En Colombia hay menos de 2 millones de adultos mayores con pensión de un total de 7 millones.
Crédito: Colprensa
¿Por qué es tan difícil pensionarse en Colombia?
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En Colombia hay menos de 2 millones de pensionados, aunque la población de más de 60 años supera los 7,1 millones de personas. Además, la mitad de los que sí logran pensionarse lo hace con un salario mínimo. ¿Qué soluciones hay?
En Colombia solo se pensiona uno de cada cinco adultos mayores. El camino para acceder a una pensión es largo. Si está en Colpensiones necesita cotizar 1.300 semanas, alrededor de 26 años, para poder pensionarse. Si está en un fondo privado el mínimo son 1.150 semanas, 22 años, pero necesita ahorrar para lograr una buena pensión, y las condiciones del mercado laboral no ayudan para que la mayoría de trabajadores cumplan estas condiciones.
En Colpensiones hay actualmente 1,6 millones de pensionados. en los fondos privados cerca de 320.000 personas, es decir, en Colombia hay menos de 2 millones de pensionados aunque la población de más de 60 años supera los 7,1 millones de personas.
De ese 20 por ciento de los adultos mayores que sí logran pensionarse, la mitad lo hace con un salario mínimo.
La cobertura en pensiones es baja, y es uno de los problemas que no logró resolver la reforma al sistema que se hizo en 1993 con la Ley 100 y que creó los fondos privados de pensiones. Por eso hoy hay otro proyecto de reforma, el del Gobierno de Gustavo Petro, transitando en el Congreso.
¿Por qué es tan baja la cobertura en pensiones?
Aunque hoy se está hablando de cómo mejorar el funcionamiento de las pensiones, el origen del problema está en el mercado laboral colombiano.
“El sistema pensional en Colombia es como una fiesta en la que cobran el cover más costoso para poder hacer parte. El gran problema es la barrera de entrada, porque para pertenecer al sistema de pensiones obligatoriamente hay que ganar un salario mínimo para poder cotizar, para participar de la fiesta. El lío es que en Colombia la gran mayoría de la población es informal, son trabajadores por cuenta propia o tienen ingresos por debajo del mínimo, y quedan excluidos”, explica Carlos Manuel Uribe, experto en pensiones y fundador de Mi Pensión, empresa de asesoría en pensiones.
En el país hay aproximadamente 22,8 millones de trabajadores. De ellos 2,24 millones devengan un salario mínimo, según cifras del Ministerio del Trabajo y el Dane. Esto es alrededor del 10 por ciento de los trabajadores. El grueso de los trabajadores, 10,3 millones, no llega a recibir siquiera un salario mínimo, lo que quiere decir que trabajan en condiciones informales. Con el salario mínimo como barrera de entrada al sistema de cotizaciones, la consecuencia directa es que la gran mayoría de la población no va a alcanzar una pensión.
Otro problema que enfrentan los trabajadores para pensionarse es la estabilidad en los empleos. Puede que una persona de manera formal devengue un salario mínimo, pero para pensionarse necesita cotizar 26 años al sistema.
“Sin estabilidad en los empleos es casi imposible que las personas logren una densidad de cotizaciones equivalente a 1.300 semanas. Cuando llega a los 62 años le dicen, que a pesar de que estuvo en la fiesta, entró y salió, y por eso no tiene derecho a la hora loca porque apenas alcanzó a cotizar 800 o 1.000 semanas. Le devuelven la plata, pero esos saldos en muchos casos se van en los primeros seis meses o un año”, explica Uribe.
Dado que buena parte de los colombianos no logra cumplir las condiciones de una pensión, muchos optan por devoluciones de saldos. Otra alternativa son los Beneficios Económicos Periódicos (Beps), un programa manejado por Colpensiones para los colombianos que no cuentan con la posibilidad de cotizar para una pensión porque reciben un ingreso inferior al salario mínimo, o que, habiendo cotizado, cumplieron la edad de retiro y no lograron pensionarse.
A finales de 2023, 49.025 personas recibían un ingreso promedio de 322.000 pesos gracias a los Beps, y hoy hay alrededor de casi 2 millones de personas vinculadas al programa con la intención de garantizar una anualidad vitalicia.
Además, hay 1,6 millones de adultos mayores beneficiados con el programa Colombia Mayor, un subsidio de 80.000 pesos mensuales que reciben los adultos mayores desamparados que no cuentan con una pensión o viven en extrema pobreza.
Reforma pensional: ¿el cambio que se necesita?
En el Congreso está avanzando una nueva reforma pensional que busca acabar la competencia entre Colpensiones y los cuatro fondos privados que hay en el país (Colfondos, Skandia, Porvenir y Protección) por medio de un sistema de pilares en que todas las cotizaciones por debajo de tres salarios mínimos irían a Colpensiones y de cuatro salarios mínimos en adelante a los fondos privados.
