
El presidente Gustavo Petro ha pedido en varias ocasiones que el Banco de la República baje la tasa de interés.
Crédito: Presidencia de Colombia
¿Qué tanto asustan al mercado los trinos de Petro sobre economía?
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Desde que llegó a la Casa de Nariño, el presidente Petro ha mandado mensajes sobre el petróleo, las tasas de interés, el control al mercado de capitales y hasta la regla fiscal. Ninguno de ellos les ha sentado bien a los mercados. Sin embargo, los expertos reconocen que el "efecto Petro" se ha ido disipando. ¿Eso es bueno o malo?

El presidente Gustavo Petro se caracteriza por ser activo en sus redes sociales. Su cuenta de X (antes Twitter) tiene más de 7,1 millones de seguidores, y a través de ella anuncia políticas oficiales, toma decisiones y expresa sus opiniones políticas y personales. Su perfil en la plataforma, incluso, lo describe como “influenciador en redes sociales”.
Cada vez que trina o da un discurso, Petro no solo llama la atención de sus seguidores, sino de los empresarios, inversionistas, las agencias calificadoras de riesgo y otros actores del mercado que están atentos a los cambios que pueda vivir el país, sobre todo en materia económica.
En el último año, Petro ha movido los mercados por varios temas: su idea de suprimir los nuevos contratos petroleros; su petición para que el Banco de la República baje tasas; las amenazas de gravar los “capitales golondrinas’, llamados así porque entran a los países, buscan rentabilidades a corto plazo y se van.
Esta semana, captó la atención con su llamado a suprimir la regla fiscal y con su idea de recortar el presupuesto de las ramas del poder público, luego de decisión de la Corte Constitucional de tumbar la prohibición de deducibilidad de las regalías del impuesto de renta.
Aunque cada iniciativa suya genera una reacción real en los mercados, algunos expertos reconocen que el llamado 'efecto Petro' podría estarse diluyendo.
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El 'efecto Petro' en el dólar
La llegada de Petro a la presidencia estuvo marcada con movimientos del dólar desde el momento en que quedó electo. La divisa, que estaba alrededor de los 3.900 pesos, comenzó a trepar, pero luego pareció estabilizarse, y hasta descender.
Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia en Alianza Valores - Alianza Fiduciaria, asegura que al principio las reacciones de los inversionistas fueron mucho más fuertes, especialmente cuando “se comenzaron a mandar un montón de mensajes sobre esos cambios que quería hacer el Gobierno y se conocían por la vía de los trinos”, por el lado de Petro, pero también de Irene Vélez, su ministra de Minas.
“El dólar se moderó bastante. En un momento llegó a 4.700 pesos, pero después bajó a 4.200, el mercado reaccionó y después se comenzó a calmar nuevamente esperando mensajes más moderados; pero cuando llegó el trino sobre el mercado de capitales, el dólar viajó de 4.200 a 5.100 casi inmediatamente. Ese trino fue otra dimensión, algo que nadie tenía en la cabeza”, dice el experto.
El experto reconoce que en su momento el exministro José Antonio Ocampo mandaba algunos mensajes para calmar al mercado. Pero el impacto no solo tocó el dólar sino también otros activos y la percepción de riesgo del país. Aunque Colombia tiene una calificación de BB+ ante las calificadoras (Fitch y S&P), los inversionistas comenzaron a negociar los títulos del país como si fueran BB-, dos grados por debajo.
Pero después de toda tormenta, vino la calma. Con el paso de las semanas y la falta de implementación de esos mensajes, el mercado se calmó poco a poco. “Se vio que no era tan fácil implementar estas cosas y que el presidente decía una cosa y al otro día no volvía a nombrarla. Eso comenzó a generar un adormecimiento de los mercados frente a los mensajes de Petro, una especie de normalización tanto de los mensajes de Twitter como de eventos importantes”, asegura Campos.
Así, el mercado comenzó a generar una nueva relación con los eventos del Gobierno: la salida de José Antonio Ocampo, por ejemplo, disparó cerca de 150 pesos el dólar en abril, pero luego la divisa retomó su curso; la salida de Felipe Bayón de Ecopetrol; los mensajes que dejó Petro en la cumbre de Davos; entre otros eventos, generaron ruido, pero no trascendieron.
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La credibilidad de los inversionistas en Colombia
Las cifras de inversión extranjera directa (IED) del último año, por ejemplo, siguen reflejando un balance positivo. Todos los meses de este año, a excepción de octubre, la inversión extranjera directa ha crecido en comparación con el mismo mes del año anterior. En los primeros 10 meses de 2022 la IED sumó 9.438 millones de dólares, y en el periodo de este año la cifra asciende a 11.247 millones de dólares.
Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de la comisionista Acciones & Valores, explica que en los mercados es tradicional que el primer choque de cualquier noticia genere alarmas, y luego ,cuando un suceso se vuelve más frecuente, “no pasa nada”. Ejemplo de ello son también la invasión rusa a Ucrania, o el conflicto reciente entre Israel y Gaza, que en su momento dispararon el precio del petróleo pero luego el efecto se disipó.
Un indicador que sirve para analizar qué tan riesgoso se percibe un país son los CDS, o credit default swaps, instrumentos de protección que adquieren los inversionistas al tomar un bono, y que sirven como una especie de prima de riesgo para los países.
Tovar menciona cómo al inicio de este Gobierno los CDS “exageraron en Colombia, porque nunca antes se había tenido un gobierno de izquierda, pero en 2023 se han reconciliado los mercados con esa percepción de riesgo”.
Lo normal en un CDS a cinco años para Colombia, dice Tovar, es que esa valoración para el país se ubique cerca de 80 puntos básicos (pbs), pero después de la posesión de Petro y a finales del año pasado llegaron a estar en 400 pbs. “Hoy aún hay una percepción de riesgo, los CDS a cinco años están cerca de 200 pbs”, reconoce el experto.
Tovar también señala que las tasas de interés de Colombia siguen siendo atractivas para un inversionista internacional, y por ello también los bonos del país se han comercializado favorablemente.
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Sin embargo, en el caso del “mundo Petro”, reconoce, hay unos temores en el mercado que son diferentes a la política tradicional que ha visto Colombia. El experto explica que los mercados financieros se regulan y comportan de acuerdo con “la ortodoxia de cómo se debe manejar la economía”: si sube la inflación, se suben las tasas, y si hay recesión, se aprieta el cinturón y eventualmente las tasas bajan.
“Siempre los presidentes piden que se bajen las tasas, y dada la independencia del Banco de la República, no se suele hacer. Sin embargo, estamos frente a un Presidente que se montó desde la democracia, pero en su lógica a veces pareciera que no cuenta con el Congreso o las instituciones, sino que busca solo que el pueblo lo legitime, como cuando Petro sale a decir que se va a quitar la regla fiscal, que es una ley, y la forma eventual de quitarla es vía Congreso”, dice Tovar.
El analista financiero admite que los mercados están ahora pendientes de los eventuales pronunciamientos que puedan emitir las calificadoras, que desde que inició el Gobierno han reconocido como favorable el respaldo de Hacienda a la regla fiscal y el compromiso con reducir el nivel de deuda.
“Si llegase a aparecer un proyecto de ley donde ese discurso se haga realidad, cambiarían las cosas, porque cuando se están medio armonizando cosas, sale el Presidente, dice cosas y genera un caos. Sí hay un nivel de preocupación, no estamos reaccionando, pero sí vigilantes”, admite.
El comisionista de bolsa menciona que esta semana, por ejemplo, el dato del PIB del tercer trimestre, que cayó 0,3 por ciento, contra los pronósticos del mercado, mostró otras señales: “El mercado está viendo que el discurso de Petro genera dudas y ruido y eso lo ve el empresario. El país necesita incertidumbre”, dice.
Dentro del PIB, la formación bruta de capital, es decir, la inversión en bienes y servicios de la economía, explicó en buena medida el resultado, pues cayó 33,5 por ciento en el trimestre, en comparación con 2022.
Esto podría afectar la percepción que los inversionistas internacionales tienen sobre la economía del país. Y allí aparece nuevamente la importancia de que el Gobierno genere tranquilidad en el sector privado y los empresarios.
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“Cualquier declaración de un jefe de Estado tiene implicaciones no solo internas sino de orden internacional, dado que siempre entran en conflicto diferentes tipos de intereses políticos, económicos y sociales. Por lo tanto, las declaraciones del presidente Petro tienen efecto e impacto en la percepción de los grupos de inversión y, por supuesto, en el mercado”, asegura Álvaro Humberto Ojeda, vicepresidente global de Negocios para la banca de inversión Values AAA.
Para Ojeda, algunos mensajes de Petro pueden influir en la estabilidad económica y el comportamiento de la tasa de cambio. “En general, los mensajes de nuestro jefe de Estado pueden aumentar la incertidumbre y el riesgo percibido por los grupos interesados en invertir en nuestra nación, afectando la salud financiera del país y nuestro crecimiento”, reconoce.
El presidente Petro, seguramente, seguirá trinando sobre economía; y cada vez que escriba en X o dé un discurso, los diferentes actores del mercado seguirán atentos a esas señales, con la expectativa permanente de saber si todos esos mensajes se mantienen como ruido de fondo o si realmente se materializan. Ese, al parecer, es el estilo Petro, al que tocará habituarse más de lo que quisieran.
