En el país se están desarrollando 66 proyectos de este tipo de energías, 65 solares y un sistema de almacenamiento de energía con baterías.
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'Tramitomanía' tiene frenados 44 proyectos de energía solar en Colombia
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SER Colombia, el gremio de las energías renovables, asegura que en 2024 podrían entrar en operación 66 proyectos de este tipo, hay 44 con trámites pendientes. La Asociación dice que los permisos y licencias pueden demorar entre tres y seis años, mientras que la construcción de los proyectos tarda nueve meses.
Colombia podría quintuplicar su capacidad de generar energía con proyectos de energía renovables no convencionales, puntualmente en energía solar, pero la tramitología está frenando la ejecución de inversiones millonarias.
La Asociación de Energías Renovables, SER Colombia, presentó un informe con las perspectivas para el sector para 2024. De acuerdo con el gremio, en el país se están desarrollando 66 proyectos de este tipo de energías, 65 solares y un sistema de almacenamiento de energía con baterías, pero los permisos, licencias y papeleos están tardando casi el doble del tiempo de lo que deberían.
Estos proyectos son importantes porque la energía solar puede ser más competitiva en precios, y en la medida en que el sistema pueda tener energéticos más baratos, el precio de la energía en bolsa puede bajar.
¿En qué estado están los proyectos que hay en Colombia?
En 2023 entraron en operación 25 proyectos de energía solar, que aportaron 205 megavatios (MW). El año pasado el aporte de las energías renovables no convencionales a la matriz energética llegó a 505 MV, suficiente para atender a cerca de un millón de personas, equivalente a la población de una ciudad como Bucaramanga.
“Hay 1240 MW próximos a entrar, son 22 proyectos que están en la puerta del horno. Hay 13 proyectos en pruebas técnicas, lo que quiere decir que están generando energía aunque no están en operación comercial, y nueve proyectos en construcción. Esperamos que a finales de este año se entregue toda esa energía”, mencionó Alexandra Hernández, presidente ejecutiva de SER Colombia.
Hoy esta energía aporta el 1 por ciento del total de la energía de Colombia, pero con la entrada de estos 22 proyectos llegará a ser el 9 por ciento, lo que, según el gremio, puede cobijar a una población de 2,5 millones de colombianos.
Los otros 44 proyectos, es decir, dos de cada tres, no han podido arrancar su construcción por trámites, y estos podrían aportar otros 1.800 MW al sistema. “Estos proyectos no están tan a la mano como los otros, pero si le apostamos a la articulación y a desarrollos normativos puede que entren adelante”, aseguró Hernández.
Estos 66 proyectos están ubicados en 15 departamentos y tienen una inversión de 2.200 millones de dólares de 22 empresas nacionales e internacionales. Si llegan a entrar todos en operación el aporte a la matriz energética sería de 3,040 MW, cinco veces más que la energía proveniente de estas fuentes que tenía el país al cierre de 2023.
¿Por qué la demora en el papeleo?
De acuerdo con Hernández, cerca de la mitad de las demoras que se presentan en los proyectos tienen que ver con trámites ambientales, en su mayoría con las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), tanto en licencias ambientales como permisos ambientales específicos en relación con asuntos forestales. La segunda demora tiene que ver con los trámites con los operadores de red, empresas como Afinia y Air-e, y las aprobaciones de los estudios de conexión y la firma de los contratos.
El otro cuello de botella en la tramitología es con la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), por cambios en las fechas de operación. “Cada demora en permisos y trámites termina en un nuevo trámite ante la Upme para cambiar las fechas de puesta en operación. Son entre dos y nueve meses más”, dijo la presidenta del gremio.
Hernández aseguró que hay proyectos que demoran nueve meses en construcción y tres años en trámites, y hay proyectos que están cerca de cumplir seis años en estos procesos. Además, mencionó que hay plazos establecidos por ley en entidades como la Upme y las autoridades ambientales que se están tomando incluso el doble de lo estipulado por las normas.
“Hay algunos trámites que deben simplificarse y aclararse en la regulación. Los permisos no son solo para que los proyectos se puedan poner en marcha, sino que el cierre financiero se da cuando hay permisos y licencias. Estos proyectos se apoyan en los bancos. Somos jugadores nuevos, empresas de pequeña escala, que no tienen el respaldo que tiene una empresa de grandes capitales. Por eso damos tanta lora con el tema de los trámites”, aseguró Hernández.
El gremio identificó ocho procesos normativos puntuales que revisó con su equipo técnico que podrían acelerarse, e hizo un llamado a las diferentes entidades y actores involucrados para agilizar este proceso.
