avance de obra del 70 por ciento, un requisito que no se estaba aplicando, pues los recursos se estaban asignando antes de tiempo. Eso hace más transparente el proceso. 

CAMBIO:  Este año, a mayo, se habían vendido alrededor de 53.000 viviendas, el año pasado fueron 62.000, pero en 2022 cuando se dio el repunte se vendieron alrededor de 113.000. ¿Un promedio de 50.000 viviendas es un buen dato si se mira el histórico del mercado?

C.V.: En Colombia hay un déficit cuantitativo de 1,2 millones de viviendas, entre VIS y no VIS. Si se miran las cifras de producción de vivienda, pues por supuesto quisiéramos que se construyeran para resolver ese déficit, pero hay que trabajar en la demanda, que más familias tengan capacidad de adquirir su vivienda

Las ventas son transacciones. En esta industria las constructoras abren a ventas, cuando se llega al punto de equilibrio comienza la obra y las ventas son transacciones. Las iniciaciones, por el contrario, son obras físicas. Pero luego de la crisis cuando se le anunció al sector, a los compradores, bancos y constructores que había subsidios infinitos, se dispararon las ventas, pero eso no eran necesariamente iniciaciones. Si se mira la tendencia, las ventas tuvieron una burbuja y las iniciaciones se mantienen. Las menores ventas de estos tiempos son las mayores ventas de años anteriores, y si se promedia, ahí están los números. 

CAMBIO: ¿Estuvimos en una burbuja hipotecaria entonces? 

C.V.: El término burbuja genera comezón. Prefiero precisar qué se usaron los subsidios como instrumento de reactivación, se mandó una señal al sector de que había subsidios infinitos y eso generó unas ventas por encima de las capacidades de la demanda y por encima de la disponibilidad de crédito. Entonces se vendió por anticipado lo de los años siguientes. 

CAMBIO: Usted ha planteado que el problema está en la tasa de interés. El Banco de la República comenzó a recortar tasas en diciembre y algunos bancos comerciales ya están bajando sus tasas en los créditos de vivienda. ¿Qué está haciendo el Gobierno con los bancos para impulsar el sector vía crédito? 

C.V.: Con los bancos conversamos permanentemente y son aliados del Gobierno nacional y del sector de vivienda. Está muy bien que bajen las tasas, pero el siguiente paso es flexibilizar los requisitos de crédito.

Luego de la pandemia la banca, en materia de vivienda, empezó a hacer más fuertes las exigencias para crédito y que eso debe seguirse liberando. Es una conversación que hemos estado teniendo en estos días y, por supuesto, es de su autonomía, pero también es del contexto macro. En un sector como este es importante generar confianza y los compradores deben saber que están bajando las tasas, que hay disponibilidad de proyectos, que hay disponibilidades de subsidios y que desde el Gobierno vemos estabilidad. 

CAMBIO: Con esas proyecciones, ¿Cuándo podría verse el repunte en las cifras de vivienda? 

C.V.: Estamos viendo mejoras en las iniciaciones y ahí está el punto importante. Esperamos que sea lo antes posible. Eso depende de la tasa y de los requisitos de la banca para los consumidores financieros y de los subsidios que están disponibles. No nos ha faltado ni un solo subsidio desde que los recursos de adición presupuestal entraron al ministerio. 

CAMBIO: Cambiando un poco de tema, a dos años de Gobierno, ¿cómo va todo lo que es agua y saneamiento?

C.V.: Hay que comprender cuál es el ciclo de los proyectos de infraestructura. Hacer un acueducto no es en un abrir y cerrar de ojos, sino que toma tiempo. Se necesita rigor para diseñar y formular los proyectos, se necesita transparencia para la contratación y eficiencia para la ejecución. 

Cuando llegamos al ministerio encontramos 179 proyectos en ejecución, algunos incluso desde el año 2009, que eso es más de diez años. A esta fecha, de esos 179 proyectos terminamos 50 y liquidamos cuatro que no tenían posibilidad de salir adelante. Y también hemos iniciado 163 proyectos nuevos que están en marcha y ya entregamos dos de esos. Aumentamos el ritmo, y hemos fortalecido la capacidad técnica para disminuir los tiempos.

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