¿Por qué es inconveniente el umbral de cotización de cuatro salarios mínimos que propone Gustavo Petro?

Crédito: Colprensa

25 Abril 2024

¿Por qué es inconveniente el umbral de cotización de cuatro salarios mínimos que propone Gustavo Petro?

A pesar de que el Senado bajó a 2,3 salarios mínimos el umbral de cotización que define qué aportes van a Colpensiones y cuáles a los fondos privados, el presidente Petro dice que pedirá que lo suban a cuatro salarios. ¿Qué dicen los expertos?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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La reforma pensional del Gobierno logró la luz verde del Senado luego de varias semanas de discusiones y uno de los puntos más debatidos fue el umbral del pilar contributivo. El umbral es el tope que define hasta qué nivel o monto irán las cotizaciones de los colombianos a Colpensiones, mientras que los aportes por encima de ese umbral se irán a los fondos privados. 

La reforma logró pasar en la plenaria del Senado, justamente, luego de que los congresistas se pusieron de acuerdo y bajaron ese umbral de tres salarios, como proponía el proyecto del Gobierno, a 2,3 salarios. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro aseguró, en una alocución de apenas diez minutos en la que explicó el contenido de la reforma, que buscará que la Cámara de Representantes vuelva a subir este umbral, pero en este caso a cuatro salarios, un nivel que el mandatario sugirió desde su campaña y que fue altamente criticado.

“El tercer pilar (de la reforma) es para quienes cotizan entre uno y hasta 2,3 salarios mínimos mensuales que estarán en Colpensiones, yo pienso ponerlo hasta cuatro salarios mínimos, si la Cámara me acompaña”, dijo Petro. 

¿Cuál es el problema con ese umbral? 

En Colombia los salarios de la mayoría de la población son bajos. Según cifras del Dane, hay cerca de 2,24 millones de trabajadores que ganan un salario mínimo y 10,3 millones de ocupados ganan menos de un mínimo. Es decir, alrededor de 56 por ciento de los trabajadores ganan un salario mínimo o menos. Por el contrario, son muy pocos los trabajadores que ganan más de cuatro salarios mínimos, y solo hay 1,07 millones de trabajadores que devengan más de cuatro salarios. 

De este modo, a medida que se suba el umbral de cotización del tercer pilar de la pensional, será mayor el número de cotizaciones que queden en Colpensiones y menor el que irá a los fondos privados. 

Óscar Becerra, profesor de economía de la Universidad de los Andes, asegura que un umbral muy alto es inconveniente. Según el académico, la propuesta de la reforma pensional tiene cosas buenas, como la mayor protección para los adultos mayores en condición de vulnerabilidad y la eliminación de la competencia entre Colpensiones y las administradoras de fondos de pensiones (AFP).

“Pero, en el interior del proyecto de ley, un umbral alto genera un sistema más desigual y menos sostenible, porque termina otorgando más subsidios a las personas menos vulnerables y esos subsidios las van a terminar cargando las generaciones futuras a través de más impuestos”, aseguró Becerra. 

Todas las pensiones que paga Colpensiones tienen un porcentaje subsidiado. Por eso, varios expertos, así como Becerra, han alertado sobre el impacto de que el grueso de las cotizaciones pasa a este sistema. 

“El umbral de cuatro, si esa fuera la dirección de la discusión, nos dejaría en el peor mundo. Queda claro que es una estatización de las pensiones como lo conocemos, o si queremos llamarlo en un lenguaje más conocido para los colombianos, es volver al Instituto de Seguridad Social”, aseguró José Ignacio López, presidente del centro de estudios económicos Anif. 

Anif emitió un comentario en el que asegura que, incluso, el umbral de 2,3 salarios agudiza el problema de regresividad del sistema actual, ya que trasladaría al régimen de prima media a todos aquellos cuyos ingresos sean inferiores a este valor, un grupo que representa cerca del 80 por ciento de la población.

Según Anif, si bien el nuevo umbral establecido en 2,3 salarios mínimos implica un ahorro en el pasivo del sistema pensional de 14,6 puntos porcentuales en comparación al umbral de tres salarios mínimos, “el régimen de transición aprobado aumenta significativamente el pasivo del sistema. Con lo anterior, la ganancia de contar con un menor umbral es contrarrestada por una ventana de transición más generosa”, indicó el reporte. 

El régimen de transición que se aprobó en el Senado pasó de 1.000 semanas a 900 en el caso de los hombres y 750 para mujeres, lo que implica que las personas necesitan menos semanas para poder quedarse en el sistema actual, lo que sigue representando cargas financieras para el sistema. “En el Senado, lo que se hizo con la mano se borró con el codo en términos de sostenibilidad del sistema”, aseguró López. 

El pasivo pensional es el compromiso que tiene el Estado a futuro para garantizar el pago de las pensiones con recursos públicos pues las cotizaciones no alcanzan a cubrir esas pensiones. Según Anif, como está el proyecto, el pasivo pensional llegaría a representar 179,3 por ciento del PIB. Por eso la entidad sigue reiterando en la importancia de disminuir el umbral a 1,0 salario mínimo. 

Fedesarrollo, otro tanque de pensamiento en temas económicos, también considera que incluso un umbral de 2,3 salarios sigue siendo muy alto. “Insistimos en la necesidad de reducir aún más el umbral del componente público, que en el Senado quedó en 2,3 salarios mínimos, a 1,5 salarios mínimos”, aseguró Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo. 

Según Mejía, esto permitiría mejorar la sostenibilidad fiscal de la reforma, especialmente en un contexto de transición demográfica acelerada que hace que los sistemas de reparto, como el de Colpensiones, sean cada vez menos sostenibles. 

Mejía aseguró, en un comentario publicado en sus redes sociales, que también resulta crucial examinar el costo fiscal de tratamientos diferenciales para mujeres y grupos étnicos que se incluyeron en el Senado. “En el balance general consideramos que la reforma es positiva, aunque está sujeta a mejoras”, dijo Mejía, quien aseguró que a futuro será necesario contemplar reformas paramétricas –es decir, tocar la edad de pensión, las semanas o el monto de cotización– en el componente público para que el sistema sea sostenible a mediano y largo plazo. 

Sin embargo, la discusión del umbral no es blanco o negro. “Un umbral alto es inconveniente desde el punto de vista fiscal porque se sigue dirigiendo el esfuerzo y los subsidios hacia salarios más altos, pero desde la realidad de las familias en la medida que el umbral es más bajito las pensiones también son más bajas”, explicó Marcelo Duque, director de la firma ‘Cómo me pensiono’.

Duque explica que, entre más alto sea el umbral, más tiene que gastar el Estado, por medio de Colpensiones, en subsidios. “Hoy como no hay un umbral la concentración de los subsidios se va a los más altos ingresos”, explica Duque.  El experto reconoce que lo que sugirió el presidente Petro de subir más el umbral puede apuntar a buscar que las pensiones no sean tan bajas, pero también reconoce que puede ser un inconveniente en el debate político, pues el Senado ya aprobó recortar ese tope. 

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