La decisión judicial del año que les va a cambiar la vida a las mujeres

La decisión la tomó la Corte Constitucional.

Crédito: Colprensa.

24 Diciembre 2023

La decisión judicial del año que les va a cambiar la vida a las mujeres

Entre las múltiples decisiones que la justicia colombiana emitió este 2023 hay una que destaca sobre otras por su impacto social: la disminución de las semanas que las mujeres deberán cotizar para poder pensionarse. El fallo, que fija unos plazos para empezar una reducción gradual, exige vencer varios retos para implementarse.

Por: Alejandra Bonilla Mora

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La justicia este año tomó decisiones trascendentales para los colombianos. Por ejemplo, la Corte Constitucional amplió la licencia de maternidad para los hombres trans y las personas no binarias, un hito en el reconocimiento de la diversidad en el país y en contra de la discriminación por motivos de la identidad de género; avaló una lucha de muchos años de las organizaciones sociales sobre el impuesto a las bebidas azucaradas ultraprocesadas en defensa de la salud, y reconoció la desconexión laboral como un derecho humano.

También hizo duros ajustes a iniciativas del Gobierno de Gustavo Petro, al tumbarle el Estado de Emergencia Económica y Social que se había dictado en la Guajira, así como los cambios introducidos sobre las regalías que se pagan por explotar los recursos no renovables. Avaló en términos generales –pero con ajustes– la paz total y la negociación con bandas criminales, y le puso la lupa a temas clave como el desplazamiento forzado que se da por cuenta de las tragedias naturales y a la grave situación de los líderes sociales en el país, que obligó a declarar un Estado de Cosas Inconstitucionales (ECI) y ordenar medidas a corto y mediano plazo para tratar de atajar las violaciones de derechos humanos que aquejan a esta población.

En términos más jurídicos, una de las decisiones históricas que la Corte Constitucional tomó este año fue abrir la puerta para suspender de manera provisional las normas que revisa, algo que no estaba entre sus facultades, y que fue posible al reinterpretar su reglamento para casos en que se evidencie que hay una ley tan manifiestamente inconstitucional, tan groseramente inconstitucional, que sea una obligación suspenderla antes de la revisión de la Corte.

Ahora bien, entre las miles de decisiones tomadas por las Cortes, hay una que destaca sobre otras por el impacto social: la Corte Constitucional redujo de 1.300 a 1.000 las semanas que las mujeres deberán cotizar para pensionarse, una sentencia que hace un reconocimiento de la discriminación que sufren las mujeres para acceder al mercado laboral en comparación con los hombres y al hecho de que, muchas veces, por dedicarse al cuidado del hogar y de los hijos, dejan de trabajar y, por tanto, de cotizar a pensión.

Esa sentencia se dictó en junio, aunque el texto definitivo se conoció hace unas semanas. Con ponencia del magistrado Juan Carlos Cortés, la decisión reconoce que los hombres no enfrentan las mismas barreras de acceso, que ellos representan el 82,6 por ciento de la tasa de participación en la fuerza del trabajo del país y que tienen más posibilidades de llegar efectivamente a la pensión.

En cambio –dice explícitamente la decisión–, las mujeres afrontan barreras no solo para acceder sino para mantenerse en el mercado laboral. Es decir, la situación entre hombres y mujeres es desigual y por ello, exigirles a las mujeres que coticen 1.300 semanas para pensionarse a los 57, cuando los hombres logran hacerlo en cinco años más, hasta los 62, es desigual.

Pero el remedio no era subir la edad pensional para las mujeres, sino reducir las semanas que deben cotizar y eso es así, a pesar de que cotizar las 1.300 semanas era una forma válida, dijo la Corte, para garantizar la sostenibilidad financiera.

“Es altamente improbable que las mujeres logren acreditar la densidad de cotizaciones requerida por la norma al momento del cumplimiento de la edad mínima contemplada en la legislación, e incluso después. (….) Además, esa medida puede reemplazarse por otras que tengan enfoque de género y mantengan la sostenibilidad financiera del sistema”, dice ese fallo.

No hay que pensar en una mujer de estrato medio alto que trabaja actualmente y ha tenido estabilidad laboral. Hay que pensar en una mujer que trabaja, pero no en un empleo formal, que trabaja pero no cotiza para pensión. O una mujer que, por ejemplo, trabaja en una cadena de supermercados por un periodo de tiempo, luego se queda unos meses sin trabajo, luego entra a otra cadena. “Es decir que, del año, no cotizan los 12 meses sino seis o cuatro”, dice Marcelo Duque, de Cómo me Pensiono, una consultoría especializada en pensiones.

“También estamos hablando de mujeres que viven en ciudades que no son principales, y por lo tanto, donde hay menos fuentes de empleo formal. De madres con dos o tres hijos que les ha tocado muy difícil. Es un fallo muy potente socialmente, con el tiempo sí va a generar una mayor cantidad de mujeres pensionadas”, explicó.

