Menos semanas de cotización no solucionan la brecha pensional de las mujeres

Según el Dane, el 55,1 por ciento de las personas de más de 60 años en Colombia son mujeres.

Crédito: Colprensa

3 Marzo 2024

Menos semanas de cotización no solucionan la brecha pensional de las mujeres

La decisión de la Corte Constitucional de bajar a 1.000 semanas el requerimiento de pensión para las mujeres avanza en el acceso de ellas a una mesada para la vejez. Sin embargo, la determinación sobre los fondos privados puede impactar el monto de las pensiones y golpear financieramente al sistema.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Las mujeres en Colombia podrán pensionarse con 1.000 semanas de cotización, poco más de 19 años, según una nueva decisión de la Corte Constitucional, que extiende a los fondos privados la reducción en las semanas de cotización que requieren las mujeres, tal y como se definió el año pasado para las cotizantes de Colpensiones. 

A simple vista, esta decisión facilita que las mujeres se pensionen pues flexibiliza los requisitos para acceder a una mesada durante su vejez, pero la decisión podría tener otras implicaciones sobre el valor de esas pensiones y la situación fiscal del sistema, según varios expertos. 

Cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) muestran que en Colombia hay unas 7,1 millones de personas de 60 años y más: alrededor del 14 por ciento de la población. De estos, el 44,9 por ciento son hombres (3,18 millones) y el 55,1 por ciento son mujeres (3,9 millones). 

Sin embargo, es menor la proporción de las mujeres en relación con los hombres a la hora de aportar a pensiones. De 6,7 millones de afiliados que tiene Colpensiones, el 46,8 ciento son mujeres; y de 19,03 millones de afiliados que hay en los cuatro fondos privados (Porvenir, Skandia, Colfondos y Protección), el 44,7 por ciento son mujeres. 

Es decir, la mayoría de adultos mayores en el país son mujeres, pero son las que menos aportan para alcanzar una pensión, algo que también reflejan los indicadores de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (Ugpp), según los cuales, en diciembre de 2023, de 13 millones de cotizantes que tenía el sistema, 7,1 millones eran hombres y 5,9 millones mujeres. 

Pero cotizar no implica que la persona llegue a pensionarse. En Colombia solo se pensiona uno de cada cinco adultos mayores, el 20 por ciento. En el caso de la población femenina, sin embargo,  el indicador es más crítico. Solo llega al 10 por ciento. En otras palabras, nueve de cada diez mujeres colombianas no llegan a pensionarse. 

Una investigación de la economista Andrea López Rodríguez, docente de la Universidad de los Andes, titulada “Evaluación de políticas pensionales para reducir la brecha de género en la etapa de retiro en Colombia”, señala que -con datos de prepandemia- bajo las condiciones actuales del sistema, 4,18 por ciento de las mujeres del área rural y 15,12 por ciento de las mujeres del área urbana podrían pensionarse. Para el caso de los hombres, estas cifras son 9,07 por ciento y 26,56 por ciento, respectivamente.

“Debido a diferencias en participación laboral femenina y en la dedicación a labores del hogar o a actividades no remuneradas, la mayoría de las mujeres no logran acceder a un ingreso pensional, a un seguro de vejez o no logran ahorrar los suficientes recursos para su supervivencia en la etapa de retiro”, indica el ensayo académico. La investigación alerta que las mujeres en Colombia no solo tienen una menor probabilidad de cotizar y pensionarse, sino que su expectativa de vida es mucho más alta que la de los hombres.

¿La decisión de la Corte resuelve el problema? 

En junio de 2023 la sala plena de la Corte Constitucional resolvió una demanda con la que redujo de 1.300 a 1.000 las semanas necesarias de cotización para las mujeres en el régimen de prima media, es decir, el que maneja Colpensiones. Según la sentencia, las mujeres están en una situación jurídica de discriminación indirecta, porque se les exige cotizar 1.300 semanas antes de los 57 años. Los hombres tienen cinco años más para cumplir con los tiempos requeridos, ya que se pensionan a los 62 años. 

Pero las mujeres, reconoce la Corte, enfrentan barreras y dificultades para acceder y mantenerse en el mercado laboral y asumen en mayor medida obligaciones del cuidado del hogar y de los hijos. Por ello dejan de trabajar por temporadas y no siguen cotizando. Por ello la Corte bajó el número de semanas para las mujeres. 

Esta semana el alto tribunal emitió una nueva decisión que equipara las condiciones en el régimen de ahorro individual con solidaridad (Rais), el de los fondos privados, en los que hoy se necesitan 1.150 semanas de cotización para pensionarse. 

La Corte le dio plazo al Congreso hasta el 31 de diciembre de 2025 para regular este tema. De lo contrario, a partir del 2026 comenzará una reducción paulatina en las semanas necesarias. Desde 2026 la disminución será de a 15 semanas en el régimen privado; en Colpensiones, el primer año la disminución será de 50 semanas a 1.250, y en adelante se reducirá de a 25 semanas por año la exigencia en la cotización. 

El sistema pensional colombiano tiene varias falencias de cobertura y financieras. Por eso, hoy se discute una reforma. El Gobierno y el Ministerio de Hacienda tendrán la tarea de calcular el impacto económico de esta decisión. 