La reforma ha recibido bastantes críticas por los costos que acarrearía este modelo hacia el futuro, pues, por los rangos salariales, 90 por ciento de los afiliados a los fondos privados pasarían a Colpensiones. Según cálculos del centro de estudios económicos Fedesarrollo, el pasivo pensional -el valor actual de las obligaciones futuras en pensiones- aumentaría en 30,2 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB) del país con la reforma.
Diferentes actores del sistema reconocen la necesidad de una reforma, entre ellos Asofondos, el gremio que agrupa a los fondos de pensiones privados. Y la discusión sobre la mesa es si esta es la reforma que requiere el país.
El proyecto tiene varias críticas, como el umbral de las contribuciones, y la sostenibilidad fiscal en el tiempo en un panorama en que la población envejece cada día más. También hay puntos que se han reconocido como positivos, como el pilar solidario, con el que se busca dar una renta de por lo menos 223.000 pesos para alrededor de 2,5 millones de adultos mayores que no tienen ingresos y están en condiciones de pobreza.
“Reconocemos que el proyecto del gobierno tiene aspectos positivos que habría que mantener, como el pilar solidario, siempre que esa plata salga del presupuesto y no se financie con las cotizaciones de trabajadores formales. Esperamos que el debate sea una buena oportunidad para alcanzar mejoras en el sistema pensional y podamos hacer ajustes para que el ahorro se convierta en el fundamento de esa reforma”, asegura Santiago Montenegro, presidente de Asofondos.
Aunque en los fondos privados hay 19 millones de colombianos afiliados, solo 8 millones son usuarios activos, es decir, que cotizan constantemente, y 11 millones son inactivos. Según Montenegro, esto es producto de las condiciones del mercado y de la informalidad laboral y empresarial y las condiciones son más críticas de lo que revelan las estadísticas oficiales.
“Las cifras de informalidad en el país llegan a casi 60 por ciento de los trabajadores. Cuando se mide el Dane le pregunta a las personas si cotizaron a pensiones el mes anterior, pero si se les preguntara si cotizaron durante los 12 meses anteriores, las respuestas negativas llegan a más del 80 por ciento” sostiene Montenegro.
Por eso los expertos señalan que la solución está no solo en la reforma pensional, sino en la reforma laboral. Ambas continúan su tránsito por el Congreso y seguirán con sus debates: la pensional en su tercer debate en la comisión VII del Senado y la laboral en su primer debate en la Comisión VII de la Cámara de Representantes.
David Cuervo, director de Mercer, empresa de consultoría en pensiones, enfatiza en que el gran problema del sistema pensional de Colombia es la cobertura y que en eso debería centrarse la discusión. “La gente no participa en cobertura de seguridad social. No hemos logrado que un mayor número de personas se afilie, ahorre y mantenga un alto número de cotizaciones al sistema. Podemos tener el mejor sistema, pero nunca vamos a tener pensiones si la gente no tiene el incentivo para ahorrar”, dice el experto.
Según Cuervo, el mercado laboral tiene condiciones que incitan a la informalidad para los trabajadores y para las compañías, y una solución puede ser establecer mecanismos para que la gente esté obligada a estar en el sistema y se motive a estarlo. “Nos han vendido la idea de que la seguridad social tiene que ver con un empleo formal de contrato laboral, y eso es mentira, se puede ahorrar como independiente”, indica Cuervo.
El experto también dice que la reforma pensional solo soluciona las condiciones para aquellos que tienen pensión y que por ello se debe hablar de un sistema de protección a la vejez es algo más ambicioso y amplio que la seguridad social.
“Necesitamos garantizar un ingreso al retiro. Hay propuestas como las hipotecas inversas, en que la persona recibe una mesada a cambio de su vivienda cuando fallezca. No todo puede depender del Estado y la seguridad social. Deben construirse con diferentes escalones, ahorro, seguridad obligatoria y otros esquemas de protección social”, dice el experto.
Uribe, el fundador de Mi Pensión. coincide con Mercer en la necesidad de ampliar la discusión. En su opinión. la reforma pensional va por un lado y la laboral por otro. “Las pensiones deberían calcularse con un promedio de lo cotizado toda la vida, y que las personas se pensionen a los 65 años. Eliminar esa barrera de ingreso que es el salario mínimo y se debe regular bien el trabajo por horas y de media jornada. Con sistemas automatizados que le permitan al empleador no evadir sus responsabilidades en aportes. El mundo cambió y el código sustantivo del trabajo está mandado a recoger”, opina.
Aumentar la cobertura en pensión es una deuda del sistema laboral y pensional con la ciudadanía. Hay varias propuestas sobre la mesa sobre cómo se puede abordar esta problemática, y los proyectos de reforma para el sistema laboral y pensional parecen el espacio propicio para ello. Falta ver qué tanto de esto se tiene en cuenta en el Congreso.