Colombia, potencia mundial de fajas: el secreto detrás de un negocio que conquistó al mundo

El principal destino de las exportaciones de fajas colombianas es Estados Unidos, seguido por México, Ecuador y Perú.

Crédito: CAMBIO

9 Febrero 2025 03:02 am

Colombia, potencia mundial de fajas: el secreto detrás de un negocio que conquistó al mundo

Colombia es el segundo exportador de fajas a nivel mundial, solo superado por China. Las prendas de control se han convertido en un negocio lucrativo en los últimos años, y las fajas ‘Made in Colombia’ son cada vez más apetecidas internacionalmente, y llegan a países como Bulgaria, Emiratos Árabes o Israel. ¿Qué tienen de especial estas confecciones nacionales que las hacen tan valiosas? Reportaje.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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“Cuando yo ingresé a trabajar en este negocio no usaba faja: para mí no existía este mundo. Pero al ver cómo funcionaban y sus beneficios, se volvieron una necesidad”, cuenta Martha Bustamante, una mujer que, como muchas otras en Colombia y el mundo, todos los días se pone una faja. 

Colombia es reconocido internacionalmente como una potencia textil en el universo de la ropa interior, los vestidos de baño y las prendas de control, como las fajas. En los últimos años se ha roto el tabú detrás de estas prendas de vestir que se esconden, sutilmente, debajo de la ropa, para estilizar la figura o para ayudar a sanar el cuerpo después de una cirugía. 

Las fajas hacen parte de una industria que mueve millones en el mundo, 493 millones de dólares para ser exactos, según estimaciones de The Observatory of Economic Complexity (OEC), entidad internacional que se dedica a medir el comercio en diferentes geografías. La estadounidense Sara Blakely, fundadora de Spanx, alcanzó, a sus 41 años, una fortuna de 1.000 millones de dólares en 2012, y el lucrativo negocio de las prendas de control logró capturar incluso a la famosa influenciadora Kim Kardashian, quien lanzó su marca de fajas, Skims, en 2019. 

Pero en el universo de las fajas, las colombianas son las reinas. Aunque el mayor fabricante a nivel mundial es China, un competidor gigante, Colombia es el segundo exportador de fajas y prendas de control del planeta, seguido por Vietnam, Nicaragua y Honduras. En 2024, según cifras de Procolombia, las exportaciones de este producto le dejaron al país 54 millones de dólares, alrededor de 226.800 millones de pesos. 

Exportaciones de fajas por países
Exportaciones de fajas colombianas por países de destino. Fuente: Procolombia. Crédito imagen: CAMBIO / Elaboración Yamith Mariño.

De Colombia y Antioquia, para el mundo

El principal foco de producción de esta industria está en Antioquia, responsable del 45 por ciento de las exportaciones, pero también se destaca el Valle del Cauca y Bogotá, con 28 y 24 por ciento de participación, respectivamente. Detrás de los miles de contenedores que se envían mes a mes llenos de fajas, giran cientos de negocios colombianos, algunos grandes, otros más pequeños. 

La empresa en la que trabaja Martha Bustamante es una de ellas. Se llama Fajitex. La compañía se dedica a las prendas de control y se fundó en Medellín hace 17 años. Bustamante entró a trabajar ahí hace 16 y hoy es la directora comercial. 

Al mes fabrica cerca de 50.000 unidades entre fajas moldeadoras, cinturilllas —una especie de corsé— shorts ‘levantacola’, ropa íntima y vestidos de baño, con las que atiende el mercado nacional e internacional. La firma emplea a más de 200 personas y exporta a México, Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico y varios países de Europa.

Exportar no ha sido sencillo reconoce Bustamante, pero a nivel internacional la calidad colombiana ya está posicionada, y esa referencia, dice, les ha ayudado a abrir varios mercados, e incluso, a llegar a nuevos públicos. 

Martha Bustamante, directora comercial de Fajitex
Martha Bustamante, directora comercial de Fajitex. Crédito imagen: CAMBIO / Laura Lucía Becerra Elejalde.

“Con nuestros productos buscamos confort, que sean algo que la mujer siempre quiera tener. Pero además hemos ido incursionando en el mercado masculino. Hay muchos hombres que ya usan fajas”, explica la ejecutiva de la empresa. "Nuestras prendas son cómodas para todo el público y también para personas de edad. Usamos diferentes materiales y manejamos tres niveles diferentes de compresión", agrega. 

