Sistema pensional, la bomba de tiempo que todos están tratando de contener

La población mayor de 60 años supera los 7,1 millones de personas.

Crédito: Colprensa

15 Abril 2024 08:04 am

Sistema pensional, la bomba de tiempo que todos están tratando de contener

Mientras la población colombiana se está envejeciendo, el país debate una reforma pensional que reforzaría el sistema de reparto simple. ¿Qué tanto impacta el cambio demográfico al sistema pensional?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Al proyecto de reforma pensional le quedan menos de 70 días para sobrevivir en el Congreso. En los últimos días, los debates de la iniciativa, que atraviesa su segundo debate en la plenaria del Senado, han sido álgidos y el proyecto se tambalea luego de que el presidente Gustavo Petro perdiera otro de sus bastiones de campaña, la reforma a la salud que se hundió el pasado 3 de abril. 

La meta del Gobierno con este proyecto es modificar todo el sistema pensional en Colombia, que hoy se rige por la Ley 100 de 1993. El modelo actual de pensiones, un sistema mixto en el que compite Colpensiones, la compañía de pensiones del Estado, con los cuatro fondos privados (Porvenir, Protección, Colfondos y Skandia), nació hace 30 años con el objetivo de solventar los problemas financieros del extinto Instituto de Seguros Sociales (ISS) de principios de los 90, y con la idea de aumentar el acceso de los adultos mayores a una pensión. La plata no alcanzaba y pocas personas lograban una pensión. 

El sueño con el que se reformó el sistema no llegó a materializarse a pesar de que se han logrado avances.

Sin embargo, la cobertura del sistema ha venido aumentando. En 2005, por ejemplo, estaba en 17,2 por ciento, y en la actualidad llega a 24,6 por ciento, una tasa que sigue siendo baja y que se traduce en que solo uno de cada cuatro adultos mayores logra pensionarse. 

Hoy hay cerca de 1,9 millones de pensionados en Colombia, 1,6 millones en Colpensiones y cerca de 300.000 en los fondos privados, a pesar de que la población mayor de 60 años supera los 7,1 millones de personas. La protección a la vejez en Colombia es baja y la situación se agrava si se tiene en cuenta que la mitad de esos pensionados reciben una mesada de solo un salario mínimo. 

En materia financiera, el sistema sigue presentando problemas. El gasto en pensiones no solo es grande, sino que sigue aumentando año a año. Dentro del presupuesto general de la nación, el costo de las pensiones estatales - Colpensiones y los regímenes especiales - llegó a 96 billones de pesos en 2023, un incremento de 23 por ciento en comparación con el costo de 2022. 

Y aunque los fondos privados registran ahorros por 406 billones de pesos, de los cuales 50 billones son producto de rentabilidades, el sistema sigue teniendo serias complicaciones de fondo. 

Envejecimiento de la población, el problema que no se puede atajar 

Muchos países están enfrentando un fenómeno de transición demográfica y Colombia no es la excepción. Hay dos fenómenos que confluyen para el envejecimiento de la población: una mayor esperanza de vida de los ciudadanos y una menor proporción de personas en edad de trabajar en relación con el grueso de la población.  

La esperanza de vida en Colombia está en 77 años aproximadamente, pero los cálculos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) apuntan a que en 2051 será de 83 años. Además, según el Dane, los indicadores de fecundidad vienen cayendo, y mientras que en la década de los 60 las mujeres tenían en promedio seis hijos en Colombia, en 2010 la relación era dos hijos por mujer, y para 2022 la estadística era 1,7 hijos. 

Desde 2017, los nacimientos vienen cayendo en Colombia. El año pasado nacieron en el país 510.357 bebés, un 11 por ciento menos que en 2022. El 2023 fue el segundo año consecutivo en que se reportó la reducción anual más alta en los nacimientos en Colombia, lo que refuerza la tendencia en las cifras de natalidad. En la última década, la cifra de nacimientos en Colombia se ha desplomado casi 24 por ciento, pues en 2014 la cifra de nacimientos era de 669.137. 

Esta situación le pone una presión adicional al sistema pensional, pues en el futuro serán menos las personas en edad productiva y más las personas mayores, quienes necesitarán un sistema de protección a la vejez adecuado. 