La Corte Constitucional dijo que ese paso de las 1.300 a las 1.000 semanas no puede ser inmediato sino gradual y que le corresponde al Congreso, en coordinación con el Gobierno, regular este tema: es decir, definir un régimen que realmente dé condiciones de equidad para el acceso de las mujeres de la pensión, especialmente para aquellas que son cabeza de familia, y que contribuya a cerrar la histórica brecha de género que hay en este país.

Si esto no sucede, lo que va a pasar es lo siguiente: que del 1 de enero de 2026 ya no se tendrán que cotizar 1.300 semanas sino 1.250 en el régimen de prima media. Y, a partir del 1 de enero de 2027, se disminuirá en 25 semanas cada año hasta llegar a las 1.000 semanas. Es decir, que las colombianas empezarán realmente a cotizar solo 1.000 semanas en el año 2036.

Duque dice que es importante en términos de expectativas tener en cuenta que esto es gradual. Pero, por ejemplo, será una ventaja en el corto plazo para aquellas mujeres que para el 2026 o el 2027 tengan la edad para pensión, pero no todas las semanas. “Si están cerquita, podrán acceder a la pensión”, dijo.

Ahora bien, no todo el panorama que genera esta decisión es claro. Daniel Wills, vicepresidente de Asofondos, dijo que hay un interés general de reducir la brecha de género de acceso a pensión y que eso, obvio, se ve con buenos ojos. Pero, según él, también hay que tener en cuenta que el requisito de las semanas para pensionarse “no es un capricho, sino una medida que busca darle sostenibilidad financiera al sistema”.

“Al bajar las semanas, esa sostenibilidad financiera se ve reducida y ahí es donde es tan difícil encontrar ese equilibrio. Hay diferentes fórmulas que se han propuesto y digamos que está en manos del Congreso encontrar el balance”, explicó. Para Wills, se podría encontrar una fórmula más costo-efectiva que la reducción de las semanas, dando un apoyo monetario a las mujeres que cotizaron buena parte de su vida, pero que no van a alcanzar a pensionarse.

El profesor Óscar Barrera, de la Universidad de los Andes, acaba de sacar, junto a Natalia Ramírez, Juana Piñeros, Ana Tribín y Daniela Gonzáles, una investigación sobre la ‘Protección económica en la vejez de las mujeres en Colombia’, que toca precisamente esta problemática. Becerra le dijo a CAMBIO que la sentencia es un reconocimiento de una realidad de desventaja que tienen las mujeres con respecto a los hombres, por lo que, en efecto, hay que buscar mecanismos para garantizar la estabilidad económica de estas en el país.

“Si bien la medida de reducir las semanas logrará aumentar la cobertura, tendrá un alcance limitado, ya que no tantas mujeres logran acumular 1.000 semanas de contribución. Para tener una referencia, en promedio, las mujeres están llegando a los 57 años con alrededor de 530 semanas de contribución”, dijo.

Becerra explicó que, de acuerdo con modelos realizados, en un escenario de reforma pensional que incorpore las medidas adoptadas por la Corte, la ampliación de la cobertura de pensiones pasaría del 20 al 25 por ciento de las mujeres mayores de 60 años. También explicó que la decisión tiene importantes medidas fiscales porque, al tener que cotizar menos semanas, habrá un grupo de personas que logrará pensionarse cotizando menos tiempo y que recibirá pensión por al menos 30 años o más.

“Comparado con un escenario sin reforma, estimamos que incorporar el cambio de semanas en la reforma pensional puede aumentar el costo de la deuda pensional en cerca del 20 por del PIB. Para poner esta cifra en contexto, estimamos que esto es equivalente a fortalecer el sistema semicontributivo en la reforma para garantizar el ingreso en la vejez del 30 por ciento de las mujeres mayores que no alcanzan una pensión” apuntó.

¿Hay alguna otra forma de cerrar la brecha? Becerra dice que Colombia debe buscar formas para que las mujeres tengan un ingreso estable a lo largo de su vida, lo que implica eliminar barreras. Barreras que son reales si se tiene en cuenta que, según el Dane, la tasa de ocupación de los hombres entre agosto y octubre de este año fue del 70,7 por ciento frente a un 46,8 por ciento en el caso de las mujeres. O que los hombres pasan, según esa misma entidad, unas tres horas en las tareas del hogar mientras que en el caso de las mujeres el tiempo en promedio se sube casi a las ocho horas.

Lo claro es que la decisión de la Corte Constitucional les va a cambiar la vida a las mujeres colombianas que no tenían una perspectiva real de alcanzar una pensión. Aun si el Congreso no interviene, la fórmula propuesta por el alto tribunal es la que debe aplicarse. Y las medidas que contemple el Congreso deben considerar los planteamientos de la Corte, por lo que, retroceder en el reconocimiento de derechos ya no es posible.

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