Fajitex tiene su marca propia posicionada, pero, como muchas compañías que están en el negocio, también fabrica para otras compañías, una práctica que en el universo de los textiles se llama popularmente el ‘paquete completo’. “Hay empresarios que tienen su marca, pero quieren comercializar fajas de muy buena calidad como las nuestras. Nosotros se las producimos, con su logotipo”, revela Bustamente.

Fajas que sanan

Las fajas posquirúrgicas es otro de los grandes segmentos en los que se han especializado los colombianos. Medivaric es una firma enfocada en este producto, así como en medias de compresión para control de venas várice y en una línea materna. Exporta sus medias y fajas a 14 países de manera regular, entre los que se destacan Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Panamá, Ecuador, Perú, Chile y Bulgaria. 

“Nuestras fajas están hechas con una hilatura con nanopartículas de cobre. Es un material que ayuda a la recuperación de pacientes que, por ejemplo, se han sometido a una lipoescultura, una liposucción o una mamoplastia. Es un material antibacteriano y antimicótico que ayuda a cicatrizar”, señala Jairo Cubillos, gerente general de Medivaric.

El negocio de confecciones de Cubillos empezó en 2002 y, por años, se dedicó a fabricar diversas prendas de vestir de control. Pero en 2008 se quebró, porque su principal mercado era Venezuela y, en medio de los problemas políticos entre los dos países, tuvo que replantear su negocio. De modo que en 2011 incorporó las medias de compresión al portafolio y comenzó a especializarse en la línea clínica. Así le dio la vuelta al negocio, salió de deudas, certificó su producto y se ha mantenido durante los últimos años, incluso, como un referente en la comunidad médica. 

Jairo Cubillos, gerente general de Medivaric
Jairo Cubillos, gerente general de Medivaric. Crédito imagen: CAMBIO / Laura Lucía Becerra Elejalde. 

‘Made in Colombia’, una marca que se vende sola

Durante 2024, Colombia exportó 11.260 toneladas de prendas y accesorios de vestir, sin contar calzado, valorados en 447 millones de dólares, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Las exportaciones de fajas representan alrededor del 12 por ciento de las exportaciones de moda del país. 

Inexmoda, entidad dedicada a la promoción de los textiles, confecciones y el sistema moda colombiano, desarrolló recientemente un estudio para identificar cuáles productos del sector tienen diferenciales de precios en el mercado que pueden abrir oportunidades. Las fajas, así como las bragas y los sostenes, los diseños de autor y las prendas de ciclismo, resultaron ser las confecciones con mayor potencial exportador.

“Las fajas tienen precios que pueden superar los 200 dólares por unidad, mientras que las exportaciones promedio de textiles y confecciones colombianos están cercanas a 12 dólares por unidad”, explica Juan Fernando Loaiza, investigador económico y de mercado de Inexmoda. 

Faja
El año pasado, Colombia exportó más de 54 millones de dólares en fajas. Crédito imagen: CAMBIO / Laura Lucía Becerra Elejalde.

Loiza asegura que este es un sector “supremamente relevante” dentro de los textiles colombianos no solo por las cifras, sino porque alrededor de estas confecciones se ha desarrollado toda una industria que, año a año, innova en diseños, tecnologías y materiales. 

“Hoy hablamos de fajas colombianas porque históricamente las empresas y la industria nacional evolucionaron a partir de una habilidad de fabricar ropa interior hacia la creación de un universo de vestuario alrededor de las prendas de control. En principio se asocian con la ropa interior y las fajas posquirúrgicas, pero hoy incluso se combinan con otras prendas de vestuario, y es posible encontrarlas en ropa deportiva, en denim, y en mucho vestuario casual”, dice el experto. 

Así lo ha hecho Proactive Wear, una empresa que nació hace 15 años como una marca de ropa deportiva femenina, pero que hoy también se mueve en el mundo de las fajas. Nataly Quiceno, su gerente y propietaria, reconoce que desde que inició el negocio lo pensó con vocación exportadora. Sus primeras ventas las hizo a 12 países y la compañía nació con la idea de desarrollar productos funcionales como ropa deportiva con tecnología de secado rápido, protección UV y material antibacterial, pero que al mismo tiempo moldeara la figura. 

“Desde el principio pensamos en que la mujer que vaya al gimnasio se sienta cómoda y tranquila, y que la ropa le contraiga el abdomen, le levante la silueta y la haga sentirse bonita. Así empezó la categoría de fajas”, dice la empresaria. Hoy, su negocio emplea a 150 personas y entre ropa deportiva y fajas fabrica 10.000 unidades al mes, de las cuales exporta el 70 por ciento a países como México, Estados Unidos, Ecuador, Bolivia, Israel y Emiratos Árabes. 