Juliana Morad, directora del observatorio laboral de la Universidad Javeriana, asegura que  esta sentencia “le hace más fácil la vida a las mujeres”, pues uno de los problemas en el régimen actual, antes de que se abriera la posibilidad de disminuir las semanas, es “el menor tiempo para alcanzar el mismo número de semanas que los hombres”, situación que, según las experta, pone a las mujeres en desventaja. 

“Si a eso le sumamos la realidad del mercado laboral, en que las mujeres tenemos menos tiempo en el mercado laboral formal por el rol de cuidado que ejercemos en los hogares, y si se tiene en cuenta que los sistemas de pensiones dependen enteramente de las contribuciones que están atadas a tener un trabajo estable durante una buena parte de tiempo, las mujeres estamos en desventaja, y por eso no nos pensionamos tanto o no se alcanzan como se esperan las pensiones de vejez", dice la investigadora.

Morad considera, sin embargo, que esta decisión “presenta retos de sostenibilidad” relacionados con el Fondo de Garantía de Pensión Mínima. Este es un fondo que se creó con la reforma pensional de los años 90, la Ley 100 de 1993, que se constituye con aportes que hacen todos los afiliados del Rais. El objetivo de este fondo es completar los recursos necesarios para financiar las pensiones de aquellas personas cuyo capital no es suficiente para financiar una pensión de un salario mínimo mensual vigente. 

La experta señala que el cambio a 1.000 semanas de cotización puede afectar esos recursos. “Estos impactos los está considerando la Corte, y por eso le deja al Congreso el tiempo suficiente para que tenga en cuenta este y otros impactos potenciales, para regular cómo operaría la disminución paulatina de las semanas exigidas a las mujeres”, indica Morad, que resalta como positiva la determinación de diferir los efectos de esa decisión. 

La académica asegura que, en la práctica, la decisión de la Corte es efectiva y se tiene que cumplir, pero el reto es financiero. “Si supone un reto financiero muy alto, seguramente tendremos un Congreso muy activo con este tema, especialmente porque estamos discutiendo una serie de reformas, entre ellas la pensional”, dice. 

Alexander Ríos, analista económico y CEO de la firma de inversiones y educación financiera Inverxia, reconoce que esta decisión puede tener impactos positivos en el acceso de las mujeres al derecho pensional y en términos de protección para la vejez. Sin embargo, dice el experto, la decisión también “tiene matices financieros delicados, pues no solventa los faltantes de cotización apenas lógicos si se consideran las diferencias salariales y de acceso al mercado laboral formal de las mujeres”. 

El experto explica que en el Rais hay un principio básico de ahorro sujeto a la cotización que se deriva, ya sea del salario -que viene de un empleo formal- o de las cotizaciones realizadas individualmente por ejercicio de una profesión liberal o, incluso, informal. “No es un misterio las rigideces a las que se enfrentan las mujeres en el mercado laboral que, entre otras, implican salarios significativamente más bajos que los hombres y una menor capacidad de ahorro obligatorio sujeto a su salario base de liquidación”, comenta Ríos. Eso se traduce, explica, en una menor mesada pensional. 

El analista aclara que la resolución “tiene impactos positivos en el cumplimiento del derecho”, pero implica, asimismo, un menor tiempo de cotización “casi que resignando a las mujeres a una pensión de salario mínimo con el agravante de una carga fiscal para subsidiar parte de dichas pensiones”. Al tener una expectativa de vida mayor que los hombres, el cálculo y la proyección de las pensiones resulta menor en el caso de ellas porque son más longevas, y con 1.000 semanas en lugar de 1.150 ese ahorro individual será menor. 
 
Ríos reitera que estadísticas pensionales en Colombia evidencian que nueve de cada 10 mujeres no se pensionan y que su “densidad de ahorro” es alrededor de 20 por ciento menor al promedio de los hombres por la diferencia en los ingresos y tiempos de cotización. 

Una buena pensión en Colombia es un privilegio de pocos. Hoy se está discutiendo una reforma pensional en el Congreso, y el proyecto del Gobierno se alista para su segundo debate ante la plenaria del Senado. Seguramente la decisión de la Corte será tema de discusión en los próximos debates. 

El problema de las pensiones se concentra en buena medida en el mercado laboral. El 55 por ciento de los trabajadores son informales y no cotizan al sistema de seguridad social, y la mayoría de los trabajadores, 12,5 millones de personas, ganan un salario mínimo o menos. Con esas condiciones, es natural que pocas personas logren pensionarse. Además, de casi dos millones de pensionados que hay en el país, la mitad tienen una pensión de un salario mínimo. 

La situación es más difícil para las mujeres, cuya tasa de desempleo es de 15,9 por ciento, mientras que la de los hombres es de 10,4 por ciento. Es más difícil encontrar trabajo, las cargas de cuidado y labores domésticas son más altas y también lo es su estabilidad laboral. La Corte tomó dos decisiones que buscan equiparar la cancha y que el sistema sea más justo con las mujeres. Pero no todo es color de rosa. Pensionarse con menos semanas no necesariamente resuelve los problemas ni las brechas que enfrentan las mujeres en Colombia. 

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