“Con el envejecimiento de la población los sistemas de reparto no son sostenibles. Lo dicen las cifras. Las familias quieren tener solo un hijo, o no quieren tener hijos, prefieren tener perros o gatos, parece un chiste, pero es la verdad”, aseguró Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, durante el congreso anual del gremio que se celebró entre el 11 y el 12 de abril, en Cartagena. 

El impacto de la transición demográfica

En la actualidad, Colpensiones funciona con un modelo de reparto simple, es decir, las cotizaciones actuales que entran al sistema son las que pagan las pensiones en el presente. En el sistema de ahorro, las contribuciones se destinan para pagar las pensiones de quien ahorra y esos ahorros se invierten para generar rentabilidades. 

En Colombia el sistema que rige a las administradoras de fondo de pensiones es un sistema de ahorro con solidaridad en el que parte de los aportes va a generar ese ahorro personal, y otra parte va a un fondo de solidaridad y de pensión mínima, para compensar a quienes no logran ahorrar lo suficiente. 

“Hay un cambio en la composición de la población. Cada vez hay menos trabajadores activos cotizando para más personas mayores. Esa relación está cayendo y eso está haciendo inviables los sistemas de reparto y los convierte en esquemas piramidales. Estos cambios demográficos hay que tenerlos en cuenta y deben ser un componente esencial en los sistemas de pensiones”, cuestionó Montenegro.  

Según cálculos de Asofondos, en 2020 había cinco trabajadores por cada adulto mayor. Cálculos actuales estiman que en 2050 serán dos trabajadores por cada adulto mayor y a finales de siglo solo habrá uno. Por este fenómeno es que varios países han comenzado a avanzar en sistemas de ahorro, como es el caso de Chile, Alemania, Estados Unidos o Noruega. 

La reforma que propone el Gobierno establece un sistema único de pilares en que todas las cotizaciones por debajo de tres salarios mínimos irían a Colpensiones y de cuatro salarios mínimos en adelante a los fondos privados. El lío y las críticas alrededor de la propuesta están en que, por los niveles de salarios que hay en el país, 90 por ciento de los afiliados a los fondos privados pasarían a Colpensiones.

Fedesarrollo, el centro de estudios económicos, por ejemplo, calcula que con la reforma, el pasivo pensional, que es la valoración actual de esas obligaciones futuras en pensiones, aumentaría en 30,2 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB). 

“En un cambio demográfico tan profundo como el que estamos viviendo, profundizar en los sistemas de reparto me parece peligroso. Es casi imposible de sostener en el largo plazo. Los países que tienen estos modelos se la pasan tratando de marchitarse o es gestándose alrededor de reformas paramétricas, que son las que tocan la edad de retiro, porcentaje de contribución o la tasa de reemplazo, porque son tan difíciles de sostener que la plata no alcanza y toca hacerles remiendos constantemente para que sigan mejorando”, explica César Tamayo, decano de la Escuela de finanzas, economía y gobierno​ de la Universidad Eafit. 

Tamayo sugiere profundizar en los sistemas de ahorro y aclara que no necesariamente debe ser un modelo de ahorro individual como el que se tiene hoy en Colombia. “Hay alternativas de ahorro mutualizado, o generacional, que permiten compartir el nivel de riesgo por generación. En un sistema de ahorro mutualizado, los ahorros de toda una generación se destinan al pago del ahorro de esa generación en el futuro. Hay varias opciones”, dice. 

El académico menciona que, “sin importar el régimen de pensiones, el envejecimiento es una realidad”, y que por eso, incluso, en el sistema de capitalización hay una edad de retiro, lo que ha llevado a que otros países hayan optado por ligar la edad de retiro a la expectativa de vida.

El sistema pensional necesita una reforma. En eso coinciden el Gobierno, los fondos privados, la academia y varios grupos de interés. En las próximas semanas el Congreso tendrá la tarea de sacar adelante, o no, el proyecto de pensiones del Gobierno, reformarlo o hundirlo. Para todos es claro que se necesita cambiar el modelo, la cuestión es cuál es la reforma que necesita el sistema colombiano que pueda perdurar en el tiempo. 
 

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