Nataly Quiceno
Nataly Quiceno, gerente y propietaria de Proactive Wear. Crédito imagen: CAMBIO / Laura Lucía Becerra Elejalde.

“Las fajas colombianas son muy cotizadas y famosas. Por eso creo que nos ha ido bien. Nos hemos dado cuenta, incluso, que hay maquiladoras en México que le ponen el sello y la bandera colombiana, porque internacionalmente solo por eso quieren comprarla. Nos ‘chivean’ las fajas”, relata Quiceno.

Tecnología e innovación: el secreto exportador de las fajas colombianas

Aunque las fajas chinas dominan el mundo en cantidad, las colombianas realmente han conquistado el negocio por su calidad. El truco detrás de estas prendas está en los desarrollos e innovaciones en diseños y materiales que ha logrado la industria, y Antioquia particularmente se ha convertido en un hub en el que los empresarios de este sector comparten conocimiento y se asocian entre proveedores de insumos y fabricantes para buscar oportunidades de negocio. 

El insumo principal para estas prendas es un material conocido como elastano, licra o spandex, una fibra sintética conocida por su gran elasticidad y resistencia que permite que la ropa se estire sin perder la forma, y luego vuelva a su condición original. Uno de los grandes comercializadores del mundo de esta fibra y su primer fabricante es Lycra y, para esta multinacional, Colombia es uno de los mercados claves en Latinoamérica por su industria de prendas íntimas, trajes de baño y de control. 

Exportaciones de fajas por regiones
Exportaciones de fajas colombianas por regiones. Fuente: Procolombia. Crédito imagen: CAMBIO / Elaboración Yamith Mariño.

Colombia siempre ha sido uno de los mercados principales para textiles en la región y lo ha sido para Lycra por los últimos 30 años. Después de Brasil, es el segundo jugador más importante en América del Sur en el sector”, admite Alexandre Grillo, gerente de Comunicación de la marca para América del Sur. 

Grillo es brasilero y reconoce que una particularidad que ha visto en los análisis de consumo en la región, y que le parece curiosa, es que en países como Brasil o Argentina no hay una preocupación tan marcada por la forma del cuerpo femenino, como sí lo nota en Colombia, Venezuela o Perú. El éxito de las fajas colombianas también puede estar respaldado por un asunto cultural. 

“Cuando se piensa en fajas internacionalmente, se piensa en Colombia. Pero no hay que pensar en las fajas como eran hace 20 o 30 años: hoy hay desarrollos de tecnología que proporcionan nuevas técnicas de control y presión, pero que hacen que las fajas sean menos incómodas”, explica el vocero de Lycra. 

Hace un par de décadas, las fajas se parecían más a un corsé tieso como los que usaron por siglos las mujeres para moldear su cintura y que casi las ahogaban en el proceso. Hoy, la comodidad es uno de los elementos que buscan quienes se fajan.  

Fajas
Hoy, las fajas utilizan tecnologías en sus confecciones que permiten que las prendas sean más cómodas. Crédito imagen: CAMBIO / Laura Lucía Becerra Elejalde.

Así como pasa con los productos de Medivaric, cuya tecnología de fibras de cobre le ha dado un diferencial en el mercado, las empresas del sector buscan innovar e invertir en tecnología. Las prendas de Fajitex se concentran en elementos de color, suavidad y frescura, con acabados de 'frío' para que quien la usa no se acalore. 

Utilizan insumos nacionales y han desarrollado telas inteligentes con principios activos de vitamina E, aloe vera cosmacol emi —una sustancia utilizada en procesos médicos con propiedades altamente humectantes para pieles secas—. “Eso le da un valor agregado al trabajo que hace la faja, que es moldear, pero además le ayuda a la piel”, destaca Bustamante. 

Así mismo, Proactive Wear está trabajando en un nuevo desarrollo: una faja fusionada y sin costuras, y termofijada a través de biopolímeros. “Es espectacular, porque moldea el cuerpo con solo una costura. Con ese producto sueño poder llegar a grandes marcas de Estados Unidos, porque es diferenciado”, reconoce Quiceno. 

No obstante, la industria colombiana de textiles y confecciones hoy tiene grandes retos que afrontar: el fast fashion, la moda sostenible, los precios e incluso el contrabando. Pero en ese negocio, las fajas colombianas se pueden convertir en una mina de oro si se siguen explotando con calidad y tecnología. Dos campos en los que, literalmente, Colombia está 'fajada'. 

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